martes, 25 de diciembre de 2012

EL EFECTO DE LAS COMIDAS DE FIN DE AÑO

En esta época de fin de año son una tradición las reuniones de empresas, con la familia, con los amigos, etc. Es la excusa perfecta para las celebraciones que involucran  comidas opíparas, en las que en la mayor parte de las veces se ingieren demasiados alimentos y se abusa de las bebidas. El de las bebidas alcohólicas que acompañan las comidas también es un tema de importancia que sirve para alterar la idiosincrasia del funcionamiento orgánico normal de las personas, pues en estas fechas se suele beber demasiado.
Al comer exageradamente, el estómago se dilata hasta 3 veces su tamaño, y en algunos casos más, cosa que afecta muy directamente a otros órganos como los pulmones  pues,  con la expansión del estómago, éstos se comprimen juntamente con el  diafragma, dificultando así la respiración. De otra parte, según nuestros hábitos de vida, nuestro cerebro tiene la medida correcta de la energía que nuestro organismo necesita para realizar con éxito  sus funciones. El caso de la digestión, cuando comemos más de la cuenta, nuestro cerebro tiene que recalcular el gasto energético que el organismo necesita para que pueda hacer su trabajo correctamente. Todo el proceso químico que conlleva esa acción representa un importante gasto de energía para los órganos que están  involucrados. Cuanto mayor  la cantidad de comida ingerida, mayor será la complejidad de ese proceso y el gasto de energía para efectuarlo. Como una de las respuestas que da el cerebro para equilibrar ese proceso, éste disminuye la velocidad del flujo sanguíneo al encéfalo para que  pueda actuar con más vehemencia en los órganos que están procesando la digestión. Como resultado de ello, la persona en cuestión empieza a sentirse somnolienta.          
Cuando se come demasiado, el proceso digestivo puede ser dificultado de varias maneras. Dentro del proceso digestivo, la válvula esofágica se abre para dejar pasar la comida y se cierra para no dejar que ésta vuelva atrás: es la principal pieza en el control de la acidez. Cuando la válvula se ve debilitada para poder realizar su función, no se cierra correctamente y  permite la entrada de fluidos digestivos al estómago, cosa que ocasiona una gran acidez.  En muchos casos ese ácido sube hasta la garganta, lo que llamamos reflujo  gastroesofágico. Esto puede pasar por exceso de comida, por comer con gran velocidad o por las dos cosas.    
En las fiestas de fin de año, en la mayor parte de las situaciones, las personas comen mucho y  muchas de ellas, además, comen con velocidad no permitiendo así  que los órganos internos  puedan realizar su función como es debido.
El alcohol es otra de las cosas que culturalmente están aceptadas en estas épocas del año.  Excesos, resaca y, en consecuencia, el malestar. Recuerda que el agua es una buena solución, tanto para evitar que se coma demasiado bebiendo un vaso de agua antes de comenzar a comer, como bebiendo la misma cantidad de agua que de alcohol. Ha sido comprobado que en los dos casos los efectos negativos son reducidos de una manera significativa.
Como una opinión particular: ¿por qué en vez  de tener esta clase de reunión una vez al año no la tenemos más a menudo  y de una manera  más controlada en todos los sentidos, sin perder el equilibrio de nuestro día a día? Deberíamos estar cerca de los nuestros con mayor frecuencia. Con respecto a las comidas de trabajo: ¿por qué no celebrarlas  cada mes y desarrollar un ambiente de trabajo más divertido? Recuerda que pasamos la mayor parte de nuestro día con los compañeros del trabajo. ¿Por qué somos más dóciles  en estas fechas? La dulzura y la bondad del ser humano está dentro de cada uno, solo hay que dejar que salga. Veo con una tremenda tristeza a las personas que conviven  diariamente, que pasan todo el año sin mirarse los unos a los otros y que en estas fechas se saludan deseándose  felices fiestas.
 Es realmente triste.
En mi manera de ver la vida, no importa la dificultad en que uno se encuentre; nunca se debe perder la alegría, tampoco la educación. Todos los días son los ideales para saludar a las personas y darles los buenos días, todos los días deberíamos poner nuestra mejor cara. Y hacer como mi suegro,  que saca el mejor vino de su bodega para beberlo  un lunes, simplemente porque para él todos los días son especiales. Y como dice mi querida amiga Fátima Domínguez, “siempre con tu mejor sonrisa”.
FELICES FIESTAS A TODOS    

Ahora también podréis seguir mis publicaciones visitando mi página de Facebook “Prof. Dr. Sergio Simphronio” o en Twitter.






CONSULTE LA WEB DE SIMPH MEDICAL FITNESS INSTITUTE

0 comentarios :

Publicar un comentario