martes, 14 de agosto de 2012

LA ARTRITIS Y EL EJERCICIO FÍSICO


Todavía se desconoce la causa exacta de la artritis, pero en términos generales es un estado inflamatorio que produce  anquilosamiento y dolor en las articulaciones. 
La palabra artritis significa literalmente inflamación de la articulación (artr = articulación; itis =  inflamación). Se refiere a más de 100 enfermedades o condiciones distintas que afectan a las articulaciones y a los tejidos que las rodean, tales como los músculos y tendones. Algunas formas de artritis, como la artritis reumatoide o el lupus, también afectan a otras partes del cuerpo, incluyendo la piel y los órganos internos.
La herencia y la tensión en las articulaciones y huesos parecen ser los factores principales del desarrollo de la artritis. Las lesiones mal curadas en las articulaciones y en los cartílagos que las rodean generalmente derivan en un estado artrítico.
 Aunque todos hemos sentido alguna vez anquilosamiento o dolor en las articulaciones, las personas con artritis sufren dolor casi constantemente y el estado de sus articulaciones tiende a empeorar. En los casos más graves, un estado artrítico puede originar invalidez y deformidad. Las estadísticas dicen que al superar los 75 años de edad, el 85% de la población sufrirá de algún grado de artritis. Miles de personas en el mundo padecen esta enfermedad o  enfermedades relacionadas. Sólo en Estados Unidos son alrededor de 50 millones de personas, pero afortunadamente existen diversas maneras de solventar el  desafío de encararla con éxito.
Aunque no hay cura o prevención para la artritis existen varios tratamientos que reducen el dolor y las consecuencias de este estado.  Los tratamientos médicos ayudan a reducir el dolor y la inflamación.  La terapia física y el ejercicio ayudan a fortalecer los músculos que rodean a las articulaciones y reducen la tensión acumulada.  Mediante una terapia ocupacional las personas que padecen  estados graves de artritis aprenden a trabajar y a vivir con esa condición de la mejor manera posible.  El soporte psicológico mediante terapias de grupo o el asesoramiento ayudan a que las personas que padecen artritis hagan frente a las dificultades psicológicas asociadas a su enfermedad.  Para los casos muy graves de incapacidad originada por la artritis, existe la opción de una intervención quirúrgica que sustituye las articulaciones afectadas.
Se recomienda la  práctica de ejercicios visualizando no aumentar la tensión sobre las articulaciones con  objetivo de no incrementar el dolor y la inflamación. Y evitar el sobrepeso, pues un exceso de peso incrementará  la tensión en las articulaciones. Por ese motivo  muchas veces se recomienda  la utilización de aparatos como bastones o "andadores" para reducir la presión en las articulaciones que soportan el peso del cuerpo. Esa acción  puede reducir el dolor producido por la artritis y aumentar la movilidad.
La actividad física es uno de los tratamientos más efectivos para la artritis o enfermedades relacionadas, pero tiene que ser bien aplicada. Anteriormente se imaginaba que la práctica de ejercicios  por parte de los pacientes con artritis era perjudicial, pues se pensaba que con ello se lesionarían las articulaciones. Hoy sabemos que eso es más bien lo contrario. Para personas con artritis y enfermedades relacionadas la actividad física es muy  importante, pues: mantiene la flexibilidad de las articulaciones, fortalece los músculos que rodean las articulaciones aumentando su resistencia, retarda el deterioro del tejido óseo y de los cartílagos, intensifica la fuerza de los huesos, refuerza la capacidad de desarrollar las actividades diarias, mejora el estado de ánimo, proporciona energía para el individuo y hace  que este pueda estar más activo /a físicamente, ayuda a dormir  mejor, ayuda a controlar el peso, fortalece el corazón, disminuye la depresión, mejora la autoestima y el bienestar. Si la práctica de actividad física en estos casos es inexistente, los músculos se encogerán, se debilitaran y se fatigarán fácilmente. Otro de los motivos por los cuales es importante hacer ejercicio es que con la artritis las personas tienen la tendencia a doblar las articulaciones que le duelen, pues  buscarán la posición más cómoda para su cuerpo intentando esquivar así el dolor. Si estas articulaciones se quedan en estas mismas posiciones por un largo espacio de tiempo, es posible que pierdan la capacidad de ser corregidas.

En el caso de artritis es fundamental que exista un trabajo en conjunto entre médico, fisioterapeuta y profesor de educación física, y en muchos casos  terapeuta ocupacional, pues el programa de entrenamiento más adecuado irá de acuerdo con el tipo de artritis que tenga el paciente. El grado de movimientos articulares del paciente que permite la artritis también será determinante en la confección de un programa de ejercicios.    
Los riesgos más frecuentes de hacer ejercicios en casos como estos es el desequilibrio en el programa de entrenamiento. Se debe empezar lentamente e incrementar las repeticiones, cargas e intensidad de una manera gradual. Es importante no olvidar que el ejercicio es parte del tratamiento. Si hablamos de artritis es fundamental un buen diagnóstico, la educación acerca de la artritis, el uso correcto de las articulaciones, conservación de energía, medicamentos, alimentación adecuada, descanso, cirugía(en algunos casos), uso de férulas ( en algunos casos), tratamiento de frio o calor. 
Dentro del programa de entrenamiento para las personas con artritis, el enfoque debe ser dado a los ejercicios de movilidad articular con estiramientos, a los aeróbicos y a los de fortalecimiento.
Los ejercicios controlados de movilidad articular y estiramientos son interesantes, pues reducen la rigidez y ayudan a mantener la flexibilidad articular. Puede que las articulaciones estén doloridas e hinchadas, siendo así, el rango de movimiento disminuirá y los cuidados deben ser redoblados.
Los ejercicios de fortalecimiento sirven para mantener o aumentar la resistencia y la fuerza muscular. Los músculos fortalecidos  ayudarán a mantener las articulaciones estabilizadas, disminuirá la fatiga y a la vez les proporcionarán la debida protección. En el caso de ejercicios de fortalecimiento, los de isometría son de los más recomendados, pues como las contracciones no entrañan movimiento, las articulaciones no sufren. Los ejercicios isotónicos también son bienvenidos,  pues esta clase de ejercicio involucra contracciones de grupos musculares contra una resistencia baja de un largo recorrido: como un ejemplo el  trabajo con banda elástica (rubber band). Este ejercicio es apropiado, pues provoca el aumento de capacidad del corazón para bombear sangre al mismo tiempo que estimula la creación de pequeños vasos para llevar oxígeno a todos los músculos.
Los ejercicios aeróbicos: De todos los ejercicios aeróbicos, los más recomendados para los casos de artritis son los que mejor se adapten a las debilidades del enfermo; de todas formas, ejercicios como caminar, las actividades acuáticas o las actividades con la bici podrán ayudar mucho a las personas con esa enfermedad. Para caminar es fundamental tener  buenas zapatillas y ropas confortables. Caminar es mejor que correr en estos casos, pues las articulaciones sufrirán menos por la reducción de sobrecarga en el trabajo. Si la persona en cuestión tiene problemas graves en las caderas, rodillas o en los pies, lo mejor es consultar a su médico. En casos como estos caminar no sería lo más interesante.  
La natación controlada y las actividades dentro del agua son trabajos muy interesantes para personas con las articulaciones rígidas o dolorosas. La temperatura ideal del agua debe estar entre 28ºC y 31ºC. El agua ayuda a relajar la musculatura y a reducir el dolor. El trabajo dentro del agua proporciona menos tensión en las caderas, rodillas, pies y la columna.
Los ejercicios con la bici, si es estática y en un ambiente cerrado, mejor. Toda la sobrecarga del cuerpo se deposita en el esqueleto de la bici, siendo así habrá menos presión sobre las articulaciones de la parte inferior del cuerpo.  Es muy importante mesurar la resistencia de la bici de acuerdo con la capacidad articular de la persona con artritis, igual de importante es tener  cuidados con la altura del asiento para la debida flexión de las rodillas al pedalear, etc.
En las personas con artritis es fundamental probar horas diferentes para hacer ejercicios  pues, según la persona, resultará más efectivo hacer ejercicios de estiramientos antes de dormir, reduciendo así  la rigidez matutina. En otros casos podrá ser más efectivo hacer  cortas sesiones de estiramientos durante el día. En estos casos es importante desarrollar la práctica de actividad física en los momentos del día donde exista menor rigidez y dolor en las articulaciones y con tiempo suficiente para entrenar.
Es importante consultar a un médico  antes de utilizar cualquier producto o empezar un tratamiento sin receta.  El médico  aconsejará  la forma adecuada de utilización y administración,  e informará de cualquier efecto secundario o contraindicación que pueda presentarse. Es importante recalcar que el ejercicio físico es parte del tratamiento de esa enfermedad, pero otros cuidados son igual de importantes y también deben ser aplicados.

0 comentarios :

Publicar un comentario