martes, 24 de julio de 2012

ALGUNOS CONSEJOS BÁSICOS PARA INICIARSE EN LA ACTIVIDAD FÍSICA


Una alarmante estadística indica que un alto porcentaje de personas no hace ejercicio y no practica ningún programa de ejercicio de manera regular.  Esto es bastante sorprendente, ya que la actividad física  proporciona numerosos beneficios: mejora el estado del sistema cardiovascular, mejora la resistencia muscular, aumenta la energía, reduce el riesgo de infarto, ayuda a controlar el peso, contribuye a bajar los niveles de colesterol, provoca sensación de  bienestar  y aumentar la autoestima.  Además, se pueden modificar algunos factores de riesgo asociados a ciertos tipos de cáncer mediante la práctica regular de ejercicio y se puede reducir ligeramente la tensión arterial a largo plazo.  Consulte a su médico antes de empezar un programa de ejercicios.
La edad no es una barrera para hacer ejercicio y poder obtener sus ventajas.  Cuanto más ejercicio se hace, más aumenta la expectativa de vida.  La actividad física contribuye a alargar la vida reduciendo los efectos de la edad.  El ejercicio aeróbico regular no sólo ayuda a preservar el funcionamiento neurológico en edades avanzadas sino que también lo incrementa en potencia en aquellos ancianos que han llevado una vida sedentaria.  Cuanta más edad se tiene, más importante es mantener una actividad física.  Los problemas que surgen con la edad como el incremento de grasas en el organismo, la disminución de la resistencia muscular y de la flexibilidad, la pérdida de masa ósea, un metabolismo más bajo y reacciones más lentas, pueden minimizarse e incluso evitarse con la práctica de ejercicio.  La realización de ciertos tipos de actividad moderada por parte de quien ha llevado un estilo de vida sedentario conlleva un aumento de la expectativa de vida.  Recuerde: si quiere beneficiarse de las ventajas de cualquier ejercicio debe planteárselo como un hábito a largo plazo.
El ejercicio ayuda a perder o mantener el peso creando tejido muscular. No se puede afirmar que el ejercicio reduzca o aumente el apetito, aunque con ejercicio regular las calorías que se queman son más que las que se pueden suplir con un ligero aumento de apetito. Un programa de ejercicio regular aeróbico también ayuda a bajar el nivel total de colesterol y a aumentar el colesterol HDL ("colesterol bueno").  Haga ejercicio al menos tres veces a la semana durante treinta minutos como mínimo en cada sesión para obtener estos beneficios.  Mas existe un inconveniente: el ejercicio puede afectar a los niveles de colesterol en sangre temporalmente, ocasionando una subida en los niveles de un 10-15% hasta una hora después de haber terminado el ejercicio.  No haga ejercicio si se va ha hacer una prueba del nivel de colesterol en sangre.
La variación de ejercicios es una de las claves para mantenerse en forma. Ningún ejercicio en particular cubre adecuadamente todos los aspectos para mantenerse en forma equilibradamente.  Practicar más de una actividad y alternarlas también ayuda a romper la monotonía.  Un entrenamiento variado permite ejercitar más músculos que  una única actividad. Cuando empiece un entrenamiento, hágalo de forma pausada.  El mejor método es compaginar actividades que ejerciten diferentes partes del cuerpo: nadar y montar en bicicleta, remar y correr, etc.  Divida el tiempo total del ejercicio entre las dos actividades: por ejemplo, 30 minutos para cada una para empezar, lo que hace un total de 60 minutos de ejercicio. Es muy interesante compaginar las actividades aeróbicas con un buen entrenamiento en la sala de musculación.
Si deja de hacer ejercicio de golpe, perderá todos las ventajas que le ha  proporcionado.  Sin embargo, si abandona la actividad poco a poco, esa pérdida se pospondrá unos meses. De todas formas lo ideal es no dejarlo.
Algunos consejos: no se exceda, las molestias son innecesarias; utilice un calzado adecuado y apropiado; controle  los movimientos, vigile sus posturas y formas; no salte mientras  estira; evite ejercicios aeróbicos violentos; haga ejercicios de calentamiento y de relajación muscular; establezca metas realistas; comience poco a poco; busque ejercicios convenientes; busque un grupo de apoyo y realice ejercicios variados.
La mejor forma de empezar es realizar ejercicios de calentamiento: forzar los músculos cuando están fríos puede dañarlos.  Además de la actividad, es esencial realizar un calentamiento inicial  que contenga estiramientos, y una fase de  estiramientos finales seguidos de la relajación al término del entrenamiento.  Los ejercicios de calentamiento regulares incrementan el ritmo cardíaco y la circulación de la sangre, aumentan la temperatura de los músculos y tejidos conectivos y mejoran la función muscular.  También disminuyen la posibilidad de lesiones relacionadas con el deporte.  Para calentar las articulaciones se recomiendan de 5 a 15 minutos de ejercicios de calentamiento (menos tiempo en estaciones cálidas, más tiempo en estaciones frías). Después del entrenamiento relaje los músculos despacio, de forma gradual.  Cuando hace  frío  es conveniente realizar  los ejercicios de calentamiento  antes de salir, y los de relajación  al concluir el ejercicio en un espacio  interior.
Para los entrenamientos en estaciones frías no lleve demasiada ropa: lleve varias capas de ropa fina y de preferencia sin ajustar; si lleva cremalleras, llévelas cerradas; utilice guantes confortables y que proporcionen un buen cambio de oxígeno con el medio; lleve gorro o capucha y calzado que tenga un buen agarre y amortiguación.  Realice los ejercicios de calentamiento y relajación en el interior. Beba mucho líquido, tanto si hace frío como si hace calor. Esté alerta de las condiciones atmosféricas y tenga en cuenta que los días son más cortos en invierno. No pare de golpe y lleve gafas y crema para el sol.
Recuerde siempre beber gran cantidad de líquido, especialmente en tiempo caluroso para reemplazar el líquido perdido por la sudoración.
Si tiene más de 45 años, consulte a un especialista antes de comenzar un programa de ejercicios.  Si tiene más de 35 años o algún factor de riesgo de enfermedades coronarias (dolor de pecho repetitivo, presión arterial elevada o niveles de colesterol altos, es fumador u obeso), visite a un médico antes de comenzar a realizar  ejercicio.  A cualquier edad consulte a su especialista si ha tenido alguna enfermedad cardiovascular o pulmonar o algún síntoma de estas enfermedades.





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