martes, 8 de mayo de 2012

¿DÓNDE ESTÁ EL LÍMITE?


Siempre que hablamos de calidad de vida inmediatamente nos viene en la cabeza una situación de confort y bienestar. La cuestión es la manera cómo se mire. En muchos casos lo que es calidad de vida para algunos no lo es para otros. Hay que mirar lo que se busca en la vida. De todas formas lo que queremos es estar bien y disfrutar de una vida sana y equilibrada, pero el problema es encontrar ese equilibrio. Es imposible conseguirlo con las prisas, todo lleva su tiempo y lo mismo pasa con el bienestar físico.
Conozco gran cantidad de casos de personas que practican actividad física, se alimentan bien y en algunos de estos casos hasta se pasan de cautos por miedo a perder  su forma física. Cuidarse es fundamental, pero es muy importante saber dónde  está el límite. Hay una inmensa proporción de casos de personas que en un primer momento eran obesas o tenían sobrepeso  y que buscan incesantemente mejorar su calidad de vida con la pérdida de los kilos excedentes.  Una vez encontrada la ayuda profesional que necesitan, éste les prescribe una dieta acompañada de un buen entrenamiento físico, y consiguen lograr  bajar de peso. Siguen a rajatabla el programa y comienzan a notar los estupendos cambios de salud, de imagen,  de ánimos, y los demás cambios que les proporciona ese estupendo cambio de actitud en su vida. Se sienten mucho mejor y la autoestima se les sube por las nubes. Es en este momento, cuando en gran parte de estos casos, estos individuos creen que  dominan la situación, a la vez que  les entra el miedo de volver a la situación en que se encontraban anteriormente;  al mismo tiempo,   les entran las prisas de conseguir  resultados aún mejores y más rápidos. Rompen con la estructura del programa  de entrenamiento que seguían y también con la dieta. Sin una razón lógica  aparente, pasan  a entrenar desmesuradamente desmarcándose del programa prescrito por los especialistas. En muchos de estos casos disminuyen drásticamente el aporte calórico comiendo mucho menos de lo indicado y aumentan considerablemente el gasto energético dejando el cuerpo  constantemente en débito. Es normal encontrar estas mismas personas practicando 3 o 4 horas de trabajos aeróbicos durante el día(clases de spinning, clases dirigidas de aeróbica, salsa, etc..), además de los trabajos con pesas. En definitiva pueden tirarse 4 o 5 horas al día  entrenando en un gimnasio, a la vez que limitan la estupenda dieta que tenían para alimentarse de ensaladas de lechugas, sandías y melones.  
En una situación como esta, los músculos se estresan al mismo tiempo que se debilitan por no recibir la cantidad de nutrientes necesaria, de  manera que las fibras musculares disminuyen la efectividad en su trabajo. Los órganos internos tienen que  readaptarse a la situación de falta de energía óptima para el entrenamiento y su recuperación, y el cerebro tiene que reorganizar todo su planteamiento con el fin de proteger el organismo y mantener el individuo funcionando. Estos sujetos  piensan que gozan de una estupenda forma física y que su estado de bienestar es excepcional, pero es más bien lo contrario. Aunque estas personas se sientan bien, y que se encuentren felices con sus conquistas, desde un punto de vista médico, la calidad de vida de estos individuos se reduce de manera significativa, pues  las acciones desarrolladas por estas personas es desproporcionada, además de haber un importante  desequilibrio entre  la poca energía que entra y la gran energía  que se gasta. Por otro lado, un amplio número de personas con semejante comportamiento  han pasado gran parte de su vida ingiriendo abusivas cantidades de comida y disfrutando de un desmedido sedentarismo. De golpe y porrazo pasan de un comportamiento desmesurado a uno de débito.
Es muy importante estar atentos a lo que hacemos y ser conscientes de cómo se hace lo que nos proponemos hacer.  
Al igual que comer excesivamente sin control  y  mantener una actitud sedentaria, no comer y practicar horas abusivas de actividad física, aportará consecuencias negativas tan importantes como en el  primero caso. Es fundamental que no radicalicemos nuestras acciones, sobre todo las que se refieren a la salud. La actividad física es uno de los mejores fármacos que existen, y de los más eficientes, pero si además de hacer  "automedicación",  utilizamos este  fármaco de una manera desproporcionada, los  resultados  pueden ser devastadores. Los casos de personas que ignoran las informaciones de los especialistas como el anteriormente citado, son más normales de ocurrir de lo que podemos imaginar. Buscar calidad de vida sin preocuparse por  mantener un buen estado de bienestar es perder el tiempo. Desafortunadamente aún existe una tremenda cantidad de gente que no se ha dado cuenta de que una mala acción puede ocasionar consecuencias muy perjudiciales.
Mejorar la calidad de vida a través de la actividad física o del deporte  no debe consistir sólo en apuntarse al gimnasio o en empezar un programa de entrenamiento, sino en buscar las herramientas necesarias para que se  puedan  encontrar los tipos de ejercicios que más se adapten a las necesidades de uno en  dado momento. La paciencia y el sentido común deben ir cogidos de las manos. Con las prisas no se puede conseguir nada bueno. 
Refiriéndome a las prisas,  en los tiempos que corren las personas vamos  por la ciudad de una manera muy rápida, casi sin tener tiempo de nada. Vivimos nuestras vidas sin notar  pasar el tiempo, y en un día menos pensado nos damos cuenta de que hemos cumplido determinada  cantidad de años y nos asustamos por ello. Nos cuidamos, comemos bien, practicamos actividad física, pero muchas veces nos sentimos estresados, cansados, y en muchos casos nos encontramos en una situación en la que nada consigue levantarnos el ánimo. Cuando esto pasa, es momento de parar y cambiar el enfoque.
Cuando aparentemente hacemos todo muy bien, pero  aún así nos encontramos muy mal, es que estamos sobrepasando los límites de nuestras posibilidades, y el cerebro se encarga de frenarnos.
¿Cuándo te miras al espejo te ves?
La mejor definición del reflejo de los días en que vivimos es una reflexión de Dalai Lama que nunca podría ser más acertada.
“Lo que más me sorprende del hombre occidental es que pierden la salud para ganar dinero, después pierden dinero para recuperar la salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan el presente, por lo que no viven ni el presente ni el futuro. Y viven como si no tuviesen que morir nunca, y mueren como si nunca hubieran vivido”.
Dalai Lama








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