martes, 28 de agosto de 2012

EL POCO TAMAÑO DE LOS BEBÉS AL NACER PUEDE ESTAR RELACIONADO CON LA DIABETES TIPO 2



Debido al creciente incremento de la obesidad infantil, se han abierto muchas líneas de investigaciones sobre este tema en todo el mundo. Lo interesante es que, a través de algunas de estas investigaciones, se ha descubierto que en algunos países del mundo, la mayor parte de los niños eran posibles portadores de diabetes tipo II en niveles similares a los de los niños con obesidad, pero sin tener sobrepeso, tampoco obesidad. De entre estos países, el que más llamó la atención fue India, y lo curioso es que en este lugar las personas llevaban una vida considerada sana, no consumían alimentos con altos niveles de calorías, además de que se movían mucho eliminando cualquier posibilidad de tener una vida sedentaria. Todas estas informaciones confundían mucho a los investigadores. Se constató que la mayor parte de los niños que nacían en este país tenía bajo peso, pero los niveles de grasa al nacer eran idénticos a los niños que nacían con el doble de su tamaño y peso. Se comprobó que el organismo de las personas que nacían por debajo de su peso tenían los mismos niveles de grasa que las personas que nacían con el doble. Los bebes que nacían con 2,5 kg o menos tenían los mismos niveles que los que nacían con 3.5kg. Eso les proporcionaba una mayor posibilidad de contraer la diabetes tipo 2 debido a la resistencia a la insulina que tenían.
Durante los varios años de seguimiento en el desarrollo de estos niños, se ha comprobado que a los 4 años eran más resistentes a la insulina, a los 8 más, y a los 21 años bastante más. Lo más interesante es que seguían siendo delgados. Al cumplir los 21 años, gran parte de ellos tenían síntomas de obstrucción arterial e indicadores de problemas cardíacos, los mismos indicadores que las personas obesas o con sobrepeso, pero estando delgadas.  La inquietud por saber por qué eso ocurría volcó las investigaciones en conocer los hábitos de las madres. Dentro del período de gestación de la madre, los hábitos de vida eran determinantes para que se supiera más sobre este problema.
Se comprobó que el problema no estaba en la ingesta calórica de la madre, no eran las proteínas, tampoco las grasas, sino en el exceso de los considerados micronutrientes: se refiere a las vitaminas y minerales cuya demanda diaria es pequeña, pero indispensable para los diferentes procesos bioquímicos y metabólicos del organismo y, en consecuencia, para el buen funcionamiento del cuerpo humano, como son las verduras, la leche y las frutas. El problema residía en que los bebes no recibían los nutrientes necesarios para su desarrollo. No era la cantidad, pero sí la falta de los minerales y vitaminas correctos. Uno de los motivos principales era tener baja la vitamina B12 (es importante, pues está relacionada con el metabolismo) y tener alto el ácido fólico (en exceso se corre el riesgo de provocar problemas en el desarrollo y puede ocasionar alteraciones en el ADN). Esto provocaba que en un parto normal, tuviesen bebes pequeños y delgados en apariencia y “gruesos” por dentro. Eso les proporcionaba la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.  Pequeñas variaciones en la dieta de la madre dentro del período de gestación podrían representar efectos notables en la salud futura del bebe al crecer. Una gestación equilibrada puede ser determinante en la calidad del sistema de defensa del bebe, y es lo que determinará la resistencia del cuerpo y su propio mecanismo de reparar anomalías y fragmentos defectuosos. El cuerpo equilibrado de un bebe tendrá defensas involuntarias y protecciones en contra de la oxidación. La eficacia de estos sistemas determinará la calidad de la salud de la persona a lo largo de su vida.
Los 9 meses en el vientre materno es seguramente el tiempo más importante de nuestras vidas.
La diabetes tipo 2 es una enfermedad que dura toda la vida (crónica) en la cual hay altos niveles de azúcar (glucosa) en la sangre. La diabetes tipo 2 es la forma más común de esta enfermedad. Es ocasionada por un problema en la forma en la que el cuerpo produce o utiliza la insulina. La insulina es necesaria para desplazar el azúcar en la sangre (glucosa) hasta las células, donde ésta se almacena y se usa posteriormente como fuente energética. Cuando una persona tiene diabetes tipo 2, la grasa, el hígado y las células musculares normalmente no responden a dicha insulina. Esto se denomina resistencia a la insulina. Como resultado, el azúcar de la sangre no entra en las células con el fin de ser almacenado para obtener energía.
Cuando el azúcar no puede entrar en las células, se acumulan niveles anormalmente altos de éste en la sangre, lo cual se denomina hiperglucemia. Por lo general, la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente con el tiempo. La mayoría de las personas con esta enfermedad tienen sobrepeso en el momento del diagnóstico. El aumento de la grasa dificulta al cuerpo el uso de la insulina de la manera correcta. La diabetes tipo 2 puede presentarse también en personas delgadas y es más común en los ancianos. Los antecedentes familiares y los genes juegan un papel importante en la diabetes tipo 2. Un bajo nivel de actividad, una dieta deficiente y el peso corporal excesivo (especialmente alrededor de la cintura) aumentan el riesgo.

Para que una mujer pueda disfrutar de un buen embarazo, es de suma importancia ser consciente de que durante los  9 meses que dura la gestación, su situación cambiará, y es fundamental saber respetar las limitaciones que eso supone.  Algunos de los cambios que sufren las mujeres debido al embarazo son: cambios en el tracto gastrointestinal por relajación del músculo liso que puede llevar a estreñirse debido a un descenso de la movilidad  intestinal; producción de hormonas como consecuencia de la formación de la placenta; niveles altos de progesterona que provocarán náuseas y vómitos; aumento del volumen sanguíneo y del gasto cardíaco; aumento de los depósitos de grasa necesarios para la lactancia posterior; elevación del metabolismo basal; crecimiento del útero y glándula mamaria; aumento de la secreción renal de sodio por la orina; exceso de la retención de líquidos; hiperventilación; el aumento del sentido del olfato, lo que favorece la aparición de náuseas. Son muchos los cambios que las mujeres experimentan en la gestación, motivo por lo cual la dieta debe estar muy bien controlada. En los casos de las mujeres deportistas o las que practican actividad física, el enfoque no debe ser sólo para la salud de la futura madre, sino también proporcionar el mejor período de gestación para el bebe. En estos casos el acompañamiento de los profesionales de la salud se hará fundamental. Es imprescindible saber hasta qué punto se podrá llegar con el programa de entrenamiento, al mismo tiempo que es esencial el control de la dieta de la futura mama, proporcionándole la pertinente recuperación energética para que ningún nutriente falte al bebe, para que los dos puedan disfrutar de un embarazo equilibrado.


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