miércoles, 31 de julio de 2013

¿VIEJOS?

Mario Shigueru Yamazaki y Fernando Yamazaki, mis amigos.

Al hablar de vejez, muchas personas ven este hecho como algo negativo, incómodo, como un presagio del final, como algo a lo que nos resistimos a llegar; no obstante, es una de las pocas cosas biológicamente seguras que pasará con todo ser viviente.
¿La vejez es un proceso  cronológico  o biológico?
Esta es una interesante cuestión, puesto que existen muchos viejos de 20 años y muchos jóvenes de 80 años. Si la vida cronológica de una persona está asociada a los buenos hábitos,  con toda seguridad esta persona tendrá una vejez muy sana. 
En realidad, viejo es aquél que no se mueve, que se queda tumbado y apalancado en el sofá delante de la tele con toda la vida pasando ante sus propios ojos; el que vive malhumorado, al que le gusta vivir estresado, el que es perezoso, el que vive protestando todo el tiempo, pero no hace nada para cambiar su vida. Viejo es aquél que no cuida de su salud,  el que come descontroladamente ingiriendo grandes cantidades de calorías sin preocuparse de hacer actividad física, fomentando así la presencia de células obesas en su organismo. Viejo es aquél que fomenta un ambiente ácido en su organismo facilitando la aparición de enfermedades. Viejo es aquél que no quiere tener energía ni fuerza de voluntad para practicar actividad física. Viejo es aquél que tiene como costumbre  pensar negativamente llevando una vida llena de pesimismo. Viejo es aquel que durante los cinco días de la semana no piensa en otra cosa que en emborracharse el sábado por la noche para después dejar su cuerpo inutilizable por  la resaca para el resto del fin de semana. 
Si realmente nos paramos a pensar con detenimiento, es muy fácil ser viejo; pero el verdadero desafío es mantener la juventud a lo largo de toda una vida y, con el transcurrir  de la edad cronológica, seguir siendo fisiológicamente joven.

Normalmente reconocemos  a los que muchos llaman “viejos” como personas que no se mueven mucho debido a la edad, o que no tienen ánimo para hacerlo; mas al seguir esta línea de pensamiento, nos damos cuenta de que la mayor parte de los jóvenes de hoy casi que ya “nacen” viejos, y es verdaderamente preocupante lo poco que se mueven y la tremenda ausencia de actividad física que de manera casi general invade sus vidas. El poco tiempo dedicado a la educación física escolar no es suficiente para fomentar una buena estructura en el desarrollo cognitivo de los niños por medio del movimiento, ni para facilitar una buena educación en términos de salud. Muchos todavía ni siquiera se  han dado cuenta de que la educación física es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de nuestra inteligencia, y más importante en las primeras edades. 
Una persona adulta es un fiel reflejo de los estímulos que ha recibido durante su infancia y adolescencia; una persona de edad cronológica avanzada, es la representación fidedigna de la manera en que ha vivido en las edades adultas.
Dicho esto, más importante que hacer evaluaciones sobre las fases cronobiológicas de nuestra existencia, es fundamental que nos preocupemos por el estilo de vida que llevamos, pues “viejo” no es  lo que uno es en dado momento de su vida, sino como uno puede sentirse en cada momento. Con la falta de actividad física diaria nuestro organismo va envejeciendo día a día, además de limitar una ingente cantidad de sinapsis que podrían ocurrir en nuestro cerebro manteniéndolo siempre joven y, en consecuencia, incrementando el desarrollo de la inteligencia, sin importar la edad. Si añadimos los malos hábitos en la dieta, esa degradación puede acelerarse debido a que a las células insanas les gusta vivir en ambientes ácidos y con ausencia de oxígeno,  y esta situación puede ocurrir a cualquier edad. La  práctica regular de ejercicio físico proporciona todo lo contrario. De todas formas, a las personas mayores hemos de darles el respeto que merecen, simplemente por haber pasado por las varias fases de la vida, por su experiencia y, en muchos de los casos, por ser más jóvenes que muchos de nosotros en varios aspectos. La experiencia es un grado que siempre debemos respetar.   
“De otra parte, el cerebro reprograma todos los órganos de nuestro cuerpo en función de las actividades que tenemos y de los estímulos que le proporcionamos,  lo que se asociará a una mejor o peor calidad de vida. Hace un tiempo  publiqué un artículo  sobre la posibilidad de extender la longevidad de la vida de los mamíferos en un 15% o más. Se trata de un gen que ha sido descubierto llamado “Sirtuinas” y que contiene  proteínas capaces de retrasar el envejecimiento por vía de la hibernación artificial de las mismas, cosa que bloquearía el envejecimiento. También  ha sido comprobado científicamente que la práctica de la actividad física regular es capaz de bloquear este mismo proceso de envejecimiento de una manera natural. No obstante, ante la existencia de una enfermedad importante, el núcleo de las células puede cambiar su condición homeostásica (1)  y hacer que pase lo contrario, la reducción de las “Sirtuinas” y, en consecuencia, se producirá una degradación en los procesos normales de envejecimiento en función de la pérdida de salud” (2).
La sociedad humana está avanzando de una manera descomunalmente rápida, siendo muy difícil asimilar todos estos avances con total claridad; pero hay algo que me produce una gran preocupación: nos movemos cada vez menos, y las relaciones humanas se están empobreciendo. Por una parte, la vida se nos está haciendo cada vez más fácil y práctica, pero nos estamos perdiendo dentro de esa practicidad. Las innovaciones son geniales, pero de ninguna manera debemos  olvidarnos de las cosas básicas que siempre fueron capaces de proporcionarnos calidad de vida y felicidad: comer de una manera sana, practicar ejercicio físico de calidad, hablar con los amigos de forma presencial manteniendo las buenas costumbres sociales, y nunca, nunca olvidar de añadir a la agenda de trabajo tiempo libre para el ocio. Al contrario de lo que mucha gente piensa, esto último no es tiempo perdido, sino tiempo invertido en salud y calidad de vida. Éstas son algunas de las cosas que nos mantendrán siempre jóvenes.
Ser mayor es un honor y un privilegio, sobretodo pudiendo disfrutar de esta etapa de la vida con buena salud.


  

1. Homeostasis Celular: Es la tendencia a la estabilización del cuerpo relacionado con los procesos fisiológicos.

2. El blog del Dr. Sergio Simphronio  LA RECUPERACIÓN DE LAS ENFERMEDADES FRENTE AL RETO DE TENER UNA VIDA NORMAL





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3 comentarios :

  1. Lllevo años trabajando desde diferentes ámbitos del sector geroasistencial, actualmente dirijo un portal de internet sobre residencias geriátricas, Inforesidencias.com. Esto hace que suela encontrarme la vejez como una fase de la vida en la que hay decadencia física y dependencia. Por eso, cuando he llegado a este post y he visto las fotografías y el texto he disftrutado pensando que, a pesar de que una parte de los ancianos sufren demencia (Alzheimer o de otro tipo), hay una tercera edad activa, saludable, que se cuida y prospera en el envejecimiento saludable. Gracias por enviar este mensaje necesario.

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