miércoles, 4 de septiembre de 2013

EL PARTO ORGÁSMICO Y EL CEREBRO

En algunas partes de  Estados Unidos ya hace algún tiempo se está llevando a cabo, y con gran éxito, la práctica del parto orgásmico. Se trata de una manera como mínimo interesante de tener un parto. Todos los registros han sido positivos hasta el momento, debido a que se trata de una clase de parto normal, natural, que tiene un enfoque totalmente diferente a los que se hacen de manera habitual. Esta clase de parto excluye los protocolos tradicionales. Además de seguir bajo la supervisión de personal médico, en vez de hacerse en las condiciones normales de un hospital, y practicarse como en muchos caso con la aplicación de anestesia epidural, el ambiente en el que se realiza es el más confortable posible. Se busca una situación de calidez, dónde la futura mama pueda sentirse muy cómoda, y se utilizan las más variadas técnicas para que  ésta se relaje. En ese tipo de parto, aparte de la pareja o marido de la persona en cuestión, el personal sanitario es el mínimo imprescindible. Se aplican diferentes herramientas, las  que más agraden a la futura madre, que pueden ser desde masajes hechos por su marido o pareja,  baños con agua de temperatura cálida, etc. Normalmente se practica dentro de una bañera, donde la temperatura del agua se mantendrá agradable y cálida, cosa que también será muy favorable en el momento del nacimiento del bebé.

En realidad, el dolor del parto no se produce en función de algún daño, como por ejemplo el ocasionado por un corte o una quemadura del que el cuerpo nos alerta; es un dolor ocasionado por un proceso natural. En muchos casos las personas tienen miedo al dolor del parto,  y ese miedo facilita la producción de adrenalina en el cuerpo. La adrenalina es fundamental en la real existencia de un peligro, pero la producción de adrenalina durante el parto dice al cuerpo que no es seguro dar la luz en ese momento, y puede alargarlo de una manera importante y dificultosa.

En el parto orgásmico, justo antes del momento del alumbramiento y una vez se consiga la debida comodidad, se empieza con  los pertinentes masajes de estimulación con el objetivo de alcanzar el clímax deseado para que se produzca el orgasmo. El parto ocurre  justo en ese momento: es el momento en el que la mujer está poseída por un trance hormonal ocasionado por el éxtasis de dicha situación.  En este tipo de parto  no se aplica ningún fármaco;  todo  procede de la manera más natural posible, y todas las mujeres que han optado por esta práctica,  que ya son muchas, confirman lo mismo. En primero lugar, la inexistencia de dolor alguno; y en segundo lugar, la experiencia fascinante de haber dado a luz de esa manera, disfrutando en todos los sentidos y en todo momento de una experiencia inolvidable.

Este tipo de parto, además de parecer  muy interesante, nos da una  prueba de las enormes posibilidades que tiene nuestro cerebro. Si nos paramos a pensar, esta clase de parto no ofrece ningún riesgo (siempre que no exista ninguna anomalía), ya que es acompañado por los profesionales sanitarios;  pero lo más interesante es que a través del placer  el cerebro inhibe los receptores de dolor.
En el momento de un  orgasmo femenino  el hipocampo entra en acción, que es justamente el lugar en el que  se forman las emociones y la memoria a largo plazo. Es un momento de  intensa actividad cerebral. Justo en ese instante se produce una ingente y continuada tensión y relajación de los músculos, y es entonces cuando el centro del placer del cerebro entra en una gran actividad. En anteriores investigaciones realizadas sobre el orgasmo femenino se ha podido  constatar, mediante resonancia magnética, que se produce una actividad intensa de al menos treinta áreas distintas del cerebro. Ha sido comprobado que durante un orgasmo, básicamente todos los sistemas del cerebro se activan. El córtex, el cerebelo, el bulbo raquídeo, el hipotálamo, etc., se activan en diferentes secuencias.   
Todos los sistemas importantes del cerebro son accionados durante un orgasmo y, al ser estimuladas  tantas áreas, lo que realmente mesuramos  es la utilización del oxígeno: eso quiere decir que los orgasmos crean un gran suministro de oxígeno y nutrientes  para el cerebro, lo que significa que practicar sexo es beneficioso (1),  lo mismo pasa cuando practicamos actividad física.
El orgasmo es la actividad humana que más áreas del cerebro estimula.

Con tamaña actividad, ocurre una ingente liberación de varias hormonas, como las endorfinas, la oxitocina, la serotonina, la noraendorfina, la noradrenalina, la testosterona (hombres), etc. Principalmente en el caso de la noradrenalina, se ha demostrado que con la disminución o eliminación  de este neurotransmisor en el cerebro, la persona en cuestión podrá sufrir importantes cambios positivos en su motivación, cosa que está directamente relacionada con la depresión,  una reducción en los ataques de ira, y un incremento en el placer sexual.
La oxitocina, que es casi predominante en la actividad sexual, se encarga de relajar los músculos después de un orgasmo y, si unimos  la intensa  revolución hormonal y los varios cambios metabólicos que  ocurren en la mujer en ese momento, su cuerpo gozará  de un estado de desahogo y tranquilidad.  Es un parto libre de dolor debido a la intensa actividad hormonal que la futura madre en cuestión experimenta antes que suceda el nacimiento.
Esa actividad hormonal que proporciona gran placer, una enorme y agradable  relajación, facilita descomunalmente la dilatación de la vagina e inhibe el dolor,  facilitando así el parto y  haciendo que esta actividad sea más bien placentera.
Hay que recordar que cuando el bebé está descendiendo por  el canal del parto, está pasando exactamente por las mismas posiciones que utiliza el pene cuando penetra en la vagina para producir el orgasmo.  
Muchas de las mujeres que probaron esta clase de parto afirman que la sensación de parir mediante un orgasmo es la misma que sienten en el momento del coito. Muchos ginecólogos están de acuerdo con esta clase de parto, incluso se ha escrito un libro sobre el tema.
Es como mínimo polémico por un lado, pero sobre todo por ser algo no conocido y poco tradicional, pero muy lógico desde un punto de vista neurofisiológico.  La medicina evoluciona  cada día, y los avances que vamos conociendo a cada momento son realmente sorprendentes, pero  al mismo tiempo nos  vamos  dando cuenta de que, si partimos desde el sentido común, en muchos aspectos nos hemos desvinculado totalmente de muchas de las cosas que hacen parte de la  naturaleza humana. Por otro lado, el papel del padre en este tipo de partos es mucho más participativo, y eso es genial.
En mi opinión de facultativo, el ambiente de las salas de parto de los hospitales debería ser diferente, pues a éstos la gente va para curarse de alguna enfermedad, y un parto es totalmente al revés, no sólo no existe enfermedad, sino que hay mucha vida.
Personalmente, y como médico, ni aconsejo ni desaconsejo; pero es importante conocer que también existe esta vía. Desde mi punto de vista, enaltezco las grandes posibilidades que tiene nuestro cerebro.



1. NEUROFISIOLOGÍA DEPORTIVA: EL SEXO DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL CEREBRO.

 

Ahora también podréis seguir mis publicaciones visitando mi página de Facebook  “Prof.Dr.Sergio Simphronio” o en Twitter. 



CONSULTE LA WEB DE SIMPH MEDICAL FITNESS INSTITUTE


0 comentarios :

Publicar un comentario