El paso del tiempo cronológico
es un hecho real para todo ser humano, pero uno puede escoger de qué manera
quiere envejecer. De otra parte, es posible retrasar el envejecimiento de
manera muy significativa, y al mismo tiempo que logramos dicho retraso, ganamos
en salud. La actividad física llena el organismo de oxígeno facilitando así un
ambiente alcalino, cosa que propiciará la reproducción de células sanas y, en consecuencia, la disminución de la
posibilidad de que se produzcan enfermedades.
Gran parte de los alimentos
alcalinos son producidos por la naturaleza. Las proteínas son generadoras de
acidez, así que las frutas frescas son muy necesarias, pues fomentan el
equilibrio. Es importante que evitemos los alimentos procesados, ya que son
generadores de acidez en las células, además de ser capaces de
elevar rápidamente, y de manera muy importante, los niveles de azúcar en
sangre pudiendo producir toxicidad. Es
importante tener en cuenta que los limones aparentemente son muy ácidos, pero
una vez en el organismo son extremadamente alcalinos, así que la ingesta de un
ácido alimenticio no tiene nada que ver con el pH del alimento. De otra parte,
hay muchos otros alimentos que antes de su ingesta son aparentemente alcalinos,
pero después de haber entrado en el organismo dejan residuos ácidos. Esto pasa son casi
todos los productos de origen animal.
Asimismo, los vicios también
son grandes causantes de acidez en las células (tabaco, alcohol, drogas, etc.),
junto con estilos de vida estresantes. Es importante recordar que las células alcalinas
son las células sanas. Las células
ácidas pueden desarrollar muchas enfermedades, además de acortar el espacio de tiempo
para que se produzca el envejecimiento, ocasionando efectos muy negativos para
la edad biológica de las células.
Es posible manipular los
telómeros, de la misma manera que es posible cambiar algunas características de
nuestro ADN, a través de buenas
costumbres, de una alimentación sana, de la actividad física constante y
equilibrada.
Los telómeros son estructuras celulares
compuestas por repeticiones de secuencias de ADN que se localizan en las extremidades
de los cromosomas, y que tienen como
función proteger a éstos frente a la degradación que ocurre al completarse cada
ciclo de duplicación. Se acortan cada
vez que las células se dividen. Cada año
que pasa los cromosomas pierden en promedio 21 de las unidades que
conforman los telómeros, pero cuando éstos se vuelven extremadamente
cortos, la célula que les hospeda pierde la capacidad de dividirse. Llevar
una vida físicamente activa tiene efectos positivos muy importantes sobre la
edad biológica de las células. La
actividad física disminuye el impacto
del estrés oxidativo en las células, lo que nos deja claro que el ejercicio
físico protege a las células de la acción de los radicales libres que aceleran
el envejecimiento.
Conjuntamente con la
actividad física, una alimentación sana y alcalina, y un estilo de vida
equilibrado y libre de estrés, beber agua es de fundamental importancia, puesto que además de facilitar la
rehidratación de todo el organismo, incluyendo la piel, es el elemento
principal para ayudar a que nos limpiemos por dentro.
El agua es importante para
eliminar toxinas, regular la temperatura del cuerpo, transportar oxígeno
y nutrientes a todas las células del cuerpo; además, la sangre está compuesta de un 92% de agua. Los
huesos son un 22% de agua y los músculos un 75%.
El agua compone la mayoría
de las células de nuestro cuerpo, es la parte más grande de nuestro sistema
sanguíneo y linfático, desarrolla una función primordial transportando
alimento y oxígeno a las células y desechando intrusos y desperdicios.
Limpia nuestros riñones de substancias tóxicas; balancea nuestros
electrolitos ayudándonos a controlar la presión sanguínea; humedece
nuestros ojos, boca y orificios nasales; mantiene el cuerpo fresco
cuando hace calor y aislado cuando hace frío; nos provee de los minerales
que necesitamos tales como magnesio, cobalto y cobre.
El agua llega por último a
la piel. Si el cuerpo no obtiene el agua necesaria, la piel
sentirá los efectos más que cualquier otro órgano. Una buena hidratación se encarga
de dejar la piel más tersa, más pulida, más suave, más libre de arrugas. (1)
Al mismo tiempo, en la ausencia de
enfermedades, ha sido comprobado que un
buen programa de ejercicio físico unido a una alimentación balanceada y
alcalina, una buena ingesta de agua, y la eliminación del estrés en el día a
día pueden proporcionar un mínimo de diez años más de vida. Además, en las edades más avanzadas, una
persona que haya mantenido una vida sana y equilibrada a lo largo de toda una
vida, podrá disfrutar de una estupenda salud y estará llena de energía.
1. El blog del Dr.Sergio Simphronio: LA IMPORTANCIA DEL
AGUA EN NUESRAS VIDAS.
CONSULTE LA WEB DE SIMPH MEDICAL FITNESS INSTITUTE
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