Se ha comprobado que el cerebro no distingue entre música y lenguaje,
principalmente el de los niños. En el aprendizaje de los pequeños es fundamental
la utilización del lenguaje musical, pues aprenden más rápido las habilidades
que involucran la escucha y el lenguaje
dentro del proceso cognitivo; sin embargo, si añadimos el lenguaje
corporal a todo este proceso el desarrollo cognitivo se hará de una manera
espectacular, en niños y niñas. Es la fórmula que utilizan los países que están
en los primeros puestos del mundo en materia educativa.
Nuestro cerebro es
musical, y la música estimula el movimiento, hecho que propicia el desarrollo
de la inteligencia, siendo una combinación perfecta para el aprendizaje.
La música es capaz de llegar a cualquier función
cognitiva y afectiva en la estructura
del cerebro. Hay muchas investigaciones que están enfocadas a los
aspectos terapéuticos de la música y del movimiento, y se direccionan a
pacientes con párkinson, depresión, ansiedad, fibromialgia, etc. La música está
directamente relacionada con nuestro cerebro primitivo, y es capaz de provocar
distintas reacciones emotivas en las más diferentes situaciones. Proporciona la
alteración del ritmo cardiaco, al mismo tiempo que puede cambiar el
funcionamiento de los órganos internos dentro de sus tareas, cosa que puede pasar incluso
estando el individuo en sedestación. Por este motivo muchas personas no
consiguen salir a hacer footing sin llevar sus auriculares, pues les hace el
entrenamiento más leve ya que entrenar oyendo su música preferida es algo muy
estimulante y placentero.
De otra parte, la música puede proporcionar los más diferentes efectos
en las más distintas personas. Es capaz
de deprimir o de enfadar a niveles jamás esperados. Escuchar una música muy mala y a un elevado
nivel puede constituir una auténtica tortura, al mismo tiempo que una música sombría
puede transmitirnos miedo. La música es
capaz de incrementar la ansiedad, pero
también puede proporcionar paz, placer, alegría, y felicidad. La relación entre el ser humano y la música es muy
grande, y se remonta a la época en la que
estábamos en la barriga de nuestras madres, pues durante los nueve
meses de gestación escuchamos el sonido
de su corazón latiendo a ritmo compasado (1). Por ello, una buena asociación de
música con movimiento puede ayudar a mucha gente. Si los profesores de
educación física y los entrenadores fuesen conscientes de la importancia de su
trabajo, y de la inmensa posibilidad que tienen de poder ayudar a las personas
por vía de la música y del movimiento; pero no me refiero solo con respeto a la
preparación física, sino y sobre todo, con un enfoque direccionado al
desarrollo cognitivo de sus alumnos, no importa la edad, les podrían ayudar a superar una gran
cantidad de enfermedades como las
anteriormente mencionadas. Un buen entrenamiento acompañado de buena música
puede ser una estupenda alianza. Y si se acompañan de estímulos coreografiados,
mejor.
El cerebro de los hombres recibe la música de manera diferente que el de
las mujeres, pero esto no tiene nada que ver con una mayor o menor
inteligencia, sino con su morfología. Las mujeres normalmente se comunican más
eficazmente que los hombres. Habitualmente los hombres no somos todo lo
comunicativos que deberíamos ser. Ellas tienen mejor desarrollada la
utilización de las emociones, que en muchos casos intuyen, mientras que los
hombres se centran en tareas más específicas. La mayor parte de los hombres tienen
mayor dificultad en comprender las emociones no verbalizadas. Los hombres
tienden a procesar mejor con el hemisferio izquierdo del cerebro, mientras que
las mujeres lo hacen con los dos por igual. Eso explica por qué las mujeres
tienden a solventar los problemas de una manera más creativa, son más flexibles
y más consecuentes con los sentimientos. De otra parte, se ha descubierto
que el lóbulo parietal inferior (IPL) es mucho mayor en los hombres que en las
mujeres en el lado izquierdo. Es la zona en la que se encuentra el cerebro
racional, procesa la orientación sensorial, los cálculos matemáticos mentales,
etc. El cerebro racional corresponde a la corteza cerebral, que desarrolla las
funciones intelectuales. Se encarga del análisis racional. Al mismo tiempo,
las mujeres tienen el lado derecho más grande, lo que les faculta a tener mejor
desarrollados los estímulos emocionales. Es la zona donde se encuentra el
cerebro primitivo. El cerebro primitivo controla las zonas mediadoras de las
emociones, el estado anímico, la generación del instinto de supervivencia, la
regulación corporal, etc. Es el área de las funciones vitales (2).
El lado izquierdo
del cerebro humano controla el discurso y el lenguaje, mientras que el derecho controla las emociones.
Es importante recordar que los hombres procesan el lenguaje y la música
en su hemisferio dominante (lado izquierdo), mientras que las mujeres en los
dos hemisferios, cosa que nos lleva a pensar en el motivo por el cual gran
parte de los hombres presentan poco interés en moverse al ritmo de la música, debido a que lo mismo pasa con el lenguaje
corporal; de ahí la mayor facilidad de las mujeres en los temas relacionados
con las coreografías, pero esto no quiere decir que un hombre no pueda bailar o
ser un buen bailarín. En lo referente a la danza, o a las actividades con
música, lo que con frecuencia ocurre es que los hombres piensan demasiado en el
momento en que están bailando o aprendiendo una coreografía, mientras que las
mujeres simplemente la disfrutan dejando fluir la emoción de lo que están
haciendo. Es un hecho que nos aclara algunos entresijos relacionados con el
mundo de la actividad física, como por ejemplo, el motivo por lo que siempre ha
habido menos hombres en las clases
coreografiadas en relación al número de mujeres que buscan estos tipos de
entrenamiento.
Si ponemos el foco en el lenguaje, estos problemas suceden en mayor
parte en los niños que en las niñas. Ante
un trauma físico o mental en el hemisferio izquierdo, los hombres tienen más
dificultad en volver a aprender a
desarrollar el lenguaje, puesto que es la parte dominante en el sexo masculino. Al haber
el mismo problema en las mujeres, éstas tienen la posibilidad de recuperarse más
rápido y de mejor manera, ya que utilizan los dos hemisferios para procesar el
lenguaje. En los casos de accidentes cerebro
vasculares, esta diferencia proporciona
a las mujeres un poco más de protección en el desarrollo de esta enfermedad; y en el caso de que se produzca, ellas podrán
ser capaces de recuperarse de los graves problemas que afectan al lenguaje
causados por la misma, y además esa
recuperación se hará de una manera más completa.
Existen muchos casos de personas con afasia (personas que no pueden
hablar, pero pueden cantar: los terapeutas les enseñan a cantar frases, luego
las modulan hasta que consiguen recitarlas). Si es posible hacerlo con el
lenguaje, también se puede hacer con el movimiento. Debido a traumatismos
importantes, una persona puede perder la movilidad, pero en algunos casos es
posible recuperar el movimiento por medio de terapias donde son empleados la
música junto con los movimientos. Con la unión de estas dos importantes
herramientas estamos consiguiendo resultados nunca antes creíbles.
¿Cómo puede no ser posible
que una persona libre de problemas neuromusculares diga que no puede bailar?
1. Los sonidos musicales (El blog del Dr. Sergio Simphronio)
2. La adicción a la actividad física (El blog del Dr. Sergio Simphronio)
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