martes, 26 de marzo de 2013

LA FATIGA PRECOZ EN LOS GEMELOS DE LAS MUJERES


A lo largo del día  tenemos que movernos y desplazarnos y, con solo el hecho de ponernos de pie, ocasionamos gran tensión en los gastrocnemios. Al empezar a caminar solicitamos esta musculatura con ingentes contracciones musculares y, según el movimiento que hagamos, también la estiramos de una manera activa pero, al no tratarse de una actividad física controlada, esta musculatura no se relaja en dichos momentos. Si añadimos un calzado inadecuado,  como por ejemplo los tacones, y al mismo tiempo lo utilizamos por un largo periodo de tiempo como a menudo suele pasar, el problema puede agravarse de una forma muy importante. Un gran número de personas  mantiene mucha tensión en los pies al caminar,  y ésta se traslada hacia los gemelos ocasionando una gran presión en esta musculatura.
Ante la presencia de cansancio muscular en una zona especifica del cuerpo, hemos de valorar el eje corporal de la persona en cuestión; es decir, saber si cuando está de pie su cuerpo está realmente recto y no inclinado. Estando el cuerpo inclinado (habitualmente suele ser  hacia delante), los dedos de los pies se tensan y los gastrocnemios y algunos músculos de la cara posterior se encargan de sujetar el cuerpo con grandes contracciones musculares para que evitar que nos caigamos.
En el caso de las mujeres, con la utilización de los tacones, el cuerpo no se desequilibrará hacia delante, sino que se mantendrá en una postura muy erguida debido a la reacción muscular que ocurre con el objetivo de proteger la integridad corporal no dejando que el cuerpo caiga hacia delante,  pero esto ocurre a costa de un precio muy alto. El cuerpo siempre buscará la manera de compensar los desequilibrios ocasionados por el acortamiento de los gemelos que los tacones normalmente causan. Aunque los tacones sean uno de los atuendos preferidos de la mayor parte de las mujeres, su utilización de manera desmesurada puede ser altamente negativo para su anatomía, pues les  proporciona un comportamiento anti anatómico.  

Otro de los motivos que hemos de valorar es la utilización de calzado de mala calidad, aunque no sean tacones, pues también puede causar mucha tensión en los pies. El excesivo cansancio en los gastrocnemios normalmente aparece en función de las  típicas tensiones producidas por las sobrecargas musculares, y eso se evidencia cuando su manifestación se produce en el momento de la práctica de la actividad física. La aparición del cansancio en los gastrocnemios al iniciar un entrenamiento físico se produce porque muchas veces el cuerpo  está adaptado a dicho estrés en solicitudes físicas normales del día a día y en ausencia de actividad física, pero una vez que esa solicitud  muscular extrapole los niveles normales de las actividades diarias, la musculatura se estresa y, cuando eso ocurre, los primeros músculos que se manifiestan negativamente son los que están bajo mayor  tensión durante el día.
El precoz cansancio en los gemelos nada más empezar la actividad física, es uno de los síntomas más claros de fatiga muscular en esta musculatura. De una manera general, esa fatiga se da por un mal uso de los protocolos biomecánicas de nuestro cuerpo, que normalmente se materializa con la utilización de calzados inadecuados que muchas veces cambian la morfología de nuestros pies, haciendo que éstos estén en constante flexión plantar, propiciando  así  que los gastrocnemios mantengan una invariable contracción muscular. Este hecho hace alterar el equilibrio del cuerpo; por ese motivo, los gastrocnemios tienen que trabajar doblemente y de una manera constante  para proporcionar la recuperación de dicho  equilibrio, pero esta acción  tiene repercusiones muy importantes,  pues altera la estructura de la unidad muscular haciendo que el cerebro cambie la simetría de los músculos y tendones de manera considerable. Cuanto más altos sean los tacones, mayores serán los cambios que sufrirá el cuerpo; pero eso también depende de la frecuencia de utilización, del tiempo que la persona permanezca de pie, así como del periodo de tiempo sin quitarlos durante la jornada.

Para que el cuerpo se mantenga sobre los tacones, éste debe mantener las rodillas  estiradas, trasladando toda la tensión de su peso hacia las articulaciones de las rodillas y las caderas. Estas últimas producen un movimiento de  anteversión (1), facilitando  así una lordosis lumbar que con el tiempo podría agravarse, pudiendo llegar a un pinzamiento e incluso a  una hernia discal. Para sostenerse de pie con  tacones los hombros tienen que echarse hacia atrás y la cabeza siempre estará alta. Todo ello ocurre no con el objetivo de mantener una buena postura, sino para fomentar el equilibrio del cuerpo, pero de una manera descompensada, lo que puede provocar mucho dolor muscular.    
Con la utilización excesiva de esta clase de calzado, normalmente  los gastrocnemios se acortarán, evitando, en muchos casos, que la persona  consiga volver a poner sus talones en el suelo. Esto complicará  bastante el momento de  practicar actividad física puesto que , en estos casos, la utilización de las zapatillas de deporte se dificultará por el impedimento de no poder caminar correctamente; al mismo tiempo,  el desgaste físico en esta zona del cuerpo se incrementará  pues, debido  al acortamiento de la musculatura y a la flexión plantar que muchas veces sufren los pies de estas personas en función de la utilización de  tacones, los gastrocnemios siempre estarán estresados y su recuperación, tanto después de la actividad física como tras de un día de trabajo, será muy problemática.   

En el caso de ser inevitable el uso de los zapatos de tacón, es recomendable que siempre se haga una compensación muscular basada en estiramientos musculares de la zona afectada, así como utilizar zapatos bajos o zapatillas deportivas en la misma proporción o en proporciones mayores en las que se utilizan los tacones. Puede ayudar mimar los pies con auto masajes todos los días y, siempre que se pueda, hacer un buen masaje con un profesional; y, en el caso de que exista un importante acortamiento de los gemelos por motivo de una excesiva utilización de  tacones, es interesante hacer un trabajo específico para la recuperación de la movilidad articular de los tobillos, al mismo tiempo que es fundamental recuperar la buena salud de los gastrocnemios.   


1. anteversión  



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martes, 19 de marzo de 2013

LA RECUPERACIÓN DE LAS ENFERMEDADES FRENTE AL RETO DE TENER UNA VIDA NORMAL


Toda enfermedad requiere un tratamiento que, según el grado de pérdida de  salud, será más o menos agresivo. Siempre que el cuerpo humano está  fuera de su ritmo normal debido a una enfermedad sufrirá  mucho, pues los cambios que debe experimentar hasta su recuperación serán muy importantes.
Con la ingesta de fármacos se alterará el metabolismo  de una manera significativa  y,  si hay la necesidad de una intervención quirúrgica, estos cambios podrán intensificarse aún más. Cada enfermedad tiene su historia al igual que cada persona es un mundo diferente, pero con respecto a la recuperación las respuestas pueden ser muy diferentes de persona a persona, aunque  los procedimientos sean los mismos. Y dentro de este proceso de recuperación, que en algunos casos pueden ser muy largo, muchas veces no se tiene en cuenta un factor que podría acelerar su evolución: la actividad física controlada y específica.  Desafortunadamente todavía existe una gran distancia entre los tratamientos médicos y el ejercicio  físico. El cuerpo humano es una máquina que fue concebida para estar siempre en movimiento. Desde nuestros antepasados moverse siempre ha sido parte de nuestra naturaleza, además de ser un gran combustible para el fomento de una buena salud. Con el paso del tiempo, nuestras costumbres han cambiado y siguen cambiando, pero la índole de nuestra morfología continúa siendo la misma; el cuerpo sigue necesitando el movimiento.
Muchas enfermedades que hoy existen y que antes no conocíamos son fruto de la falta de movimiento o de actividad física. Cuando el cuerpo se mueve nos sentimos mejor, nuestros músculos se ponen más “contentos” y nuestro cerebro actúa de una manera más rápida.
En la recuperación de las enfermedades pasa lo mismo.
Es cierto que cada caso clínico  es parte de una historia diferente y las enfermedades no pueden ser comparables; tampoco los tratamientos pero, una vez pasadas todas las fases de una enfermedad, las personas deberían tener en cuenta que el ejercicio físico controlado sirve como herramienta de avance en la recuperación de la calidad de vida y de una salud óptima.
ENFERMEDAD / TRATAMIENTO / REHABILITACION / RECUPERACION Y EJERCICIO FISICO CONTROLADO
De otra parte, el cerebro reprograma todos los órganos de nuestro cuerpo en función de las actividades que tenemos y de los estímulos que le proporcionamos,  lo que se asociará a una mejor o peor calidad de vida. Hace un tiempo  publiqué un artículo  sobre la posibilidad de extender la longevidad de la vida de los mamíferos en un 15% o más. Se trata de un gen que ha sido descubierto llamado “Sirtuinas” y que contiene  proteínas capaces de retrasar el envejecimiento por vía de la hibernación artificial de las mismas, cosa que bloquearía el envejecimiento. También  ha sido comprobado científicamente que la práctica de la actividad física regular es capaz de bloquear este mismo proceso de envejecimiento de una manera natural. No obstante, ante la existencia de una enfermedad importante, el núcleo de las células puede cambiar su condición homeostásica (1)  y hacer que pase lo contrario, la reducción de las “Sirtuinas” y, en consecuencia, se producirá una degradación en los procesos normales de envejecimiento en función de la pérdida de salud. Una vez la persona esté libre del peligro, sea por vía de una intervención quirúrgica o bien  por medio de cualquier otra clase de tratamiento, tras la fase de rehabilitación, es fundamental que el individuo en cuestión empiece la fase de recuperación enfocándola por objetivos y teniendo como meta volver  a hacer vida normal; pero no la de un enfermo, sino la de una persona que ha reparado algo que no estaba bien  pero que debe retomar el control de su vida con mucha fuerza.
Tras  un tratamiento importante nuestro cerebro siempre buscará la mejor manera de proteger las zonas afectadas por el daño de la enfermedad, intentando hacer que todo vuelva a su estado normal lo más rápido posible, pero el enfermo también debe poner de su parte. Como un ejemplo, las enfermedades  cardíacas: una vez tratada, la persona debe cambiar su estilo de vida para mejor, eliminando todas las cosas erróneas que hacía antes de que su corazón reivindicase un arreglo, esencialmente  las principales causas de un problema cardiaco: estrés, tabaco, alcohol, obesidad, hipertensión, inactividad, etc.
Esta población en concreto debe practicar actividad física moderada en la fase de recuperación, pues no podemos olvidar que el corazón es un músculo que no para de trabajar y, como todos los músculos del cuerpo, debe ser estimulado positivamente y ejercitado constantemente.  Aunque una persona sea inactiva, ésta tiene que  sentarse, levantarse, tumbarse, a veces acelerar el paso o correr por ir con retraso a una cita, enfadarse (cosa que le proporcionará estrés y que no será nada favorable para su corazón), etc. Todas estas pequeñas alteraciones que proporcionamos a nuestro cuerpo durante el día pueden alterar de una manera muy significativa nuestro ritmo cardiaco y, si este está desentrenado,  podrá pasarnos una factura muy alta y, si además tiene alguna anomalía que no conocemos como en el caso anteriormente citado la situación se agravará.
Si damos  a nuestro cuerpo lo mínimo de actividad se acostumbrará a trabajar por lo mínimo y, si alguna vez  por necesidad le estimulamos a hacer un esfuerzo mediano  nos responderá con lo mínimo que está acostumbrado a recibir. Es cuando surgen los problemas.
Después  de un tratamiento, el individuo estará funcionando al mínimo; por ese motivo es de suma importancia que la persona en cuestión se esfuerce por mejorar su condición física pues, de no ser así, pasará su vida sintiéndose un enfermo y  vivirá  con el mínimo de energía, y al mínimo esfuerzo extra que haga su corazón reaccionará de una manera muy desfavorable. Con la práctica de actividad física post enfermedad el proceso de envejecimiento se  ralentizará y la persona en cuestión mejorará su calidad de vida de una manera evidente.                      

           
1. Homeostasis Celular: Es la tendencia a la estabilización del cuerpo relacionado con los procesos fisiológicos.



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martes, 12 de marzo de 2013

EL DEPORTE Y EL DESARROLLO DE LA BILATERALIDAD DE LOS MOVIMIENTOS


En los deportes en grupo, sobre todo en los que requieren gran destreza de movimientos, las personas que se dedican a ellos normalmente  son entrenadas desde pequeños para desarrollar las  habilidades corporales precisas para que puedan defenderse con éxito en las más distintas situaciones. La bilateralidad del movimiento, ya sea en el fútbol o en baloncesto, es de suma importancia para la aplicación de los controles de un balón.
Antiguamente a los atletas que eran zurdos se les entrenaba dando preferencia al lado izquierdo y a los que eran diestros al lado derecho. Con el tiempo los entrenadores se han dado cuenta de que es posible potenciar ambos lados por igual y con la misma intensidad. Empezaron a entrenar a los niños con ejercicios de fundamento para el desarrollo de agilidad y control en ambos  lados y de igual manera. En el caso del fútbol por ejemplo, la mayor parte de los jugadores utilizan hábilmente las dos piernas  y con la misma intensidad. En el baloncesto, debido a las características de este deporte,  la utilización de los dos lados se intensifica.  Hago alusión a estos dos deportes pues, de los deportes de balón, son los que más evidencias presentan en el desarrollo de la coordinación motora.
En cuanto al  baloncesto, en los días hoy  es inviable  que una persona sea un atleta de alto nivel en este deporte sin saber moverse con las dos manos.
En varios de mis artículos hice mención a la plasticidad del cerebro frente a nuevos aprendizajes. Si examinamos los deportes, los profesionales enfocan cada vez más sus entrenamientos hacia la mejora de la coordinación motora y la bilateralidad de los movimientos en los atletas, además de otras evidentes necesidades como potenciar la fuerza, la resistencia, la velocidad, etc.
“El lado izquierdo del cerebro humano controla el discurso y el lenguaje mientras que  el derecho controla las emociones. En el caso de los zurdos, éstos suelen intercambiarlos. Ésta fue una  investigación realizada por científicos de Oxford, quienes descubrieron  el primer gen relacionado con el uso de las manos, el LRRTM1. Este  gen modifica la simetría del cerebro” (1).
Si el gen LRRTM1 invierte las funciones del cerebro  en las personas que son zurdas, también será posible fomentar el desarrollo de habilidades en las piernas, pies y manos no preferentes de los atletas y de las personas que no se dedican al deporte por vía del entrenamiento y de la repetición de movimientos. Es importante recordar que el movimiento de las manos es tan complejo que, en la parte del cerebro relacionada con los movimientos, las manos reclaman  la mitad. Se ha comprobado que las personas ambidiestras tienen un mejor desarrollo de su inteligencia muscular, lo que en otras palabras quiere decir un mejor funcionamiento de su sistema neuromuscular y de la coordinación motora. Esa mejoría fomenta un aprendizaje más rápido del sujeto, afectando directamente a la inteligencia musical del individuo (las personas que aprenden  más rápido escuchando).
En las personas adultas las neuronas no se reproducen y sí se regeneran a partir de células madre pluripotenciales que se localizan en las cavidades del cerebro. Pueden migrar desde los ventrículos cerebrales hasta el hipocampo de 500 a 1000 neuronas. En 21 días las células madre se convierten en neuronas. El hipocampo es importante no  solo para el aprendizaje, sino también  para controlar el pánico que procede del centro del núcleo de la amígdala y está muy conectada con la dopamina (hormona que estimula la exploración y la curiosidad)” (2). Por este motivo es fundamental que tengamos en cuenta que siempre podemos aprender cosas nuevas y que la edad no debe ser un impedimento para ello. Es la mejor manera de mantenerse biológicamente joven.    
En la actualidad, ese entrenamiento ambidiestro se hace desde las primeras edades, siendo posible de esta forma proporcionar a los niños un ingente  desarrollo de las habilidades dentro del deporte que practican, cosa que a la larga, con la práctica de estos movimientos y de los debidos ejercicios,  fomentará  la velocidad de los mismos. Dicho  estímulos son geniales para los niños, pues facilitarán la reproducción de una enorme cantidad de hormonas que, a su vez y con los entrenamientos pertinentes, provocará una gran cantidad de sinapsis entre ellas. Este hecho proporcionará un  estupendo desarrollo de la inteligencia de estos críos, al mismo tiempo que consolidará las habilidades entrenadas para un mejor progreso dentro de su deporte. Por otro lado, hay que tener en cuenta que los entrenamientos varían en función de la posición en la que juega cada atleta, así que en el caso del fútbol normalmente los atacantes  son los que desarrollan mejores habilidades con el balón y, además, tienen la  necesidad de hacerlo con mucha velocidad pues los defensas también deben ser rápidos y además fuertes.
En el caso del baloncesto, en su mayoría, todos los jugadores deben ser veloces y, a la vez, tener muy bien controlados los dos lados del cuerpo, no teniendo distinciones para el control del balón. Deben tener el mismo dominio  tanto en la derecha como en la izquierda y actuar con mucha fuerza, coordinación de movimientos y velocidad.
Deportes como éstos proporcionan una gran cantidad de estímulos que son muy beneficiosos para el cerebro y en consecuencia para nuestra inteligencia. Con el gran desconocimiento acerca del cerebro que infelizmente todavía  vivimos, muchas personas aún piensan que el deporte o la práctica de la actividad física no sirven para promover la inteligencia en las personas. Es un tremendo error, pues el ejercicio físico o los deportes favorecen una gran actividad cerebral, estimulando en la mayor parte de los casos las mismas zonas que utilizamos para estudiar matemáticas, física o para escribir un libro.
Todos tenemos las mismas capacidades, la cuestión está en el interés en desarrollarlas.  
Tanto los trabajos de coordinación motora como los de bilateralidad de movimientos dentro de los entrenamientos o dentro de los trabajos de preparación en las categorías inferiores a la adulta, o en las categorías adultas, otorgan un gran desarrollo neuromuscular, que a la vez fomenta la inteligencia; pero no podemos olvidar que la práctica deportiva también incita al cerebro a estimular varias hormonas capaces de inhibir la depresión, la ansiedad, el estrés, el miedo, etc., provocando el bienestar, además de proporcionar mucha calidad de vida a los atletas y a sus practicantes.       


1. El cerebro y la bilateralidad del movimiento (El blog del Dr. Sergio Simphronio)
2. La Inteligencia (El blog del Dr. Sergio Simphronio)


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martes, 5 de marzo de 2013

EL ESTRÉS SIN MOTIVO


En nuestras vidas muchas veces perdemos un precioso tiempo con cosas negativas que no nos llevan a ninguna parte. En las innúmeras adversidades por las que pasamos, ocurren cosas que no  esperamos y que casi siempre huyen de nuestro control. Es entonces cuando nos enfadamos y, en gran parte de los casos, nos estresamos, siendo que muchas personas  guardan este enfado dentro de sí. Comenzamos a dar vueltas sobre el tema y, casi siempre, de una manera negativa y colérica; y cuando nos damos cuenta, estamos días, semanas, meses pensando en dicho problema con un monumental enfado sin encontrar ninguna solución y, lo más importante, dejando de vivir tranquilo y saludablemente. Cuanto más pensamos sobre lo que nos ha pasado más nos enfadamos y, en este momento, damos paso a la indignación,  haciendo que ese enfado llegue a niveles desmesurados. En estos momentos perdemos nuestra concentración, nuestro equilibrio, nuestra cordura y hasta el sentido común. El estrés es muy perjudicial para nuestro cuerpo y para nuestras vidas, y en particular esa clase de estrés nos hace mucho daño.
El estrés es parte de la naturaleza humana desde los tiempos de nuestros antepasados, pues es una de las maneras que el cuerpo tiene de afrontar un peligro preparándose para la lucha o la huida. En los días de hoy, ante un inminente  peligro, las reacciones inesperadas que tenemos y que son producto del estrés podría salvarnos la vida.
No obstante, el gran problema surge cuando generamos el estrés ante situaciones de poca importancia, o en aquellas situaciones en que no se requiere ni la lucha ni la huida y donde la solución de un determinado problema no depende de nosotros. Nuestro cuerpo se prepara para una situación de emergencia que no ocurre y, cuando eso pasa, el cerebro envía las órdenes de la misma manera  para provocar la liberación de las hormonas responsables del estrés, la ACTH. Estas hormonas  hacen que  aumente el flujo sanguíneo  transportando así  más oxigeno, que se incremente el tono muscular y que estemos más alertas ante cualquier estímulo. El corazón se dispara, los músculos se tensan, la presión arterial sube pudiendo llegar a niveles muy altos, los niveles de adrenalina aumentan considerablemente. Con el objetivo de afrontar la presunta amenaza nuestro cuerpo experimenta  estos cambios metabólicos dirigidos a aumentar la fuerza y la energía, pero si dicha amenaza no existe nuestro cuerpo sufre de una manera descomunal,  pues al no utilizarlas deben ser extravasadas de alguna manera. Como eso no es posible en esta clase de situación, esa energía no gastada se acumula en forma de tensión muscular, y las consecuencias son: presión alta, taquicardias, dolor de cabeza, contracturas, dolor de espalda, falta de concentración, etc.  
Con la llegada de la noche, al parar para reflexionar sobre todo el día, deparamos  en todas las situaciones incómodas que hemos experimentado y muchas veces el balance es negativo, la balanza se inclina hacia nuestra falta de paciencia con los demás y, sobre todo, con nosotros mismos. Al padecer una situación de estrés, independiente de la manera en que se nos presente, la hormona del estrés, cuando es liberada,  se encarga de bloquear gran parte de las demás hormonas responsables del bienestar como la oxitocina, la serotonina, la endorfina y  la dopamina, y cuando el cuerpo está libre de estrés, pasa lo contrario. Por ello  es importante que no perdamos el tiempo con cosas innecesarias o problemas absurdos. Es importante que veamos la vida de una manera más  fácil.
De otra parte, es fundamental que aprendamos a defendernos. En el caso de las personas que sepan que padecen estrés o de aquellas que trabajen o vivan en entornos estresantes, más que mantener la calma en las situaciones límite, es fundamental equilibrar el metabolismo mediante actividad física, con énfasis en  las actividades aeróbicas: correr, clases dirigidas donde exista la música (la música y el movimiento juntos son dos importantes elementos para combatir el estrés), clases de spinning, la natación, etc. Los trabajos aeróbicos proporcionan interesantes mecanismos para el control del estrés pues, al elevar la frecuencia cardiaca de manera controlada,  se altera el metabolismo de una forma muy significativa haciendo que el cuerpo elimine toxinas, que disminuya el nivel de cortisol  y que aumente el de serotonina, endorfinas, oxitocina, dopamina, etc. Al tener controlados los niveles de cortisol y con el incremento del flujo sanguíneo hacia el cerebro, la actividad cerebral aumentará, luego el rendimiento intelectual también se intensificará. De otra parte, la alimentación sana proporcionará un mejor funcionamiento de los órganos internos y del flujo sanguíneo, facilitando así la liberación de las toxinas  estimulada por el ejercicio físico.

Normalmente las personas que practican actividad física mantienen una dieta sana y, por estos motivos, de una manera general son más tranquilas y padecen menos estrés. Independiente de las costumbres que uno desarrolle a lo largo de su vida, es fundamental que no nos dejemos atrapar por los malos pensamientos, deseos de venganza o resentimientos de cosas injustas que pasan en nuestras vidas. Es un reto difícil de poner en práctica, pero no imposible y además, ¿de qué nos sirve este tipo de situaciones donde por algo malo que nos ha sucedido  dejamos reinar el enfado y a la vez no podemos hacer nada para solucionar el problema?
En la vida es necesario buscar las soluciones a los problemas que tenemos, al mismo tiempo que debemos tomar decisiones sobre lo que es mejor para nosotros. Estas decisiones deben ser tomadas con la cabeza fría y no debemos dejar que un mal estado anímico se apodere de nuestras resoluciones. Todos podemos y debemos enfadarnos en dado momento de nuestras vidas, pero por un corto espacio de tiempo. Enfadarse es una característica humana, pero vivir dentro del enfado no; además de ser muy perjudicial para la salud, es un desencadenante del estrés.


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