martes, 12 de junio de 2012

LA IMPORTANCIA DEL PSOAS ILÍACO EN NUESTRA POSTURA


Cuántos de nosotros alguna vez nos hemos preguntado por qué los bailarines son tan estirados cuando caminan, y a la vez cómo consiguen siempre mantener la buena postura. La respuesta es muy sencilla: pasan muchas horas ejercitando zonas del cuerpo imprescindibles para ganar, desarrollar y mantener el equilibrio, pues sin él sería imposible el ejercicio de esta profesión y si no hay buena postura, sería imposible conseguirlo. El equilibrio es condición indispensable para que nos mantengamos de pie, más aún en el  caso de los profesionales de la danza.  Los bailarines, a los que cariñosamente denomino “Atletas de la cultura”, dedican muchas horas de su vida para mejorar sus técnicas y ser capaces de elevar el nivel de su arte, al igual que hacen los atletas del medio deportivo.
Todas las personas que no nos dedicamos profesionalmente a la danza, tampoco al deporte, también deberíamos dar especial atención a los  aspectos relacionados con nuestro equilibrio  muscular. Haciendo una analogía a las palabras de Albert Einstein “La vida es como montar en bici: para tener  equilibrio, tienes que mantenerte en movimiento”. Nunca mejor dicho, Sr. Einstein, cuanto más nos movamos mayor  será el equilibrio de nuestro cuerpo y, en consecuencia, menor  será la posibilidad de tener  problemas de espalda o de otra clase, pues si hay equilibrio corporal es porque existe equilibrio muscular. Son dos cosas totalmente congruentes y que además se completan. Por ese motivo los médicos y los demás profesionales de la salud siempre recomendamos a las personas el ejercicio físico.
Mantener la espalda fortalecida,  recta, y la cabeza alta son elementos  fundamentales para que consigamos un buen equilibrio muscular en esta zona, y además con ello podremos prevenir el incómodo dolor de espalda.
Dentro del abanico de posibilidades preventivas, la actividad física es la que más despunta, y dentro de los ejercicios recomendados para el mantenimiento de la buena postura, los de fortalecimiento y los estiramientos son imprescindibles, pero esta  información es muy difusa. Es necesario saber qué clase de ejercicios son los más efectivos en casos como estos. En mis artículos nunca trataré de enseñar, sino de informar. De esa manera, puedo decir que debemos dar especial atención a un músculo del cuerpo que en la práctica casi nunca   tenemos en cuenta cuando hablamos de postura: el psoas ilíaco. Es un músculo muy  importante en la mecánica de la pelvis y de la cadera. Comunica  la parte inferior del cuerpo con la superior. Es un músculo muy interesante, pues está en contacto con dos partes distintas del cuerpo y que realizan funciones totalmente diferentes. Se ubica en una zona con gran actividad mecánica, por ese motivo casi siempre está en tensión, ya que lo solicitamos con enorme constancia. Su función  es la flexión de la cadera y la rotación del fémur, y tiene su origen en la superficie interna de Íleon, la base del sacro y las laterales de los cuerpos vertebrales desde la D12  hasta L5. El psoas ilíaco se inserta en el trocánter menor, que es una  pequeña  protuberancia  que se sitúa en la parte posterior interna del fémur, en la zona superior de ese hueso.
Dicho todo eso, nos damos cuenta de que  la actividad de este músculo es frenética. Por este motivo es normal que se encuentre en constante tensión y cuanto más nos olvidamos de él, o cuanto más tiempo tardemos para conocerlo, más  se acortará perjudicando de una manera muy significativa nuestro equilibrio y nuestra postura. Quiero recalcar que no podemos olvidar que también  tiene su origen en los lados vertebrales desde la D12 hasta L5, así que este músculo debe ser constantemente estirado, juntamente con los músculos aductores. El psoas ilíaco ayuda en  la aducción de la pierna  al contraerse, pero es parte de los músculos flexores de caderas.   
Existen casos de personas que tienen tamaño acortamiento en el psoas que caminan con la espalda arqueada hacia adelante, y eso no es tan difícil de ver. De  otra parte, cuando el psoas ilíaco está demasiado acortado en uno de los lados, puede desalinear las vértebras lumbares. El psoas es el principal movilizador de la espalda, las caderas y la pelvis. Es el que impulsa la pierna al caminar y auxilia la rotación externa en la articulación de la cadera. El psoas define la curva natural de la columna y controla la inclinación de la pelvis, uno de los principales elementos de la postura. Con el acortamiento del psoas por motivo de una tensión excesiva innecesaria puede haber desequilibrios en el resto de la estructura corporal, y eso hará que la persona en cuestión, al estar de pie, asuma una posición de hombros curvados y la postura inclinada hacia adelante, y en muchos casos ese cuadro se debe  sobretodo a la falta de estiramientos.
Un psoas ilíaco en valgo (casos congénitos - nacimiento) que es cuando hay una deformidad caracterizada por el desvío de la pierna. Las piernas asumen la forma de X., pudiendo  ser en las dos o en una de ellas. En casos como estos, cuando la persona está de pie, las rodillas se aproximan la una a la otra y los talones se separan. En situaciones en que el psoas ilíaco es demasiado corto en uno de los lados, se produce una gran compensación muscular generalizada en el cuerpo del sujeto  con el objetivo de proporcionar  equilibrio para contrarrestar  la anomalía ocasionada en el lado afectado. Además de hacer que las piernas se arqueen y que las rodillas se unan, esa compensación también  puede ser la causa de los pies planos. Puede también ser el responsable de inúmeros desarreglos como dolor, tensión y rigidez de la columna, debilidad en los tobillos, etc. En casos como estos es normal la aparición de las famosas “pubalgias”
Por todos estos motivos, deberíamos ofrecer una atención más que especial a este músculo tan importante y al que pocas personas dan el real valor que merece, dentro o fuera del deporte o de la actividad física. Para mejorar la calidad de nuestra salud física, debemos recordar que los estiramientos son  ejercicios de los más importantes, y es conveniente decir que es fundamental estirar en cualquier situación  que nos encontremos, deportiva o no.
Hasta ahora me he remitido a hablar de postura, pero si enfocamos este tema a las lesiones que pueden ser ocasionadas por la falta de estiramientos en el psoas  dentro y fuera del deporte o de la  actividad física, la atención a los estiramientos debe ser incrementada. Las sobrecargas musculares se dan sobre todo en deportes que requieren un trabajo muy intenso de miembros inferiores como es el caso del fútbol, las artes marciales,  el atletismo y los demás deportes dónde la exigencia con las  piernas es  importante. Es imprescindible que estiremos mucho  todos  los músculos que utilizamos antes y después del ejercicio físico, y  en especial y con detenimiento  los  músculos  psoas  y aductores,  pues esta acción será de suma importancia para que evitemos posibles problemas de sobrecarga muscular  en esta zona, o mismo  alguna clase de molestia como es el caso de las pubalgias anteriormente citadas. El pubis es una de las tres porciones de división del hueso coxal o ilíaco, las demás son el íleon y el isquion, todas con una relación muy directa con el psoas. El coxal y sacro forman la pelvis ósea. Cualquier movimiento que descomponga estas partes, significará una gran exigencia en las inserciones musculares que hagan  parte  de esta zona.   
Las pubalgias también suelen ocurrir con facilidad en las mujeres embarazadas debido al cambio de situación que experimentan. La liberación de varias hormonas, sobre todo la progesterona que se encarga de facilitar que las articulaciones sean más laxas para permitir que las caderas se ensanchen para proporcionar  una mejor acomodación del feto,  los cambios de postura, el desplazamiento del eje corporal, el peso ocasionado por el niño y la sobrecarga resultante de todos estos cambios en la pelvis.  En términos médicos, en el caso de las mamás, lo solemos denominar como “Diástasis de la Sínfisis Púbica” o DSP. Eso suele pasar a partir del sexto mes de embarazo. De  todas formas, en el caso de las mamás, por muy molesto que sea, es un trastorno leve que no entraña ningún riesgo para la madre, tampoco para el bebe, además de que una vez se desarrolle el ejercicio del parto,  normalmente el dolor desaparece naturalmente.

                                                        

3 comentarios :

  1. muy interesante Sergio, y quisiera preguntarte si tienes experiencia en tendinitis-bursitis del psoas, pues creo padecer de ella. Un saludo. Fabian

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  2. Muchas gracias por la información!, tengo una lesión en la parte baja de la espalda y parece que se me esta aliviando trabajando el psoas iliaco, creo que tengo exceso de outflare o apertura en la cadera, podrías darnos algo de información sobre ejercicios que alivien estas molestias?, gracias de antemano y un saludo.

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