miércoles, 31 de octubre de 2012

LA MALA CALIDAD DEL ESPERMA ASOCIADA A LOS DEPORTES DE LARGA DURACION


En la actualidad, son muchos los problemas que han surgido en función del estrés y  de la manera en que vivimos nuestro día a día. En el caso del sexo masculino, la mala calidad del espermatozoide es un hecho preocupante. Son muchos  los factores que contribuyen a ello: el estrés, el tabaquismo, las drogas, una mala dieta, el sedentarismo, el exceso de ejercicio físico en algunas modalidades deportivas, etc. La edad es algo fisiológico que es relevante para la pérdida de calidad del espermatozoide, pero algunas investigaciones han comprobado que tiene más calidad un espermatozoide de una persona de 50 años que mantiene una buena dieta y  practica actividad física con regularidad y equilibrio, que una persona de 19 años que fuma compulsivamente y consume alcohol con regularidad. En el primer caso, el esperma superaba la media por encima del 15% en cuanto a calidad y, en según caso, el joven estaba por debajo de la media no superando el 4% de la producción de espermatozoides sanos. Menos de un 4% se considera infertilidad.  Las dietas ricas en grasas saturadas  y pobres en vegetales también disminuyen la calidad del esperma.  En los días de hoy un 15% de las parejas del mundo sufren de problemas para tener hijos, de ellos un 30% es por infertilidad masculina. Estar expuesto a sustancias tóxicas como los fungicidas y  herbicidas también puede ser altamente perjudicial para la salud del espermatozoide.
El consumo excesivo de alcohol permite que los radicales libres ocupen el organismo y cambien su funcionamiento, perjudicando la producción de  espermatozoides y afectando a la secreción de las hormonas. Actúa directamente en los testículos disminuyendo los niveles de testosterona y aumentando los niveles de estrógenos (hormonas femeninas): por ese motivo el impulso sexual disminuye y la Espermatogenesis  (producción de espermatozoides) se ve afectada negativamente. Si el alcohol es consumido de una manera excesiva, fomentará la impotencia y la infertilidad. Hay estudios que demuestran que en los hombres que consumen más de 20 unidades de alcohol por semana (lo que correspondería a casi tres unidades al día), haría disminuir el recuento espermático, aumentar  la mala movilidad y afectar a su morfología, y como resultado se duplicaría  el tiempo de la pareja en fecundar.  
El uso de las drogas recreacionales también cumple un importante papel negativo. Los narcóticos pesados como la heroína, la cocaína, el PPC y las anfetaminas están asociados a una reducción del deseo sexual, con la disfunción eréctil  y con problemas de eyaculación. La heroína,  al igual que pasa con otras drogas, desregula la producción normal de las hormonas, lo que con el tiempo provocará la disminución de los niveles de HL y de testosterona; estas dos hormonas son fundamentales para la producción de esperma saludable. En el caso de los consumidores de cocaína la fertilidad se ve significativamente afectada  y los efectos pueden llegar a ocasionar defectos de nacimiento en los bebés. Un bajo recuento espermático, la disminución de la movilidad espermática  y un aumento de la cantidad de espermatozoides anormales, son algunos de los resultados más relevantes. De otra parte, los esteroides anabólicos también afectan a la producción de espermatozoides teniendo como consecuencia un bajo conteo espermático. La marihuana,  la droga recreacional más utilizada, ha sido asociada igualmente con la escasa producción de espermatozoides y con la reducción del líquido seminal.  Los fumadores de marihuana poseen espermatozoides  más débiles y sus niveles de testosterona son anormalmente más bajos: fumar  marihuana afecta directamente a la producción de espermatozoides.
Practicar deporte o actividad física en exceso también puede afectar a la calidad del esperma.
En el caso de los atletas de alta competición, la bajada de calidad del  esperma también ocurre en determinados deportes. Algunos  atletas de triatlón o de ciclismo  que mantienen un entrenamiento  riguroso son muy proclives a sufrir una  bajada en la calidad de su esperma. En la competición olímpica de triatlón, la distancia recorrida es de 1500 m. a nado, 40 km. en bici y 10 km. corriendo. En las competiciones de “Iron man”, las distancias son de 3800 m. a nado, 180 km. en bici y 42 km. de carrera. Para conseguir superar estas duras competiciones, los atletas deben  entrenar mucho durante la semana. En esta misma modalidad deportiva, en la natación y en la carrera no se ha apreciado evidencias de bajada de calidad de esperma; estas evidencias sí se hallaron en la valoración del tiempo con la bici y de la distancia recorrida encima del sillín. Este fenómeno ocurre de una manera importante en los triatletas. Varias investigaciones han sido realizadas a este respecto y, comparando con atletas de otros deportes, nos damos cuenta de que el volumen de entrenamiento que los triatletas tienen que hacer encima de la bici para mejorar sus resultados, tiene una relación muy directa con la bajada  de los niveles de esperma. Asimismo, los atletas que practican ciclismo  tendrán el mismo problema. Algunos factores son imprescindibles para que esto se produzca, tales como la irritación, la presión o aplastamiento ocasionado por el flote de los testículos en el sillín, el calor provocado por la ropa ajustada al cuerpo del atleta, los desequilibrios energéticos, etc. Por supuesto que no es una regla general, cada persona es un mundo diferente y no tienen por qué pasar en todos los casos. En el caso de estos atletas de alto nivel, muchos utilizan suplementos alimenticios basados en testosterona, lo que les puede ayudar para mejorar el rendimiento en el deporte, pero no está comprobado que mejore la calidad del espermatozoide.

En la Universidad de Córdoba se ha llevado a cabo una interesante investigación sobre este tema. Han comprobado que existe una relación directa entre la forma de la cabeza,  de la cola y del cuerpo basal del esperma, y las horas dedicadas al ciclismo durante la semana. Investigaron a 15 triatletas y todos tenían menos del 10% de sus espermatozoides normales, algunos  tenían menos del 4% (problema de fertilidad), siendo que lo normal es del 15%. Todos ellos entrenaban 300 km. por semana de manera metódica.
El deporte o la actividad física en exceso pueden bajar la calidad del esperma: la alta frecuencia del entrenamiento, el estrés al que se someten durante el mismo para la mejoría del rendimiento deportivo, las demasiadas horas encima del sillín, la mala alimentación o una dieta inadecuada al gasto energético, la ingesta  de alimentos ricos en grasa, la deficiencia de vitamina C, antioxidantes en exceso,  las dietas hipocalóricas…
De todas formas, no debemos hacer que cunda el pánico  pues,  en el caso de los triatletas, este problema suele afectar a personas con el perfil anteriormente descrito, que entrenan de una manera muy importante; y  aun así, se supone que una vez dejaran de entrenar de esa manera, los niveles volverían a la normalidad.
Por otro lado, la actividad física y el deporte, practicados de una manera  regular y moderada junto con una dieta equilibrada, pueden ser enormemente beneficiosos para la producción de espermatozoides sanos. Con la actividad física el sistema endocrino trabajará de una manera óptima, sintetizando  las hormonas de una forma exitosa. La práctica de actividad física no sólo ayuda a prevenir algunas enfermedades, sino que mejora la calidad del esperma. Mejora el volumen de la eyaculación, mejora el recuento espermático, la movilidad y la morfología de los espermatozoides.


 
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martes, 23 de octubre de 2012

EL CORAZON Y LAS ENFERMEDADES CADIACAS


El corazón humano es un órgano muscular localizado entre los pulmones, en el centro del tórax. Es el responsable de bombear la sangre a todo el cuerpo, aportando oxígeno y nutrientes a las células y tejidos. Para responder a las demandas energéticas del cuerpo, el corazón debe latir más de 100.000 veces al día.
Gran parte de las enfermedades del corazón pueden ser evitadas si mantenemos un buen estilo de vida  y si tenemos en cuenta algunos cuidados que podrían ser claves para nuestra salud. En los tiempos que corren, el estrés es un mal que debe de ser eliminado ya que  es uno de los mayores enemigos de nuestro corazón. El estrés se produce según la intensidad de un estímulo exterior y la capacidad de respuesta ante él. Éste es sólo uno de los muchos  motivos por el que la práctica de la actividad física  es fundamental. Al proporcionar una alteración del metabolismo por vía de los ejercicios físicos,  estaremos preparando nuestro corazón para los posibles estímulos negativos que podamos recibir durante el día, y estaremos así mas resistentes ante las adversidades agobiantes que pueden originar  reacciones psicosomáticas e incluso  trastornos psicológicos, muchas veces  graves. 
El estrés es un factor de riesgo cardiovascular, pues según la adaptación de la persona  a un estímulo negativo, el corazón  se podrá ver seriamente afectado. Los individuos con un perfil exigente, competitivo,  apegados al trabajo y al éxito, son el público diana para la producción de problemas de corazón ocasionados por el estrés. Mucha velocidad en hacer las cosas, impaciencia, irritabilidad, personas dominantes y autoritarias,  dificultad para expresar emociones, personas con actitud hostil o competitiva, personas que se implican de una manera enfermiza en el trabajo y que creen que el descanso y el ocio es  pérdida de tiempo. Personas que no disfrutan de las actividades mientras las desarrollan y, sin embargo, en desarrollo de estas mismas actividades, se preocupan sólo por el rendimiento y por los resultados finales. Poco interés por las relaciones personales fuera del trabajo.     
Como el resto de los tejidos del cuerpo, el corazón necesita oxígeno y nutrientes para su funcionamiento. La sangre que fluye por el corazón pasa demasiado rápido para nutrirlo, así que tiene su propio sistema de vasos: las arterias coronarias, que le suministran oxígeno y nutrientes.
Dentro del corazón hay cuatro cavidades. Las superiores se denominan aurículas; son muy pequeñas, con una capacidad aproximada de 50 ml de sangre. Las inferiores se denominan ventrículos; algo más grandes que las aurículas, tienen una capacidad de 60 ml. Este asombroso conjunto de pequeñas cavidades es capaz de bombear unos 7.000 litros de sangre al día. En la parte superior de la aurícula derecha hay un tejido cardiaco especializado conocido como nodo sinusal. Es el marcapasos del corazón y se encarga de iniciar y estabilizar el latido cardiaco. Este tejido indica al corazón que aumente los latidos al correr o al hacer ejercicio y que disminuya los latidos al dormir o descansar.
Cada mitad del corazón funciona como una bomba independiente. La derecha es responsable del retorno de la sangre pobre en oxígeno hacia los pulmones, donde se elimina el dióxido de carbono y se reoxigena. Las cavidades derechas del corazón reciben sangre de la vena cava. La sangre es propulsada a través de la válvula tricúspide al ventrículo derecho. Cuando éste se contrae, la sangre se dirige con fuerza hacia los pulmones por la arteria pulmonar. La arteria pulmonar es la única arteria que transporta sangre pobre en oxígeno.
La mitad izquierda del corazón recibe sangre recién oxigenada desde los pulmones y la distribuye a todo el cuerpo. La sangre rica en oxígeno llega a la aurícula izquierda por las cuatro venas pulmonares. Éstas son las únicas venas del organismo que transportan sangre rica en oxígeno. Desde la aurícula izquierda, el flujo hacia el ventrículo izquierdo se controla con la válvula mitral. Las paredes del ventrículo izquierdo son tres veces más gruesas que las del ventrículo derecho. El mayor grosor del músculo cardiaco da al ventrículo izquierdo la potencia para impulsar la sangre al resto del cuerpo, desde la cabeza a los pies y viceversa.
Cuando el corazón se contrae, la sangre es enviada a través de las válvulas semilunares hacia la aorta, la arteria más gruesa del organismo, y se distribuye por el cuerpo a través de la red arterial.
Todo este trabajo se dificulta muchísimo cuando se detecta la existencia de alguna anomalía en los protocolos de funcionamiento de ese motor tan importante para el cuerpo humano que es el corazón.
 Además  del estrés, la arteriosclerosis es una de las enfermedades más comunes y que más vidas se lleva.  Estas dos enfermedades pueden estar asociadas cuando se diagnostica un cuadro de arteriosclerosis ocasionado por un mal estilo de vida, sobre todo referente a la alimentación, seguido del estrés que puede estar relacionado con el  mal estilo de vida del individuo de una manera general.
La Arteriosclerosis es la enfermedad de los vasos sanguíneos que se produce por la acumulación de colesterol, provocando que la sangre circule con más dificultad por  las arterias, y aumentando así el riesgo de que se produzcan obstrucciones. Es la causa de los accidentes cerebrovasculares y de los infartos de miocardio. Si la arteriosclerosis se desarrolla en la arteria carótida, que es la arteria que lleva la sangre al cerebro, se puede producir una isquemia cerebral transitoria o un accidente cerebrovascular (ictus, embolia o apoplejía cerebral). Si la arteriosclerosis se desarrolla en la arteria coronaria, que es la arteria que lleva la sangre  y los nutrientes al corazón, puede producirse una angina de pecho o un infarto de miocardio. Las lesiones ateromatosas pueden romperse y se puede desprender un fragmento (trombo) que normalmente  llega a obstruir la arteria fomentando la falta permanente de flujo sanguíneo, ocasionando así la muerte del tejido (infarto).
 Si la arteriosclerosis ocurre en los vasos más alejados del corazón, (brazos y piernas),  se puede ocasionar una enfermedad vascular  periférica.
Ocurre cuando existe el depósito sistemático de lipidio (colesterol, triglicéridos) en la pared de las arterias. Conjuntamente se da una acumulación de células inflamatorias procedentes de la sangre (leucocitos) y se desordenan  las células que componen la pared arterial,  ocasionando así una lesión ateromatosa.  Se pueden encontrar en el interior de las arterias cristales de colesterol y depósitos de calcio cuando se encuentra en estados más avanzados.
Fumar hace que  disminuya la concentración de colesterol bueno (HDL) promoviendo la concentración de colesterol  malo (LDL) en la sangre. Además aumenta la tendencia de coagulación de la sangre. Un fumador tiene un riesgo muy grande de desarrollar una enfermedad en las arterias coronarias y este riesgo está directamente relacionado con la cantidad de cigarrillos que fuma al día.      
Es una enfermedad que se desarrolla lentamente, que puede empezar en las primeras edades y  que progresa a lo largo de la vida. Durante su desarrollo la sintomatología es nula y de una manera general se manifiesta  clínicamente  en las edades mayores, pues la tensión  arterial tiende a subir debido a la pérdida de flexibilidad de los vasos, siendo más común en los hombres. En las mujeres, esta enfermedad normalmente se manifiesta después de la menopausia, pues los estrógenos ejercen un efecto protector para el sistema cardiovascular.
Es la primera causa de muerte en los países occidentales desarrollados y una de las principales causas de muerte en los países en vías de desarrollo. En España casi la mitad de las muertes producidas están asociadas a la arteriosclerosis.
La arteriosclerosis no tiene un tratamiento médico  demostrado. Los fármacos, antihiperlipidémicos,  antiagregantes o anticoagulantes sirven para reducir sus implicaciones. El tratamiento quirúrgico es muy decisivo en la patología isquémica.
La profilaxis es muy efectiva en estos casos. La práctica de actividad física incrementa el colesterol bueno y disminuye o elimina el malo,  reduce la presión arterial, auxilia en el control de la diabetes, disminuye la inflamación de las arterias, evita los coágulos de sangre, colabora en el mantenimiento del peso corporal adecuado y mejora la salud del corazón. La actividad física y la alimentación sana deben ir dados de la mano. La exclusión de costumbres como fumar o beber es fundamental para una mejoría de nuestra calidad de vida y de nuestras arterias.







martes, 16 de octubre de 2012

COMBATIENDO EL MIEDO Y LA ANSIEDAD


Es sabido que la actividad física es uno de los mejores fármacos que existen, no  sólo en la prevención de enfermedades sino también por hacer que nuestro organismo reaccione fisiológicamente de una manera muy positiva ante a cualquier peligro. La unión de un buen programa de ejercicio físico con una   alimentación equilibrada,  proporciona al cuerpo las herramientas perfectas para que los órganos internos faciliten la producción de las sustancias que necesitamos para tener una defensa óptima. La actividad física  provoca de una manera natural la liberación de sustancias como la  serotonina, la endorfina,  la oxitocina y muchos otros elementos que inhiben la ansiedad, la depresión, el miedo y, principalmente, el estrés. Éstas son producidas de una manera natural; cuanto más en forma esté la persona en cuestión, mejores serán los niveles de estas sustancias en el organismo, motivo por el cual las personas con una buena forma física tienen mejor autoestima. Como un ejemplo, el sistema cardiovascular favorece el transporte de hormonas, nutrientes y oxígeno al organismo para que pueda aguantar el entrenamiento, al mismo tiempo que elimina del mismo los deshechos.
Las respuestas que son producidas con la práctica de la actividad física  regular y del deporte son siempre beneficiosas. Normalmente las personas que entrenan encaran los problemas de una manera más tranquila y equilibrada. El aumento de la producción de las endorfinas ocasionada por la práctica de la actividad física nos produce mayor sensación de placer y bienestar facilitando así el control del estrés. Los receptores sobre los que la adrenalina actúa son más sensibles a las moléculas debido a la actividad física; en otras palabras, con el ejercicio físico tendremos una  mejoría de la condición física del individuo, pero con una importante  disminución de los niveles de adrenalina. Esto será  beneficioso para la disminución del estrés y también de los factores de riesgo como la hipertensión arterial. Ante la existencia de estrés, el organismo sufre importantes cambios que en muchos casos pueden resultar  muy dañinos para  la salud del individuo.   
Esto es lo que pasa con nosotros cuando tenemos estrés ocasionado por el miedo.
Cuando  notamos  que un estímulo externo puede afectar a nuestra seguridad, se ponen en marcha nuestras alarmas fisiológicas. Cuando el cerebro percibe un peligro potencial, activa ciertas zonas como el sistema límbico. El hipotálamo da la información a la hipófisis o glándula pituitaria para que sea liberada la hormona ACTH (la hormona del estrés). Ésta estimula la liberación de cortisol, que es la hormona que prepara el organismo para la reacción del miedo.
El hipotálamo trasmite la amenaza a la amígdala, ésta  coordina las reacciones psicológicas y fisiológicas, y la corteza cerebral conecta la memoria. El pelo se eriza (piel de gallina), la piel empalidece, pues la sangre se retira de esa zona, y  la sudoración aumenta. Las pupilas se dilatan y el nervio óptico envía el aviso al tálamo. El tálamo envía las sensaciones de miedo a la corteza cerebral, el hipotálamo induce la síntesis de ACTH y de los neurotransmisores. La hipófisis estimula la secreción de las glándulas  suprarrenales. Los bronquios se expanden, los músculos de los brazos se tensan, y el corazón acelera.
El hígado refuerza sus niveles de azúcar y el páncreas reduce su producción de insulina. Las glándulas suprarrenales liberan la hormona del estrés, la ACTH. El intestino se contrae provocando en muchos casos la defecación. Los músculos de las piernas se tensan, y los órganos sexuales dejan de producir hormonas.
Hay muchos casos de personas que, con los nervios, empiezan a comer descontroladamente con el objetivo de calmarse o por la ansiedad, pero esa acción les provocará sin embargo  más angustia que sosiego, pues en general comen de una manera compulsiva y acaban engendrando más preocupación. Los nervios les hacen comer, pero esa ingesta descontrolada acaba provocando más inquietud. En casos como estos es interesante buscar alimentos ricos en sustancias relajantes como la avenina, que es un alcaloide que forma parte de la avena y sirve para tonificar y equilibrar los nervios: por este motivo incluir la avena en el desayuno es una buena idea. Pasa lo mismo con el aminoácido triptófano, que se trasforma en serotonina y  es un neurotransmisor fundamental para controlar la ansiedad. La vitamina B6 también es muy interesante, pues participa en la síntesis de la serotonina y de la mielina, sustancias que cubren las fibras nerviosas.
Cuando practicamos actividad física nos sentimos más descargados de las tensiones, más animados, más tranquilos. En muchos de los casos, al terminar el programa de ejercicios, conseguimos  encontrar la solución a algún problema que nos afectaba antes de empezar el entrenamiento. Las personas que realizan actividad física regular de una intensidad moderada, como mínimo 3 veces por semana, tendrán una mejor calidad de vida. El movimiento es inherente al ser humano y los ejercicios físicos también deberían serlo.
Siempre defenderé la importancia de practicar actividad física, pues la prevención es uno de los mejores fármacos que existen, además de que, si pensamos coherentemente, es mucho más barata la prevención que la cura. Si en la mayor parte de los países del mundo las escuelas impulsasen el conocimiento de la práctica de la actividad física y de la dieta sana desde las primeras edades, enseñando a los alumnos, informando a los padres y, lo más importante, proporcionando los medios necesarios para el mejor desarrollo del ejercicio físico y de la alimentación, estoy convencido de que los altos números que encontramos en la sanidad referente a la cantidad de enfermos con patologías prevenibles como es el caso de la hipertensión, obesidad, arteriosclerosis, etc., serían significativamente más bajos. 



martes, 9 de octubre de 2012

EL CUIDADO DE NUESTROS HUESOS


El esqueleto proporciona soporte para el cuerpo y protege los principales y delicados órganos internos. Los niños al nacer  tienen unos 350 huesos individuales. La mayor parte se van uniendo al crecer. Un adulto normal tiene aproximadamente 206 huesos. El cráneo al principio consta de 26 huesos separados. En los  niños están unidos por membranas cartilaginosas y flexibles llamadas fontanelas. Estas membranas se van osificando, formando las suturas rígidas del cráneo adulto. Los huesos del cráneo proporcionan una protección sólida para el cerebro y otros órganos sensitivos. Están conectados con la columna, compuesta por 33 huesos pequeños e irregulares que forman las vértebras. Se puede decir que es el pilar principal del cuerpo. En ella se anclan directa o indirectamente los demás huesos. Cada hueso tiene una forma y tamaño especial, en función del trabajo que tenga que realizar y de su posición.
La columna vertebral fija los doce pares de costillas. La caja torácica formada por las costillas protege los órganos vitales. Son fuertes  pero flexibles para adaptarse a la forma de los pulmones al respirar. Los brazos y sus huesos son una de las más exquisitas obras de ingeniería que se conocen. Las complejas articulaciones de la mano, codo y hombro son dignas de admiración, ya que permiten gran variedad de movimientos, desde el más amplio hasta el más minucioso. Junto con los 26 huesos de la mano, el brazo está preparado para realizar cualquier movimiento y manipulación.
La pelvis está situada en la base de la columna vertebral. Conecta las piernas con el resto del esqueleto. Las piernas son los huesos que soportan el cuerpo. Son mucho más largos y fuertes que los huesos del brazo. El hueso del fémur es el más largo de todo el cuerpo humano. Cada pie está compuesto por 26 huesos. Éstos permiten una amplia gama de movimientos flexibles, a la vez que pueden resistir un peso increíble sobre ellos. La planta del pie de un adulto soporta unos 42 kg. por cm. cuadrado en cada zancada. Erguido, el peso se distribuye uniformemente a lo largo del pie. La mitad del peso se envía al calcáneo, en el talón, y la otra mitad va a los huesos del tarso, que forman el arco del pie. Los huesos están perfectamente diseñados para su trabajo.
Una vez  hechas las presentaciones, es fundamental que sepamos hacer uso de la medicina preventiva para que no sucumbamos a caer en manos de las destructivas enfermedades óseas. Por este motivo es interesante que tengamos en cuenta la importancia de algunos factores. 
Actividad Física: Está comprobado que la práctica de ejercicio físico durante la juventud favorece el aumento de la masa ósea. Con ello se consigue que al  alcanzar las edades adultas, el hueso nunca se quede debilitado hasta el extremo de llegar a la osteoporosis, aunque exista una disminución natural de la densidad de la masa ósea. De otra parte es fundamental resaltar que la práctica de ejercicio físico en todas las edades es igual de importante, sobre todo los ejercicios de carrera, las flexiones, las pesas, los ejercicios en los que exista un soporte del peso del cuerpo. Mantener una buena postura puede llevarnos a combatir una de las enfermedades más habituales de los tiempos modernos y que además produce el mayor número de bajas laborales: el dolor de espalda. Los hábitos cotidianos tienen mucho que ver con la elevada tasa de esta patología. El desarrollo de actividades que eviten o minimicen el deterioro de nuestro aparato locomotor es fundamental.
Drogas: El tabaquismo: Es sabido que fumar es un factor de riesgo conocido como desencadenante de la osteoporosis. No sólo perjudica la formación ósea, sino favorece la producción de ciertas proteínas  que intervienen en la perdida de la densidad ósea.
Dieta: En lo referente a la alimentación, el alcohol también afecta  al equilibrio de la hormona paratiroidea, que interviene en la reabsorción del calcio. La cafeína aumenta la perdida de calcio en la orina a través de la función renal, por este motivo no se recomienda tomar demasiado café. El mismo efecto que produce el exceso de cafeína,  también lo produce  el exceso del consumo de sal o de proteínas animales. Consumir calcio es una buena idea. El 99% del calcio que consumimos se almacena en los huesos y, casi en su totalidad, adquirimos este mineral a través de la dieta. Las fuentes más  rápidas de calcio son los lácteos, pero también podemos encontrarlo en las hortalizas de color verde oscuro, las nueces, los cereales, el salmón, y las sardinas (si se comen las espinas, ej., las sardinas en lata). No obstante ninguno de ellos es capaz de sustituir a la leche y sus derivados. Un adulto no debe tomar menos de 1.000 miligramos de calcio al dia. En la adolescencia o después de los 50 años de edad, es recomendable subir la dosis hasta 1.500 miligramos. Hay que tener en cuenta que existen algunos grupos que deben tener unos cuidados especiales como son las mujeres que no reciben tratamiento hormonal tras la menopausia, las madres en periodo de lactancia y las mujeres embarazadas. En estos casos hay que incrementar el aporte de calcio.
Vitamina D: Tomar vitamina D favorece la absorción del calcio. La vitamina D es fundamental para que el mineral de la dieta pase del intestino al resto del organismo, hacia la sangre y, acto seguido, hacia los huesos. La radiación solar favorece la aparición  de vitamina D en la piel de una manera natural. Este es uno de los motivos por el cual se recomienda tomar el sol con moderación.
Densitometría: La densitometria es una técnica de diagnóstico precoz fundamental para que se pueda actuar en la prevención de la osteoporosis. Una patología como ésta podría pasar inadvertida toda la vida, salvo que exista una fractura para delatarla.
 Fármacos: Es fundamental mantener ciertos cuidados con algunos fármacos debido a su efecto secundario que pueden afectar al esqueleto. Uno de los más conocidos son los corticoides que se utilizan para reducir el efecto de las inflamaciones, algunas anomalías inmunitarias y las reacciones alérgicas. El uso excesivo de los corticoides (cortisona) puede  ocasionar algunas alteraciones óseas como la osteonecrosis aséptica (muerte de las células ósea por falta de riego sanguíneo), aunque el efecto secundario más común derivado de este fármaco es la osteoporosis. Si un enfermo está obligado a someterse a un largo tratamiento médico con esta sustancia, lo ideal sería subir el aporte de calcio en su dieta mientras dure el tratamiento.
Las personas increíblemente delgadas: La delgadez extrema es un factor que afecta la perdida de densidad ósea, pues las hormonas como la estrona y estradiol relacionan su aparición en proporción al peso corporal.      
Calzado inadecuado: El peso del cuerpo se reparte por todo el pie desde la punta hasta los talones.  Un zapato inadecuado puede ocasionar daños en toda la estructura muscular y esquelética del cuerpo. Con la modificación de la distribución del peso del cuerpo y la utilización de tacones demasiado altos o zapatos  demasiado estrechos, ese daño se producirá con toda la seguridad. Unos tacones de aguja, por ejemplo, pueden ocasionar la deformidad del arco plantar, acorta los músculos gastrocnemios (gemelos) ocasionando  la sobrecarga de los huesos de los dedos de los pies. Las cabezas metatarsianas acaban comprimiéndose y se produce la forma de gancho, arqueada hacia abajo, en los pies de las mujeres que han abusado de los tacones.
Una de las mejores tácticas para evitar la pérdida de la densidad ósea, es fomentar la práctica de la actividad física y del consumo de calcio desde las primeras edades.


martes, 2 de octubre de 2012

UN AÑO DE BLOG

Queridos lectores: con este artículo celebramos un año de mis publicaciones. Un año juntos intercambiando conocimientos y aprendizaje. Un año destinado a  cumplir  un compromiso que he asumido conmigo mismo con el objetivo de compartir algo de información con las personas que tienen interés en informarse sobre  temas de salud.
Es muy divertido saber que en un año hemos conseguido llegar a  más de 26 mil visitas. No es un  blog que esté asociado a ninguna empresa, asociación, fundación, instituto o universidad; simplemente soy un profesional que se ha dedicado a facilitar un poco de información a la gente de una manera gratuita y desinteresada. En este tiempo hemos compartido 53 artículos relacionados con la salud, la actividad física y el deporte. Nunca imaginé que pudiera llegar a tanta gente en tantos países diferentes en tan poco tiempo y  abordando temas  científicos. Si lo comparamos con muchos otros blogs más mediáticos y que hablan de otros asuntos, estos números no representarían nada, pero para un blog de estas características no está nada mal y la verdad es que me siento alagado y sorprendido.  
La persona que me  ha animado  a empezar este proyecto es mi amiga Raquel García Castellano de la Universidad de Alicante, que es una de las expertas que más entienden de Social Media en España. Fue la persona que no solo me ha incentivado a escribir, como también me enseñó algunas   pautas básicas para que pudiera moverme con soltura en este mundo. ¡Gracias Raquel!  Otra persona que desde el principio ha sido fundamental en este proyecto es mi querida esposa que, además de siempre estar a mi lado dándome su apoyo, por la gran educadora que es, me proporciona  el equilibrio que necesito para mesurar hasta qué  punto mi lenguaje es demasiado técnico o no. De otra parte hay que recordar que el idioma español no es mi lengua nativa. ¡Gracias Silvi!  
Semanalmente recibo  una tremenda cantidad de mensajes vía Facebook, Hotmail y algunas veces en el proprio blog, en varios idiomas  donde predominan el español, el inglés, portugués y el italiano. Quiero expresar que por falta de tiempo algunos mensajes no han sido contestados, pero que sobre la marcha los responderé.
Infelizmente existe un total desconocimiento teórico por parte de mucha gente en lo que se refiere a la actividad física, la salud  y el deporte, y lo más peligroso de todo es la existencia de mitos popularmente creados dentro del desenvolvimiento de ciertas actividades y que algunos profesionales, por falta de conocimiento,  los creen y los aplican. Hay una tremenda cantidad de informaciones que muchas personas dan como válidas y las siguen sin ni siquiera  haberlas contrastado. ¡Tremendo error! De otra parte, en la comunidad médica muchas veces nos encerramos en nuestro argot rutinario y nos alejamos de proporcionar la debida información a las personas que no entienden ese lenguaje. Por ese motivo me planteé escribir de una manera muy sencilla sobre temas diversos que pertenecen al área de la salud con el objetivo de ofrecer  información fidedigna, y  a la vez propiciar algo de seguridad y conocimiento a aquéllos que leen mis artículos. Para mí es un verdadero placer desarrollar este trabajo, pues creo que la información y el conocimiento siempre  deben  ser compartidos.
Cuando se trabaja con la salud, el primer paso es aprender, acto seguido hay que  entrenar lo que se aprende, y después es fundamental que se siga estudiando y ampliando los conocimientos. Cuanto más conocemos, más nos damos cuenta de que no sabemos. No obstante las personas que no se dedican a este campo profesionalmente, tienen muchas dudas e inquietudes acerca de los temas relacionados con la salud, la actividad física y el deporte.
Desde mi trayectoria como profesor de Educación Física y después como  médico e investigador, adquirí la debida experiencia para percatarme de que la  mayor parte de las personas tienen muchas inquietudes informativas. Conocer está muy bien, pero aprender es mejor.
Cuando se sabe no se tiene miedo.
Quiero felicitar a todos aquéllos que poseen la inquietud de saber y agradecer a todos los que me apoyan, a todos los que leen mis artículos, a todos mis alumnos, a las personas que siguen mi blog, a los que me siguen en  Facebook o en Twitter, a los que comparten mis artículos, y a todas las personas que de alguna manera participaron y/o participan en este proyecto. Si he conseguido ayudar a alguien con este trabajo, ya me siento recompensado. Espero seguir contribuyendo  pues, en los tiempos que corren, compartir es una gran opción.   
Hasta el próximo artículo.