El cuerpo humano está
diseñado para moverse. Esta maravillosa máquina, en ausencia de alguna anomalía, está programada para funcionar de forma
inteligente y autónoma. Desde luego, tiene una fecha de caducidad que se hace
visible con el tiempo; pero no nos equivoquemos, lo que se ve por fuera en
muchos casos no representa lo que puede ser por dentro. Como cualquier otra
máquina, puede funcionar mejor o peor. Y su buen funcionamiento estará
supeditado a los cuidados que le demos desde los primeros momentos de vida, incluso
estando todavía en formación. En el cuerpo humano todas las cosas están
conectadas, y desde luego es un gran error enfocar la calidad de vida desde un
sólo aspecto. La alimentación no puede y no debe funcionar sin la actividad
física, al mismo paso que el ejercicio físico sin la alimentación equilibrada no
servirá de mucho para lograr una buena salud. En el caso de los niños, los
padres tienen claro que sus hijos deben alimentarse, pero por lo visto hay
algunos padres que no tienen muy claro qué clase de alimentación es la más
adecuada para sus pequeños. Basta ver los índices de obesidad infantil. En los días de hoy España supera a los Estados Unidos con un 19% de niños obesos, frente a
un 16% en Estados Unidos. Los riesgos de la obesidad, tanto infantil como
en adultos, son la hipertensión, el infarto, la diabetes, pero
desafortunadamente las personas que padecen esta enfermedad, o los padres que
tienen hijos con obesidad, piensan que no es tan serio y que cosas como estas
nunca les ocurrirán ni a ellos ni a sus hijos. De otra parte, los gobiernos
dicen que están preocupados con la salud y los resultados académicos de los niños y
jóvenes, pero podemos ver en todas partes y en varios países del mundo,
incluyendo España, la falta de respeto y de sentido común con en la área de
Educación Física. Se eliminan horas de clases de educación física y de gimnasia
enalteciendo otras áreas como matemáticas, lenguas, etc., que no son menos
importantes, tampoco las más.
Seguir pensando así es un
gran error.
Debemos fomentar desde las
primeras edades la costumbre de practicar actividad física, pues la inactividad
y el sedentarismo siempre caminan muy próximas al sobrepeso, la obesidad, y a
todas las enfermedades resultantes. Es fundamental que los padres estén muy
atentos a sus hijos y que, a la vez que les facilitan buenos ejemplos
nutricionales y de vida, les estimulen a
practicar ejercicio físico. La práctica de actividad física es muy importante pues,
cuando entrenamos, se pone en marcha una
proteína llamada AMPK. Una de sus
actividades es auxiliar el consumo de azúcar y de oxígeno en los músculos. En
la falta de esos genes, los niveles de mitocondrias (la central energética de
las células) bajarán, y ello ocasionará una mayor dificultad de absorción de
glucosa por parte de los músculos en el momento del ejercicio físico. Al
practicar actividad física con regularidad, los niveles de mitocondria en los
músculos aumentan de manera muy significativa, pero ante la falta de ejercicio,
estos niveles se reducen de forma alarmante.
Los que piensan que la
práctica de ejercicio físico es una pérdida de tiempo están muy equivocados, al
igual que equivocados están los que creen que el ejercicio físico sirve
únicamente para propósitos estéticos y para hacer que luzcamos una buena
figura, cosa que también hace. Hay una gran cantidad de evidencias científicas
que prueban que los niños que hacen más educación física tienen mejores
resultados académicos.
Al
aprender algo nuevo, como por ejemplo un movimiento, un ejercicio, o una
coreografía, se produce una modificación bioquímica en el cerebro que es
esencial para la producción de cambios en la conectividad de las neuronas. Y es
en esa conectividad donde está la respuesta para el aprendizaje. Ese es el
motivo por el cual nunca debemos dejar de aprender. Y en el caso de los niños,
siempre deben recibir nuevos y diferentes estímulos, además de muy buenos
ejemplos pues, sobretodo en estas edades, están tremendamente ansiosos por
aprender, y en su caso, la manera más fácil de hacerlo es observando y copiando.
En los seres humanos este tipo de mecanismos de espejo se cree que participan
directamente en la comprensión de las conductas de los demás, intervienen en el
aprendizaje por imitación y en el procesamiento del lenguaje. La capacidad de
imitar es la base de la cultura humana y de la transmisión del conocimiento,
por lo que constituye un importante recurso educativo. En eso se basa la
educación moderna (o por lo menos debería basarse): que el alumno no sea un
mero espectador, sino que participe activamente en su propio aprendizaje, sea
en casa o en la escuela. Es la activación
de las neuronas espejo.
En todo ese proceso de
aprendizaje también es fundamental destacar que en una clase de educación
física, o al empezar la práctica del ejercicio físico, la circulación de la
sangre aumenta de velocidad, alterando así el metabolismo. El cerebro va
tomando medidas de acuerdo con la subida de presión de sangre en el corazón. Esta
situación de estrés es solventada con la liberación de una proteína llamada
BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro). El BDNF contiene elementos reparadores y a la vez protectores para las
neuronas, sobre todo las encargadas de la memoria, y actúa como una
llave de reinicio. [1] Es una
respuesta al estrés desde un punto de vista molecular.
¿Tenéis idea de la cantidad
de estímulos que una buena clase de Educación Física puede generar en los niños,
principalmente en las primeras edades?
No tengo muy claro si los
gobernantes de algunos países realmente no son conscientes de la importancia de
la educación física impartida en las escuelas desde las primeras edades, por un
profesor preparado. La inopia que existe en estos casos me hace dudar entre sí
realmente no actúan por ignorancia, o por miedo a que se formen cabezas
pensantes y con muy buena salud además.
En el proceso de cognición, la
parte del cerebro que utilizamos para aprender matemáticas, física o química,
es la misma que utilizamos para aprender movimientos y para el desarrollo de la
coordinación motora y la psicomotricidad. Se
llama Corteza Cerebral y tiene el 85% del peso del cerebro. En
sociedades donde la educación está en los primeros puestos del mundo, las
clases de Educación Física y las actividades prácticas y al aire libre tienen
una importante relevancia desde las primeras edades. De otra parte, la práctica
de actividad física estimula en los niños, y en todas las personas, la
liberación de una gran cantidad de sustancias que sirven para bloquear el
estrés, al mismo tiempo que les proporciona tranquilidad, alegría y bienestar.
Un niño tranquilo y libre de estrés estudia mejor y aprende con mayor
facilidad. El ejercicio físico es un gran estimulante para la prevención,
mejoría de la salud, y en algunos casos para la recuperación de la misma. El aumento de la producción de
las endorfinas ocasionada por la práctica de la actividad física nos produce
mayor sensación de placer y bienestar facilitando así el control del estrés.
También nos proporciona una subida importante de autoestima haciendo que la
persona en cuestión se sienta genial. En el caso de los niños, esto es
fundamental, tanto para el aprendizaje como para las relaciones sociales.
Los receptores sobre los que
la adrenalina actúa son más sensibles a las moléculas debido a la actividad
física; en otras palabras, con el ejercicio físico tendremos una mejoría
de la condición física del individuo, pero con un importante descenso de
los niveles de adrenalina. Esto será beneficioso para la disminución del
estrés y también para reducir los factores de riesgo como la hipertensión
arterial. La actividad física juega un papel fundamental en el rol de las
enfermedades, puesto que es capaz de estimular el cerebro de manera que se haga
posible el cambio de la naturaleza de las células, sobre todo por vía del gran
flujo de oxígeno que pasa a circular por las arterias con la práctica del
ejercicio físico. Eso promueve un ambiente totalmente alcalino en el organismo,
haciendo mucho más difícil la propagación de muchas enfermedades y facilitando
la recuperación de muchas otras.
Los niños que tienen clases
de Educación Física desde las primeras edades, tienen una menor probabilidad de
ponerse enfermos ya que el ejercicio físico inhibe la liberación de la ACTH (hormona
del estrés), como se ha dicho anteriormente. Al contrario de lo que muchos
padres piensan, los niños también pueden sufrir estrés no importando su edad,
siendo que muchas veces los niveles pueden ser muy respetables. El estrés
inhibe el sistema inmune y ocasiona la bajada de las defensas de la persona que
lo sufre, aumentando de una manera desmesurada la posibilidad de tener
enfermedades, y si se da el caso de que el niño en cuestión padezca sobrepeso u
obesidad, las cosas pueden complicarse aún más. Los médicos recomendamos la
práctica de actividad física de manera preventiva a todas las personas, y en
los días de hoy, varias investigaciones han comprobado que podemos tratar
algunas enfermedades por medio del ejercicio físico y de la alimentación
equilibrada. Es de sentido común pensar que si hacemos ejercicio físico desde
las primeras edades, fomentaremos una vida más equilibrada, con una gran
posibilidad de que ésta esté libre de problemas de salud, tanto en la infancia,
como en adolescencia o en las edades adultas.
Como médico, científico, y
profesor de educación física, acabo de dar algunas POCAS RAZONES que pueden probar la importancia de la educación
física en las primeras edades; y por las “poquísimas” razones que acabo de
exponer, me resulta patético escuchar o leer a personas decir que la educación
física en la primaria no sirve para nada. Me gustaría que me dieran algunas
razones fidedignas, que aporten datos reales de parte de algún gobernante o
político que pudiera probarme la lógica de la reducción de horas lectivas de
educación física en los currículos escolares, o evidencias de que la educación
física no es importante en primaria, o la explicación de afirmaciones que dicen
que personas sin la debida formación pueden impartir clases a alumnos de entre 3 a 5 años, o que cualquier persona
pueda dar clases de actividad física y de deportes, aunque no tenga la debida
preparación.
En mi vida siempre llevé
conmigo una teoría, que es mi manera de pensar en todo lo que hago y que
siempre será así:
“Si
te propones hacer algo, que sea bien hecho; de no ser así, mejor no hacerlo”.
Ésta sería una estupenda
máxima si nos referimos a algunos políticos, o mismo a la educación de un niño.
[1]El blog del Dr.Sergio Simphronio LOS CAMBIOS QUÍMICOS DEL CEREBRO EN EL EJERCICIO FÍSICO Y EL HIPOTIROIDISMO
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