miércoles, 29 de enero de 2014

EL EMBARAZO CON ESTRÉS AFECTA AL BEBÉ

En realidad no existe un fármaco químico que cure el estrés, sino para los efectos que ocasiona en el organismo. Dicho esto es interesante recordar que  la mejor forma de tratar el estrés es eliminando esa enfermedad de nuestras vidas, y la manera más efectiva de conseguirlo es cambiando el enfoque de nuestra existencia con respecto a la velocidad con la que vivimos nuestro día a día, y si el entorno laboral no lo permite debido a que uno tiene un trabajo con ambiente estresante, el tratamiento que nunca falla, y que tiene una efectividad sobradamente demostrada, es la actividad física y la alimentación equilibrada.
Infelizmente el estrés es una enfermedad que la mayor parte de las personas en el mundo han asumido como algo normal que hace parte del día a día, siendo que para muchas de ellas  ya pasó a hacer parte de su idiosincrasia, y esto es muy fácil que ocurra pues nuestro organismo se adapta a los comportamientos repetitivos. Según el ambiente en el que vivimos, nuestro estado orgánico se adecúa a las situaciones que le proporcionamos debido al entrenamiento que damos a nuestras células; es decir, si optamos por vivir en un estado de estrés continuo, nervios, agobios  y enfados, nuestras células se adaptarán a esa clase de situación. Nuestro sistema nervioso nos facilita la química según el estímulo que recibe. Aunque no nos demos cuenta, puede que el estrés  esté en nuestras vidas desde antes mismo de haber nacido. Si una embarazada es una mujer estresada, y sigue manteniendo este estado durante todo su embarazo sin cambiar de actitud, toda esa información será pasada al feto que se alimenta por vía de los nutrientes y del oxígeno que la madre le proporciona.
De otra parte, en algunos casos por desinformación, en otros por negligencia u irresponsabilidad, algunas  futuras madres, durante el embarazo, siguen manteniendo el mismo estilo de vida que tenían antes de quedarse embarazadas, y continúan manteniendo rutinas como por ejemplo salir por la noche a bailar en los sitios donde la música suena a excesiva altura.  Además del estrés de todo un día de actividad, acentúan esa situación manteniéndose activas durante una ingente cantidad de horas por la noche, perdiendo mucho tiempo para el descanso y quitando momentos de tranquilidad para el feto; otras futuras mamás se empeñan en seguir sacando carácter innecesariamente por cosas irrelevantes, y discuten con tremenda facilidad fomentando  situaciones de gran estrés para sí mismas y para el feto, además de que muchas de ellas, en situaciones parecidas, utilizan un tono de voz muy elevado, al igual que su interlocutor, hecho que  puede incrementar el estrés en el feto.     
Los patrones de respuesta fetal a los sonidos externos desmesurados (estimulación acústica) incluyen taquicardia y movimiento de las extremidades y de los párpados, pero en fetos prácticamente a término de gestación y con estímulos de más 105 dB; con estímulos de menos de 100 dB  solamente taquicardias. Estas respuestas son señales de malestar fetal. Con estímulos de 130 dB hay respuestas exageradas en los fetos humanos que sugieren malestar e incluso  dolor. Por ese motivo se recomienda a las mujeres embarazadas que se alejen de sitios ruidosos.
Los movimientos y la taquicardia se relacionan con una situación de estrés y de liberación de adrenalina que se concentrará en el SNC (sistema nervioso central). Es importante puntualizar que la barrera hematoencefálica (es una barrera entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central,   que impide que las sustancias tóxicas la atraviesen, al mismo tiempo que permite la entrada de los nutrientes y el oxígeno) aún no está desarrollada  y permitirá el paso de dicha hormona al espacio cerebral, sea ésta de origen materno o fetal (la adrenalina atravesará  la placenta y se ocultará  en la leche). Por ese motivo es de suma importancia que las futuras madres tengan una gestación sosegada. Eso es posible conseguir con la utilización de  músicas con ritmos apacibles (1). Es de suma importancia que las futuras mamás sigan alejadas de ruidos, del estrés, y de cualquier acción  que pueda fomentar dicha situación.

El estado emocional de la madre es primordial para el desarrollo del bebé intrauterino e incluso para su salud futura.

Dentro de nosotros existen 50 trillones de células y su ambiente celular es la sangre, por ese motivo la composición de la sangre cambia el destino de la célula. Quien controla la sangre es el sistema nervioso, que crea una química diferente según el estímulo exterior que reciba, y si este estímulo es malo, la célula enferma, no importando la edad de la persona. El estrés a niveles elevados durante el embarazo puede ocasionar algunos desarreglos importantes.
Parto prematuro
Los niveles elevados de hormonas del estrés asociadas con la depresión y ansiedad, pueden reducir el aporte sanguíneo a la placenta e inducir un parto prematuro.
Desarrollo neurológico
La desregulación génica, la destrucción de neuronas y sinapsis (conexiones entre neuronas), la inhibición del desarrollo dendrítico (2), el desarrollo inadecuado del cuerpo calloso y del cerebelo (3) son algunos de los mecanismos por los que el estrés materno afecta al desarrollo neurológico fetal. La exposición a niveles elevados de estrés prenatal, sobre todo durante las primeras semanas de embarazo, puede influir negativamente en el desarrollo cerebral del feto, determinando alteraciones del desarrollo de las habilidades intelectuales y del lenguaje en el niño.
Alteraciones congénitas
Las madres que sufren situaciones estresantes graves durante el primer trimestre del embarazo tienen un riesgo hasta ocho veces mayor de que el bebé sufra alteraciones congénitas por una modificación del desarrollo de la cresta neural, como por ejemplo el labio leporino, o cardiopatías (4).
No obstante, el riesgo total de tener un bebé con estas alteraciones es bajo.
En el caso de las personas que practican actividad física, el embarazo ofrece una  serie de beneficios para un mejor rendimiento. La variación de las concentraciones hormonales (progesterona y gonadotrofina coriónica humana), el crecimiento del volumen plasmático y de glóbulos rojos, y la intensificación de la respuesta ventilatoria son algunas de las ventajas del embarazo, por lo menos en el primer trimestre de gestación. La actividad física en el embarazo también es fundamental porque es capaz de fomentar un importante equilibrio emocional para la futura mamá. 
                                          Mi querida amiga Profesora Gizele Monteiro, Directora del Método Mais Vida Gestantes 

El ejercicio materno progresivo durante el embarazo tiene un efecto beneficioso sobre el flujo sanguíneo del feto, además de ser muy favorable para la madre, pues el ejercicio físico es el mejor vehículo para la inhibición de la hormona del estrés, la ACTH, al mismo tiempo que estimula la liberación de todas aquellas sustancias que nos hacen sentir bien. El ejercicio mejora  la circulación fetal más que estar de reposo en la cama, lo que beneficia al feto. “Es muy interesante recomendar  el ejercicio físico a las mujeres sanas y  con  embarazos sin complicaciones. No obstante, hay muchas  actividades que  no son aconsejables, al igual que es recomendable evitar el ejercicio cuando hace mucho calor. Los signos de peligro incluyen dolor, hemorragias, ruptura de membranas, y ausencia de movimientos fetales” (5). Dentro de un embarazo, es fundamental que la futura mamá esté controlada por los cuidados de un médico y que sea acompañada por un profesor especialista en esta población.  
Cada día billones de células se mueren al mismo tiempo que otros billones  se reproducen. Cada tres días el sistema digestivo renueva sus células. Ante la existencia de estrés, todo el proceso de renovación celular se bloquea debido a  que el sistema inmune se inhibe a causa de la liberación de la ACTH (hormona del estrés).

La ACTH apaga el sistema inmunitario.

Por ese motivo, en la presencia de estrés, una persona pierde muchas células,  mermando su calidad de vida de una manera muy importante. En otras palabras, se detiene  el crecimiento del cuerpo. Al mismo tiempo, con la inhibición del sistema inmunitario, la energía del cuerpo se debilita de manera sustancial, y eso facilita que los virus nocivos actúen con mayor facilidad. En absoluto es interesante tener un embarazo acompañado de estrés. El estrés es un estado negativo que posibilita la llegada de muchas otras enfermedades. Es algo mucho más  importante de lo que la mayor parte de las personas imagina. 
Tiene una estrecha conexión con la ansiedad y la depresión.
Principalmente durante las primeras edades, es fundamental estar atentos a nuestras reacciones frente a los niños, puesto que al revés de lo que muchos imaginan, ellos están muy atentos a nuestro comportamiento en todos los momentos y en todos los sentidos, pues aprenden imitando. Los niños necesitan un equilibrio, una rutina, un protocolo para funcionar, y lo más importante, necesitan sentir que sus padres comparten y respetan estos mismos protocolos. Algunas veces, o en algunos casos, estos mismos protocolos no son respectados por  algunos padres, la rutina de los niños se rompe y ellos se estresan, pero en la mayor parte de los casos los padres no se dan cuenta de ello. El resultado es  una bajada de resistencia en el sistema inmunológico debido a la liberación de la ACTH.  Este hecho  facilitará el camino para que ellos se pongan enfermos con mucha facilidad. Hay casos de niños que permanecen enfermos durante largas temporadas, otros a los que les cuesta recuperarse de las enfermedades.  Se recuperaran y en un corto espacio de tiempo vuelven a ponerse malitos.
El estrés también puede afectar a aquellos niños cuyos padres les llenan de actividades diarias manteniéndolos ocupados todo el día.
  
Eliminar el estrés puede ser una solución para casos como éstos.  


(1) El blog del Dr. Sergio Simphronio  El estrés sin motivo
(2) Hansen, D., Lou, H. C. & Olsen, J. (2000) Serious life events and congenital malformations: a national study with complete follow-up. Lancet, 356, 875-880
(3)  V Lemaire, M Koehl, M Le Moal, DN Abrous, Prenatal stress produces learning deficits associated with an inhibition of neurogenesis in the hippocampus. Proc Natl Acad Sci USA 2000 sep 26; 97 (20): 11032-37
(4)HC Lou, D Hansen, M Nordentoft, O Pryds, F Jensen, Prenatal stressors of human life affect fetal brain development. Dev Med Child Neurol, 1994 Sep; 36 (9): 826-32.
(5) El blog del Dr. Sergio Simphronio  Embarazo en las atletas 



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miércoles, 15 de enero de 2014

LA FUERZA DEL PENSAMIENTO Y LA IMPORTANCIA DE PENSAR DE MANERA POSITIVA PARA NUESTRA SALUD

Cada día que pasa vamos conociendo más cosas sobre nuestro cerebro, su funcionamiento, y las reacciones bioquímicas que produce según la manera en la que nos comportamos o las decisiones que tomamos con respecto a las acciones que practicamos durante nuestro día. La complejidad de las operaciones que el cerebro realiza nos hace estar seguros de que no existe en el mundo máquina tan perfecta que pudiera superarle. Es cierto que la manera de alimentarnos proporcionará una mayor o menor intensidad en las funciones de tan maravilloso órgano. Si añadimos el ejercicio físico dentro de este contexto, estos cambios bioquímicos se acentúan de una importante manera. Desde luego, el cerebro es el centro de control de nuestro cuerpo. De entre sus miles de funciones, una de las que más llama la atención de la mayor parte de los investigadores de todo el mundo es el pensamiento. Muy poco se sabe sobre el pensamiento, pero claro está que es una de las hazañas más majestuosas de los seres vivos. Nuestra capacidad de pensamiento  es lo que nos diferencia de los demás mamíferos.   
En otras épocas, Aristóteles nos enseñó que el cerebro tenía como función enfriar el cuerpo del animal. Ya Hipócrates nos instruyó sobre la localización de las emociones en el cerebro, y dijo que es el órgano de los movimientos y de los juicios, de ahí la expresión “pacto o juramento hipocrático”.
En la actualidad todavía es muy difícil conocer los recovecos del pensamiento, puesto que resulta complicado investigar las fuerzas mentales. La secreción del hígado o de los riñones produce una materia palpable. Los productos que los riñones separan de la sangre pueden cambiar de perfil según  los estímulos  cerebrales, y eso es posible verlo; pero no se puede mesurar el pensamiento,  tampoco su fuerza. El pensamiento mueve una ingente cantidad de corrientes eléctricas en el cuerpo  afectando así a los nervios y, como respuesta, ocasiona las sensaciones y los sentimientos. El pensamiento tiene un poder que no se puede explicar, por este motivo es fundamental que intentemos direccionar nuestro pensamiento de manera positiva y productiva.    

El pensamiento es pura energía.

En el área deportiva, muchos son los entrenadores que son conscientes del poder de nuestro cerebro, pero desafortunadamente, hay muchos otros  que no lo son. En el primer caso, éstos utilizan el poder del pensamiento como herramienta para mejorar marcas, o añadir intensidad en los entrenamientos.  Enseñan a sus atletas a concentrarse y a creer que es posible conseguir una mejoría de tiempo, subir de carga en los entrenamientos de fuerza, etc., al mismo tiempo que  les estimulan con palabras positivas como: “Tú puedes”, “eres grande”, “eres el mejor”, y arengas  por el estilo. Sin embargo, hay una gran cantidad de entrenadores que más bien hace al revés. Estimulan a sus atletas negativamente, diciéndoles cosas como “eres un inútil”, “eres malísimo”,” una nena lo hace mejor”, etc., gritándoles, y muchas veces incluso  faltándoles al respeto. En los dos casos, el resultado final tanto puede ser bueno o malo, todo dependerá de cómo el atleta en cuestión enfoque las informaciones recibidas, y hasta qué punto creerá en su entrenador y sobre todo en sí mismo. Querer es poder, y desde luego un poder inmenso.
En lo que versa respecto a las enfermedades, el poder del pensamiento es algo impresionante, mas infelizmente son pocas las personas que son conscientes de ello. He sido testigo de muchas historias interesantes. El pensamiento es capaz de fomentar la liberación de una gran cantidad de sustancias químicas en el organismo. Una persona que piensa de una manera negativa frente a la vida y frente a las enfermedades, tendrá una gran posibilidad de inhibir la liberación de serotonina, oxitocina, de las endorfinas, etc., que son las sustancias que nos hacen sentir bien. Y esto es debido a que las personas  pesimistas normalmente se estresan con una tremenda facilidad, principalmente cuando se trata de lidiar con las enfermedades. Esa situación facilitará la liberación de ACTH (hormona del estrés), que a su vez inhibirá la acción de las sustancias anteriormente citadas.
“Al padecer una situación de estrés, independiente de la manera en que se nos presente, la hormona del estrés, cuando es liberada,  se encarga de bloquear gran parte de las demás hormonas responsables del bienestar como la oxitocina, la serotonina, la endorfina y  la dopamina, y cuando el cuerpo está libre de estrés, pasa lo contrario”.(1) La ACTH es capaz de producir un ambiente ácido en el organismo, hecho que será muy dañino sobre todo a las personas que padezcan alguna patología importante, principalmente si hablamos de cáncer, pues es sabido que las células cancerígenas viven en ambientes ácidos.
No obstante, hay muchas personas que prefieren gastar su tiempo pensando en cosas improductivas. Muchas de ellas se pasan el día hablando de enfermedades, a otras les gusta hablar de sexo todo el tiempo, otras de las desgracias del mundo y del día a día, a otras les gusta hablar mal de los demás, etc.  Esto les proporciona una tremenda pérdida de energía. Sea cual sea la situación, normalmente lo que se habla es lo que se piensa.
Canalicemos nuestro pensamiento en cosas productivas.
A través del pensamiento una persona puede fomentar las mismas sensaciones de las acciones que podrían estar ocurriendo en realidad. Sea un pensamiento positivo o negativo, las respuestas neurofisiológicas, psicológicas,  fisiológicas vuelven a materializarse. Cuando por ejemplo una persona se encierra en seguir recordando algo malo que le ha pasado en su vida, las alarmas fisiológicas seguirán funcionando de la misma manera que en el momento de aquel acontecimiento negativo. El cerebro activa algunas zonas como el sistema límbico. La hipófisis o glándula pituitaria recibe la información del hipotálamo para que se libere la ACTH (hormona del estrés), que estimula la liberación del cortisol, que es la hormona que prepara el organismo para la reacción al miedo (prepara el cuerpo para la huída o para afrontar la situación).

El cortisol  inhibe el sistema inmunológico.

El hipotálamo transmite la amenaza a la amígdala, ésta administra las reacciones psicológicas, fisiológicas, neurofisiológicas, y la corteza cerebral conecta la memoria. Y todo esto pasa sólo por recordar algún acontecimiento negativo que haya tenido lugar en nuestra vida. El poder del pensamiento es algo realmente fascinante que tanto puede darnos fuerzas para seguir adelante, como  hundirnos. Es capaz de cambiar nuestro estado anímico. Por este motivo no es recomendable vivir del pasado, puesto que no sacaremos absolutamente nada con ello, haya sido bueno o malo. Si nuestras experiencias pasadas fueron malas, pasará lo que he relatado anteriormente; y si han sido buenas, nos adentraremos en los recuerdos corriendo el riesgo de deprimimos  por añorar los buenos momentos, cosa que tampoco es saludable. Lo más inteligente para lograr  mantener una buena salud en todos los aspectos, es vivir el presente y hacerlo  lo mejor que se pueda, no importando la situación. Es fundamental estar  libres de preocupaciones, aunque éstas existan,  puesto que preocuparse no sirve de nada; no arreglará el problema, más bien lo contrario. Cambiemos las preocupaciones por acciones.

El pasado ya se ha ido, y el futuro todavía no ha llegado, así que sólo podemos hacer algo por nosotros mismos en el presente.     

Enfoquemos nuestras energías al optimismo.  Al direccionar el pensamiento a cosas buenas visualizando conquistas, ya sea dentro del deporte, en el día a día, y sobre todo dentro de las enfermedades, promoveremos grandes cambios bioquímicos en nuestro cerebro, y ese hecho hará que seamos más felices y, desde luego, nuestra salud experimentará  cambios positivos increíbles .

   
1. El Blog del Dr. Sergio Simphronio (EL ESTRÉS SIN  MOTIVO)



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