martes, 7 de agosto de 2012

LOS PELIGROS DEL SOBREENTRENAMIENTO (OVER TRAINING)


El sobreentrenamiento es un fenómeno relativamente común, que no se manifiesta en toda su magnitud  debido a que la mayoría de situaciones se solucionan  al disminuir el volumen y la intensidad del entrenamiento. En los casos en los que se mantiene el programa de entrenamiento sin modificaciones, los signos y síntomas son asociados al estrés, que generalmente se acompaña de una hiperactividad simpática y del aumento de riesgo cardiovascular.
En la existencia de sobreentrenamiento, el ejercicio físico cambia el núcleo  de las células. El resultado de ese cambio  puede ser la fatiga y la reducción del rendimiento físico. En el periodo de recuperación la parte más interna de las células recupera  su condición homeostática. Mismo después de esta fase el proceso de regeneración sigue, lo que da lugar a un reequilibrio celular. El entrenamiento siguiente no debería ocurrir hasta que ese reequilibrio acontezca, pero desafortunadamente no siempre  ocurre así.
El riesgo de fatiga crónica  aumenta cuando en los deportes o en la actividad física, se trabajan con ingentes cantidades de entrenamiento y con intensidades muy importantes. Las cargas del trabajo deben ser aumentadas gradualmente con el tiempo, porque si no hay  respeto al principio de sobrecarga, puede producirse el sobreentrenamiento. Si la sobrecarga es alta y el atleta no pasa por un periodo de  adaptación ni de recuperación, es muy probable que éste se convierta en sobreentrenado. En todo ese proceso uno de los principales problemas es la acumulación de fatiga.
La fatiga es siempre observada en atletas sobreentrenados. Una recuperación incompleta no produce una total restauración de la homeostasis celular (1) y puede ocasionar una disminución de la potencia máxima provocando una fatiga prematura. Para producir energía a una carga de trabajo, ésta debe ser desarrollada por el aumento de la estimulación nerviosa de las unidades motoras involucradas o por reclutamiento de unidades motoras adicionales. En  todos los  casos el consumo de oxígeno aumentará resultando en una subida de la frecuencia cardiaca, la ventilación y el lactato sanguíneo a una carga de trabajo. En el caso de los atletas con importantes cargas de entrenamiento diario, los desequilibrios entre entrenamiento y descanso pueden afectar directamente su recuperación. Una recuperación incompleta afecta fuertemente  al rendimiento máximo de estos atletas.
El sobreentrenamiento está relacionado con el cansancio y la fatiga y también afecta a las personas de todas las edades que practican deporte o actividad física. Como factores principales  destacan las consecuencias de un programa de entrenamiento  desequilibrado y la capacidad del organismo para recuperarse de dicho programa. Los efectos más importantes del sobreentrenamiento son: el daño muscular  con la disminución de las reservas de glucógeno, la disminución de la capacidad aeróbica, la disminución de la eficiencia cardiaca y del sistema neuroendocrino, la depresión del sistema inmunológico (las defesas), la alteración del equilibrio del sistema nervioso autónomo. Dentro de los cambios psicológicos se encuentran el insomnio, los cambios de carácter, la irritabilidad. La frecuencia cardiaca y la presión arterial en reposo que se elevan. Se produce lactato durante el ejercicio de una manera desproporcionada para el nivel de esfuerzo realizado, lo que propicia un agotamiento precoz. También puede manifestarse como pulsaciones extremadamente bajas, mareos o falta de rendimiento.
Con respecto  a los riesgos cardiovasculares, el cambio del sistema nervioso autonómico se produce debido a la suma de estrés físico y psíquico que modifican la frecuencia cardiaca, por ello suelen ocurrir las taquicardias y un riesgo potencial de haber un trastorno en el ritmo cardiaco (arritmias). Si analizamos a atletas entrenados podremos encontrar elevados valores de CPK (2) y LDH (3) en una  analítica. En la prueba de esfuerzo se podrá observar una reducción de potencia aeróbica (VO2 máx.) y una modificación en el umbral anaeróbico, acompañado de un precoz acumulo de lactato aumentando así la acidosis (4)  en el organismo, incrementando el riesgo  cardiovascular. En el caso de cardiopatías, las sospechas se enfocan en frecuencias cardiacas por debajo de 40 latidos por minuto o por encima de 120 sin ningún motivo fisiológico que lo justifique. El sobreesfuerzo, la fatiga prolongada, la deshidratación, son factores que nos hacen sospechar que existe la posibilidad de haber riesgo cardiovascular  durante el ejercicio físico o en período de recuperación.
Un sistema de entrenamiento técnicamente correcto puede eliminar en buena proporción el riesgo de presentación de las complicaciones cardiovasculares más comunes relacionadas con el ejercicio físico, de hecho, el ejercicio físico no es el responsable del incremento de riesgo cardiovascular absoluto.
Es recomendable que los profesores y entrenadores  estén atentos a las respuestas de entrenamiento de sus clientes. La subida gradual de intensidad y de cargas en el entrenamiento  es de extremada  importancia para que podamos evitar posibles problemas futuros. De todas  formas, es importante informar a las personas de la importancia de la alimentación y sobre todo del descanso para que la recuperación del entrenamiento sea un hecho real. Hemos de ser conscientes de que el sobreentrenamiento  tiene efectos negativos no solo en el rendimiento de los atletas o del practicante de actividad física, sino en su salud. Un programa de entrenamiento desequilibrado puede ser muy dañino y entraña muchos peligros.

1. Homeostasis Celular: Es la tendencia a la estabilización del cuerpo relacionado con los procesos fisiológicos.
2. La creatinfosfoquinasa (CPK): es una enzima citoplasmática que cataliza la trasferencia de un fosfato de alta energía desde el fosfato de creatina, principal depósito de almacenamiento energético en el músculo en reposo para   la adenosina difosfato.   Se puede encontrar en altas concentraciones en el tejido muscular, esquelético o cardiaco, se la encuentra igualmente en menores concentraciones en el cerebro y otros órganos.
3. Lactato Deshidrogenasa (LDH): es una enzima catalizadora que se encuentra en muchos tejidos del cuerpo, pero su presencia es mayor en el corazón, hígado, riñones, músculo, glóbulos rojos, cerebro y pulmones.
4. Acidosis: La acidosis respiratoria se presenta cuando hay demasiado dióxido de carbono (un ácido) en el cuerpo. Este tipo de acidosis generalmente es causada cuando el cuerpo es incapaz de eliminar suficiente dióxido de carbono del cuerpo a través de la respiración.

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