En realidad no existe un
fármaco químico que cure el estrés, sino para los efectos que ocasiona en el
organismo. Dicho esto es interesante recordar que la mejor forma de tratar el estrés es
eliminando esa enfermedad de nuestras vidas, y la manera más efectiva de
conseguirlo es cambiando el enfoque de nuestra existencia con respecto a la
velocidad con la que vivimos nuestro día a día, y si el entorno laboral no lo
permite debido a que uno tiene un trabajo con ambiente estresante, el
tratamiento que nunca falla, y que tiene una efectividad sobradamente
demostrada, es la actividad física y la alimentación equilibrada.
Infelizmente el estrés es
una enfermedad que la mayor parte de las personas en el mundo han asumido como
algo normal que hace parte del día a día, siendo que para muchas de ellas ya pasó a hacer parte de su idiosincrasia, y
esto es muy fácil que ocurra pues nuestro organismo se adapta a los
comportamientos repetitivos. Según el ambiente en el que vivimos, nuestro
estado orgánico se adecúa a las situaciones que le proporcionamos debido al
entrenamiento que damos a nuestras células; es decir, si optamos por vivir en
un estado de estrés continuo, nervios, agobios
y enfados, nuestras células se adaptarán a esa clase de situación. Nuestro
sistema nervioso nos facilita la química según el estímulo que recibe. Aunque no
nos demos cuenta, puede que el estrés esté en nuestras vidas desde antes mismo de
haber nacido. Si una embarazada es una mujer estresada, y sigue manteniendo
este estado durante todo su embarazo sin cambiar de actitud, toda esa
información será pasada al feto que se alimenta por vía de los nutrientes y del
oxígeno que la madre le proporciona.
De otra parte, en algunos
casos por desinformación, en otros por negligencia u irresponsabilidad,
algunas futuras madres, durante el
embarazo, siguen manteniendo el mismo estilo de vida que tenían antes de
quedarse embarazadas, y continúan manteniendo rutinas como por ejemplo salir
por la noche a bailar en los sitios donde la música suena a excesiva altura. Además del estrés de todo un día de actividad,
acentúan esa situación manteniéndose activas durante una ingente cantidad de
horas por la noche, perdiendo mucho tiempo para el descanso y quitando momentos
de tranquilidad para el feto; otras futuras mamás se empeñan en seguir sacando
carácter innecesariamente por cosas irrelevantes, y discuten con tremenda
facilidad fomentando situaciones de gran estrés para sí mismas y para el feto, además de que muchas de ellas,
en situaciones parecidas, utilizan un tono de voz muy elevado, al igual que su
interlocutor, hecho que puede
incrementar el estrés en el feto.
Los patrones de respuesta
fetal a los sonidos externos desmesurados (estimulación
acústica) incluyen taquicardia y movimiento de las extremidades y de los
párpados, pero en fetos prácticamente a término de gestación y con estímulos de
más 105 dB; con estímulos de menos de 100 dB solamente taquicardias.
Estas respuestas son señales de malestar fetal. Con estímulos de 130 dB hay
respuestas exageradas en los fetos humanos que sugieren malestar e incluso
dolor. Por ese motivo se recomienda a las mujeres embarazadas que se
alejen de sitios ruidosos.
Los movimientos y la
taquicardia se relacionan con una situación de estrés y de liberación de
adrenalina que se concentrará en el SNC (sistema nervioso central). Es
importante puntualizar que la barrera hematoencefálica (es una barrera
entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central, que impide que las sustancias tóxicas la
atraviesen, al mismo tiempo que permite la entrada de los nutrientes y el
oxígeno) aún no está desarrollada y permitirá el paso de dicha
hormona al espacio cerebral, sea ésta de origen materno o fetal (la adrenalina
atravesará la placenta y se ocultará en la leche). Por ese motivo
es de suma importancia que las futuras madres tengan una gestación sosegada.
Eso es posible conseguir con la utilización de músicas con ritmos
apacibles (1). Es de suma importancia que las futuras mamás sigan alejadas de
ruidos, del estrés, y de cualquier acción que pueda fomentar dicha situación.
El
estado emocional de la madre es primordial para el desarrollo del bebé
intrauterino e incluso para su salud futura.
Dentro de nosotros existen 50
trillones de células y su ambiente celular es la sangre, por ese motivo la
composición de la sangre cambia el destino de la célula. Quien controla la
sangre es el sistema nervioso, que crea una química diferente según el estímulo
exterior que reciba, y si este estímulo es malo, la célula enferma, no
importando la edad de la persona. El estrés a niveles elevados durante el
embarazo puede ocasionar algunos desarreglos importantes.
Parto
prematuro
Los niveles elevados de
hormonas del estrés asociadas con la depresión y ansiedad, pueden reducir el
aporte sanguíneo a la placenta e inducir un parto prematuro.
Desarrollo
neurológico
La desregulación génica, la
destrucción de neuronas y sinapsis (conexiones entre neuronas), la inhibición
del desarrollo dendrítico (2), el desarrollo inadecuado del cuerpo calloso y
del cerebelo (3) son algunos de los mecanismos por los que el estrés materno
afecta al desarrollo neurológico fetal. La exposición a niveles elevados de
estrés prenatal, sobre todo durante las primeras semanas de embarazo, puede
influir negativamente en el desarrollo cerebral del feto, determinando
alteraciones del desarrollo de las habilidades intelectuales y del lenguaje en
el niño.
Alteraciones congénitas
Las madres que sufren
situaciones estresantes graves durante el primer trimestre del embarazo tienen
un riesgo hasta ocho veces mayor de que el bebé sufra alteraciones congénitas
por una modificación del desarrollo de la cresta neural, como por ejemplo el
labio leporino, o cardiopatías (4).
No obstante, el riesgo total de tener un bebé con
estas alteraciones es bajo.
En el caso de las personas
que practican actividad física, el embarazo ofrece una serie de
beneficios para un mejor rendimiento. La variación de las concentraciones
hormonales (progesterona y gonadotrofina coriónica humana), el crecimiento del
volumen plasmático y de glóbulos rojos, y la intensificación de la respuesta
ventilatoria son algunas de las ventajas del embarazo, por lo menos en el
primer trimestre de gestación. La actividad física en el embarazo también es
fundamental porque es capaz de fomentar un importante equilibrio emocional para
la futura mamá.
Mi querida amiga Profesora Gizele Monteiro, Directora del Método Mais Vida Gestantes
El ejercicio materno
progresivo durante el embarazo tiene un efecto beneficioso sobre el
flujo sanguíneo del feto, además de ser muy favorable para la madre, pues el
ejercicio físico es el mejor vehículo para la inhibición de la hormona del
estrés, la ACTH, al mismo tiempo que estimula la liberación de todas aquellas
sustancias que nos hacen sentir bien. El ejercicio mejora la
circulación fetal más que estar de reposo en la cama, lo que beneficia
al feto. “Es muy interesante recomendar el ejercicio físico a las mujeres
sanas y con embarazos sin complicaciones. No obstante, hay muchas
actividades que no son aconsejables, al igual que es recomendable evitar
el ejercicio cuando hace mucho calor. Los signos de peligro incluyen dolor,
hemorragias, ruptura de membranas, y ausencia de movimientos fetales” (5).
Dentro de un embarazo, es fundamental que la futura mamá esté controlada por los cuidados de un médico y que sea acompañada por
un profesor especialista en esta población.
Cada día billones de células
se mueren al mismo tiempo que otros billones se reproducen. Cada tres días el sistema
digestivo renueva sus células. Ante la existencia de estrés, todo el proceso de
renovación celular se bloquea debido a que el sistema inmune se inhibe a causa de la
liberación de la ACTH (hormona del estrés).
La
ACTH apaga el sistema inmunitario.
Por ese motivo, en la
presencia de estrés, una persona pierde muchas células, mermando su calidad de vida de una manera muy
importante. En otras palabras, se detiene el crecimiento del cuerpo. Al mismo tiempo,
con la inhibición del sistema inmunitario, la energía del cuerpo se debilita de
manera sustancial, y eso facilita que los virus nocivos actúen con mayor
facilidad. En absoluto es interesante tener un embarazo acompañado de estrés. El
estrés es un estado negativo que posibilita la llegada de muchas otras
enfermedades. Es algo mucho más
importante de lo que la mayor parte de las personas imagina.
Tiene una estrecha conexión
con la ansiedad y la depresión.
Principalmente durante las
primeras edades, es fundamental estar atentos a nuestras reacciones frente a
los niños, puesto que al revés de lo que muchos imaginan, ellos están muy
atentos a nuestro comportamiento en todos los momentos y en todos los sentidos,
pues aprenden imitando. Los niños necesitan un equilibrio, una rutina, un
protocolo para funcionar, y lo más importante, necesitan sentir que sus padres comparten
y respetan estos mismos protocolos. Algunas veces, o en algunos casos, estos
mismos protocolos no son respectados por algunos padres, la rutina de los niños se
rompe y ellos se estresan, pero en la mayor parte de los casos los padres no se
dan cuenta de ello. El resultado es una
bajada de resistencia en el sistema inmunológico debido a la liberación de la
ACTH. Este hecho facilitará el camino para que ellos se pongan
enfermos con mucha facilidad. Hay casos de niños que permanecen enfermos
durante largas temporadas, otros a los que les cuesta recuperarse de las enfermedades. Se recuperaran y en un corto espacio de
tiempo vuelven a ponerse malitos.
El estrés también puede
afectar a aquellos niños cuyos padres les llenan de actividades diarias
manteniéndolos ocupados todo el día.
Eliminar el estrés puede ser
una solución para casos como éstos.
(1) El blog del Dr. Sergio
Simphronio El estrés sin motivo
(2) Hansen, D., Lou, H. C. & Olsen, J. (2000) Serious life events and congenital malformations: a national study with complete follow-up. Lancet, 356, 875-880
(3) V Lemaire, M Koehl, M Le Moal, DN Abrous, Prenatal stress produces learning deficits associated with an inhibition of neurogenesis in the hippocampus. Proc Natl Acad Sci USA 2000 sep 26; 97 (20): 11032-37
(4)HC Lou, D Hansen, M Nordentoft, O Pryds, F Jensen, Prenatal stressors of human life affect fetal brain development. Dev Med Child Neurol, 1994 Sep; 36 (9): 826-32.
(5) El blog del Dr. Sergio Simphronio Embarazo en las atletas
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