La prevención de las
enfermedades es algo de suma importancia para que podamos fomentar un estilo de
vida sano a lo largo de toda nuestra vida. Las campañas de prevención hacen
despertar el interés de las personas por visitar con frecuencia a su
médico. Es muy importante que tengamos
en cuenta que prevenir las enfermedades es algo fundamental que puede contribuir al tratamiento y a la cura
de muchas dolencias de forma temprana,
evitando largos sufrimientos. Mantener
buenos hábitos de vida y vivir de manera equilibrada es primordial para que
consigamos disfrutar de la vida de manera sana, pero no siempre eso es posible.
Por este motivo, es fundamental que
seamos conscientes de que, aunque nos sintamos bien, debemos visitar al
especialista para la realización de exámenes que tienen por objetivo informarnos
de la real situación en que se encuentra nuestro organismo, reduciendo así las
posibilidades de tener anomalías.
En los primeros años de vida
las madres siempre están atentas a las visitas de sus hijos al pediatra, cosa
que se alarga hasta la adolescencia, o
por lo menos debería ser así. Ya en la
adolescencia, desafortunadamente los
hombres perdemos la costumbre de acudir al médico, salvo que uno se encuentre
en situación de verdadero peligro de salud o dificultad ocasionada por alguna
enfermedad, accidente, etc.; y así vamos hasta que llegamos a las edades más
avanzadas.
¡Tremendo error!
Hay muchas enfermedades que
se pueden desarrollar a lo largo de toda una vida y sólo ser detectadas estando
el paciente en niveles muy avanzados de la misma, como por ejemplo, el cáncer.
Si las personas tuviesen la costumbre de hacer las pertinentes visitas a su
médico, estoy seguro de que nos ahorraríamos un gran número de problemas y de
posibles pérdidas. Es inútil hablar de medicina preventiva basada en actividad
física, alimentación equilibrada o en cualquier otra acción por el estilo, si
uno no se preocupar de saber en qué
condiciones de salud se encuentra mismo después de haber empezado un programa
de entrenamiento. Tengo una gran
preocupación con respecto a la población masculina, puesto que al mismo tiempo
que se hace tanto énfasis a las campañas de prevención del cáncer de mama, cosa
que me parece fundamental, y por fortuna hablamos de esta clase de cáncer sin
tabús, es imprescindible que también hablemos del cáncer de próstata sin
rodeos. Es esencial que los hombres nos dejemos tonterías y que empecemos a
hablar abiertamente sobre el tema, además de acudir con frecuencia al
especialista para los debidos controles.
Desde luego existen varios
factores que pueden propiciar el desarrollo de esta enfermedad. Al mismo tiempo
que las mujeres son proclives al desarrollo del cáncer de mama, los hombres
tenemos propensión a padecer cáncer de
próstata. Hemos de dar atención a una serie de factores que pueden ser claves
para el fomento de esta enfermedad, tales como un mal estilo de vida, los excesos
en los vicios (tabaco, alcohol, drogas), etc. Los jóvenes tienen menos predisposición a tener enfermedades, pero no están excluidos.
Éstos son algunos de los síntomas del cáncer de próstata:
- Hematuria (sangre en la orina o en el semen).
- Impotencia (dificultad para lograr una erección).
- Problemas para orinar, un flujo urinario lento, o necesidad de orinar varias veces, sobre todo por la noche.
- Al orinar no ser capaz de vaciar toda la vejiga.
- Dolor en las caderas, en la espalda, en el tórax, u otras áreas debido a la propagación del cáncer en el cuerpo.
- Falta de fuerza o adormecimiento en los pies y piernas, pérdidas de control de la vejiga o de los intestinos debido a la presión que el cáncer ocasiona en la médula espinal. Estos síntomas también pueden ser ocasionados por otras enfermedades, motivo por el cual es muy importante acudir al médico con regularidad para que éste pueda hacer las debidas exploraciones y, si es necesario, empezar un tratamiento con el fin de solventar la situación. Es de interés saber que una de las enfermedades que presentan síntomas muy similares es la HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA (BPH) que es el agrandamiento de la próstata. Ésta ocasiona dificultad para orinar con mucha más frecuencia que el cáncer.
Grupos de riesgo:
- Hombres mayores de 60 años.
- Hombres de raza negra.
- Factores genéticos.
- Hombres que consuman una dieta rica en grasa, sobre todo animal.
- Hombres que trabajan en industrias químicas: pintores, hombres expuestos al cadmio, trabajadores de las plantas de neumáticos.
- Granjeros, agricultores (por exposición a agrotóxicos).
- Hombres expuestos al agente naranja.
Los vegetarianos tienen una
menor predisposición a padecer cáncer de próstata. En los hombres mayores de 75
años, es la causa más común de muerte.
Ante la existencia de cáncer
en la próstata, el tratamiento dependerá del grado de anormalidad de las
células cancerosas, de la existencia o no de metástasis habiendo una
propagación del cáncer por fuera de la glándula prostática (puntaje de Gleason) (1). En el caso de no haber diseminación del
cáncer, no existiendo una propagación importante por fuera de la glándula
prostática, es posible curarse. Normalmente, el cáncer de próstata empieza a
manifestarse en los hombres a partir de los 40 años de edad, y de acuerdo con
el historial genético y los hábitos de la persona en cuestión, el médico
direccionará el enfoque para el tratamiento de una manera o de otra.
Es factible disminuir el
riesgo de padecer este tipo de cáncer manteniendo una dieta equilibrada, libre
de alcohol, de tabaco, de drogas, con una ingesta de alimentos ricos en ácidos grasos
omega – 3, bajos en grasas. La dieta vegetariana puede ser una buena opción, o
la comida japonesa tradicional.
La actividad física siempre
es beneficiosa, pues la práctica del deporte o del ejercicio físico es fundamental ya que son
capaces de reactivar el cuerpo, ayudando a combatir las células malignas debido
a que, cuando entrenamos, llenamos nuestro cuerpo de oxígeno, y las células
cancerígenas tienen poca resistencia a él. Las células
cancerígenas viven en ausencia de oxígeno y en presencia de acidez. De otra
parte, es importante saber que el sedentarismo y una alimentación
desequilibrada fomentan un ambiente ácido dentro del organismo, y la acidez
expulsa el oxígeno de las células. Los tejidos cancerígenos son ácidos, y
los sanos son alcalinos y necesitan de oxígeno para vivir (2).
Se ha comprobado que la
ingesta de leche no es beneficiosa en el tratamiento del cáncer debido a que
este alimento produce flemas, que es el alimento preferido de las células
cancerígenas (3).
Si quieres saber más sobre
este tema, no dejes de leer en mi blog el artículo: TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES POR MEDIO DEL EJERCICIO
FÍSICO: El CÁNCER
1. Escala de Gleason es un
sistema que se emplea para medir el grado de agresividad de un cáncer.
2. El Blog del Dr.Sergio
Simphronio - TRATAMIENTO DE
ENFERMEDADES POR MEDIO DEL EJERCICIO FÍSICO: El CÁNCER
3.
El
Blog del Dr.Sergio Simphronio - TRATAMIENTO
DE ENFERMEDADES POR MEDIO DEL EJERCICIO FÍSICO: El CÁNCER
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