La ropa es uno de los temas más importantes para la práctica del ejercicio físico, pues es un factor determinante en la velocidad de la alteración de nuestra temperatura corporal dentro de una sesión de entrenamiento.
Siempre que nos movemos variamos nuestra temperatura corporal, así como nuestro metabolismo. Los movimientos de nuestro cuerpo estimulan el cambio de velocidad de la sangre en el organismo, hace que nuestro corazón tenga que trabajar con más rapidez e intensidad con el fin de poder bombear la sangre que recibe y la que envía. El cuerpo humano está debidamente diseñado para soportar casi todos los estímulos fisiológicos que le ocasionemos a través de los movimientos y del ejercicio, pero cuando estos mismos estímulos son demasiado severos o proporcionados de una manera desmedida, el cerebro se encarga de enviar las informaciones precisas al corazón para que éste fomente su actividad y envíe la sangre a las extremidades con mayor velocidad intentando evitar el sobrecalentamiento de nuestro cuerpo.
Cuando nos preparamos para desarrollar alguna clase de entrenamiento, en los calentamientos previos a la actividad física, ocurren importantes cambios metabólicos. Circulación: la ampliación del volumen sistólico y la intensificación de la frecuencia cardíaca y de la tensión arterial, el aumento de intensidad del volumen de la sangre a los músculos. Respiración: se amplía la frecuencia respiratoria y el volumen de aire que ha sido activado. Músculos: se acentúan las reacciones químicas al mejorar la actividad enzimática, aumenta la cantidad de glucosa transeúnte, se incrementa la rapidez de contracción y disminuye el tiempo de reacción, se intensifica la fuerza de contracción y la elasticidad. Sistema nervioso: aumenta y facilita la transmisión de estímulos nerviosos por lo que la coordinación se ve incrementada. Psicológico: refuerza la motivación y disminuye la fatiga y la ansiedad.
Estos cambios fisiológicos y muchos otros que no han sido citados, ocurren en una situación normal, pero me he referido solamente a los calentamientos. En el caso de que exista alguna anormalidad que haga que la temperatura corporal se descontrole, como puede ser el caso de la utilización de ropas inadecuadas para la práctica de la actividad física, el descontrol fisiológico y los efectos del mismo pueden ser desastrosos.
Muchas personas por desinformación, tienen la costumbre de utilizar más ropa de la que necesitan para el entrenamiento diario, pues piensan que de esa manera perderán peso más rápido. Muchas veces estas mismas personas se pesan en la báscula antes de empezar la sesión y después de terminarla; se dan cuenta de que han perdido peso y se alegran por ello. Esa forma de perder peso es irreal, además de muy peligrosa. En realidad se deshidratan, pero pierden poca grasa. En una sesión de entrenamiento podemos llegar a perder más de 3 kilos y recuperarlos en la primera alimentación. Eso es lo que normalmente pasa a las personas que utilizan demasiada ropa durante su entrenamiento. Es un mito del pasado que desafortunadamente muchos individuos siguen creyendo. La comparación es muy sencilla: estando en casa, coger un vaso de vidrio incoloro transparente, llenarlo con agua, acto seguido echar aceite por encima del agua y ver lo que pasa. Resultará una mezcla totalmente heterogénea, el aceite no se mezcla con el agua. Lo mismo pasa con la grasa y el líquido que perdemos. Sudar no es lo mismo que perder grasa.
Al utilizar demasiada ropa para entrenar, el cuerpo se calentará con mucha velocidad, el corazón latirá más rápido con el objetivo de intentar equilibrar la temperatura corporal al mismo tiempo que empezaremos a “sudar la gota gorda” eliminando toxinas para facilitar la circulación del flujo sanguíneo. La descompensación de la temperatura entraña posibles problemas muy importantes, incluso cardíacos a las personas que tengan alguna clase de pre disposición a esa enfermedad y no lo sepan debido a la falta de control médico. Y si esas personas, además de utilizar ropas inadecuadas para entrenar mantienen una dieta insana basada en alimentos calóricos y/o son consumidores de alcohol, se podría decir que estos individuos son una bomba de relojería. En casos como estos, mientras están entrenando, las bajadas de tensión serán comunes. Es una de las maneras que el cuerpo tiene de decir que algo no están haciendo bien y que deben cambiar su actitud.
Para la práctica de la actividad física siempre se debe utilizar ropas confortables, y que tengan una buena interacción con el medio, es decir, que el calor corporal no se quede dentro de la ropa. Es importante que los vapores corporales que producimos mientras sudamos y subimos la temperatura de nuestro cuerpo a través de los ejercicios, salgan hacia el medio facilitando así el cambio de oxigeno con nuestro cuerpo. Eso hará que nuestro sistema térmico trabaje con más eficiencia produciendo los cambios metabólicos adecuados y de una manera equilibrada.
Para que podamos bajar de peso en un entrenamiento aeróbico, se recomienda trabajar dentro de este linear como mínimo 20 minutos y de una manera continuada. A partir de ahí la quema de calorías se hará real. El sudor que se pierde antes de ese tiempo es simplemente agua que se recupera muy fácilmente. Si la intensidad del entrenamiento es buena, los resultados serán aún mejores. Las ropas inadecuadas que produzcan poco cambio de oxígeno con el medio ambiente o que no los produzcan, no son nada recomendables. En la práctica de actividad física la ropa no debe ser solo un complemento, sino un elemento fundamental para la práctica del ejercicio. Además de hacer que nos sintamos cómodos, debe cumplir una función muy importante, la de protegernos mientras entrenamos. Según el tipo de entrenamiento o deporte que practicamos, podemos encontrar un tipo de atuendo y de zapatillas adecuados a nuestras necesidades que incluso son capaces de proporcionarnos un mejor rendimiento dentro del entrenamiento. La industria del deporte y la de la actividad física está tan avanzadas que en los días de hoy los productos que fabrican se adaptan perfectamente al mercado en que actúan y cubren con creces las necesidades de las personas que se dedican al ejercicio físico, igualmente las investigaciones que desarrollan para la mejoría de sus productos son muy beneficiosas.
Por ese motivo es algo surrealista ver personas haciendo footing por la calle cargadas de ropas y toallas por el cuello en pleno verano o mismo en invierno.
Con alusión a las zapatillas pasa lo mismo. Es importante escoger zapatillas que estén en consonancia con los movimientos que haremos dentro de la práctica deportiva que hemos elegido practicar. Para cada actividad física podremos encontrar el calzado deportivo adecuado no solo para los entrenamientos que desarrollamos, sino también para la morfología de nuestros pies. Por ello es una interesante idea buscar zapatillas que puedan darnos un mejor rendimiento físico, pero sin olvidarnos de lo más importante, que sean aquéllas que tengan una excelente refrigeración no permitiendo que nuestros pies se sobrecalienten, tampoco que nuestros calcetines se mojen debido al sudor empapando los pies, con el peligro de desarrollar hongos. Es fundamental que estas zapatillas nos proporcionen un buen cambio de oxigeno con el medio ambiente, facilitando así el control térmico de nuestro cuerpo.
0 comentarios :
Publicar un comentario