Mario Shigueru Yamazaki y Fernando Yamazaki, mis amigos.
Al hablar de vejez, muchas personas ven este hecho como algo
negativo, incómodo, como un presagio del final, como algo a lo que nos
resistimos a llegar; no obstante, es una de las pocas cosas biológicamente
seguras que pasará con todo ser viviente.
¿La
vejez es un proceso cronológico o biológico?
Esta es una interesante cuestión, puesto que existen
muchos viejos de 20 años y muchos jóvenes de 80 años. Si la vida cronológica de
una persona está asociada a los buenos hábitos,
con toda seguridad esta persona tendrá una vejez muy sana.
En realidad, viejo es aquél que no se mueve, que se queda
tumbado y apalancado en el sofá delante de la tele con toda la vida pasando
ante sus propios ojos; el que vive malhumorado, al que le gusta vivir estresado,
el que es perezoso, el que vive protestando todo el tiempo, pero no hace nada
para cambiar su vida. Viejo es aquél que no cuida de su salud, el que come descontroladamente ingiriendo grandes
cantidades de calorías sin preocuparse de hacer actividad física, fomentando así
la presencia de células obesas en su organismo. Viejo es aquél que fomenta un
ambiente ácido en su organismo facilitando la aparición de enfermedades. Viejo
es aquél que no quiere tener energía ni fuerza de voluntad para practicar
actividad física. Viejo es aquél que tiene como costumbre pensar negativamente llevando una vida llena
de pesimismo. Viejo es aquel que durante los cinco días de la semana no piensa
en otra cosa que en emborracharse el sábado por la noche para después dejar su
cuerpo inutilizable por la resaca para el
resto del fin de semana.
Si
realmente nos paramos a pensar con detenimiento, es muy fácil ser viejo; pero
el verdadero desafío es mantener la juventud a lo largo de toda una vida y, con
el transcurrir de la edad cronológica,
seguir siendo fisiológicamente joven.
Normalmente reconocemos a los que muchos llaman “viejos” como personas
que no se mueven mucho debido a la edad, o que no tienen ánimo para hacerlo;
mas al seguir esta línea de pensamiento, nos damos cuenta de que la mayor parte
de los jóvenes de hoy casi que ya “nacen” viejos, y es verdaderamente
preocupante lo poco que se mueven y la tremenda ausencia de actividad física
que de manera casi general invade sus vidas. El poco tiempo dedicado a la educación física escolar no es suficiente
para fomentar una buena estructura en el desarrollo cognitivo de los niños por
medio del movimiento, ni para facilitar una buena educación en términos de
salud. Muchos todavía ni siquiera se han dado cuenta de que la educación física es
uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de nuestra inteligencia, y más
importante en las primeras edades.
Una persona adulta es un fiel reflejo de los estímulos
que ha recibido durante su infancia y adolescencia; una persona de edad cronológica
avanzada, es la representación fidedigna de la manera en que ha vivido en las
edades adultas.
Dicho esto, más importante que hacer evaluaciones sobre
las fases cronobiológicas de nuestra existencia, es fundamental que nos
preocupemos por el estilo de vida que llevamos, pues “viejo” no es lo que uno es en dado momento de su vida,
sino como uno puede sentirse en cada momento. Con la falta de actividad física diaria
nuestro organismo va envejeciendo día a día, además de limitar una ingente
cantidad de sinapsis que podrían ocurrir en nuestro cerebro manteniéndolo
siempre joven y, en consecuencia, incrementando el desarrollo de la
inteligencia, sin importar la edad. Si añadimos los malos hábitos en la dieta,
esa degradación puede acelerarse debido a que a las células insanas les gusta
vivir en ambientes ácidos y con ausencia de oxígeno, y esta situación puede ocurrir a cualquier
edad. La práctica regular de ejercicio
físico proporciona todo lo contrario. De todas formas, a las personas mayores
hemos de darles el respeto que merecen, simplemente por haber pasado por las
varias fases de la vida, por su experiencia y, en muchos de los casos, por ser más
jóvenes que muchos de nosotros en varios aspectos. La experiencia es un grado
que siempre debemos respetar.
“De otra parte, el cerebro reprograma todos los órganos
de nuestro cuerpo en función de las actividades que tenemos y de los estímulos
que le proporcionamos, lo que se asociará a una mejor o peor calidad de
vida. Hace un tiempo publiqué un artículo sobre la posibilidad de
extender la longevidad de la vida de los mamíferos en un 15% o más. Se trata de
un gen que ha sido descubierto llamado “Sirtuinas” y que contiene
proteínas capaces de retrasar el envejecimiento por vía de la hibernación artificial
de las mismas, cosa que bloquearía el envejecimiento. También ha sido
comprobado científicamente que la práctica de la actividad física regular es
capaz de bloquear este mismo proceso de envejecimiento de una manera natural. No
obstante, ante la existencia de una enfermedad importante, el núcleo de las
células puede cambiar su condición homeostásica (1) y hacer que pase
lo contrario, la reducción de las “Sirtuinas” y, en consecuencia, se producirá
una degradación en los procesos normales de envejecimiento en función de la
pérdida de salud” (2).
La sociedad humana está avanzando de una manera
descomunalmente rápida, siendo muy difícil asimilar todos estos avances con
total claridad; pero hay algo que me produce una gran preocupación: nos movemos cada vez menos, y las
relaciones humanas se están empobreciendo. Por una parte, la vida se nos está
haciendo cada vez más fácil y práctica, pero nos estamos perdiendo dentro de
esa practicidad. Las innovaciones son geniales, pero de ninguna manera
debemos olvidarnos de las cosas básicas
que siempre fueron capaces de proporcionarnos calidad de vida y felicidad: comer
de una manera sana, practicar ejercicio físico de calidad, hablar con los
amigos de forma presencial manteniendo las buenas costumbres sociales, y nunca,
nunca olvidar de añadir a la agenda de trabajo tiempo libre para el ocio. Al contrario de lo que mucha gente piensa,
esto último no es tiempo perdido, sino tiempo invertido en salud y calidad de
vida. Éstas son algunas de las cosas que nos mantendrán siempre jóvenes.
Ser mayor es un honor y un privilegio, sobretodo pudiendo disfrutar de esta etapa de la vida con buena salud.
1. Homeostasis Celular: Es la tendencia a la
estabilización del cuerpo relacionado con los procesos fisiológicos.
2. El blog del Dr. Sergio Simphronio LA RECUPERACIÓN DE LAS ENFERMEDADES FRENTE AL
RETO DE TENER UNA VIDA NORMAL
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