Quiero dedicar este artículo
a hablar de un tema que está en alza en los últimos años: el liderazgo en la
actividad física.
En el mundo de los gimnasios
y centros deportivos, además de los directivos, el liderazgo lo ejercen los profesores de educación física, los monitores y los entrenadores, que son los
profesionales que gestionan las técnicas y conocimientos con el objetivo de
conseguir mejorar la calidad de vida de sus clientes. Es muy importante recordar que todos los mamíferos vivimos en manadas,
y que todas las clases de grupos que comparten la misma especie y entorno
necesitan líderes. Es parte de la
naturaleza de los animales, y el ser humano se encuadra en este axioma. Por otro lado, vivimos en la era de la información, pero no de la comunicación,
cosa que dificultan bastante hacer que
las personas sigan juntas por un mismo camino; y es éste el mejor momento para la aparición de los líderes.
Hay varios tipos de
liderazgo:
Carismático: el
líder siempre genera
entusiasmo, y se destaca por la manera con la que engendra estos ánimos en sus
seguidores
Tradicional: este
líder hereda el poder por una
costumbre, como un ejemplo la monarquía
El líder legítimo y el líder
ilegítimo: el primero es aquél que adquiere el poder mediante procedimientos
autorizados en las normas legales, mientras que el líder ilegítimo es el que
adquiere su autoridad a través del uso de la ilegalidad.
El líder de inteligencia
superior: personas altamente cualificadas que son capaces de cerrar negocios con excelentes resultados, y que valoran la
inteligencia de otras personas.
El autócrata: es una clase
de liderazgo donde el poder queda en manos de una sola persona. El líder autocrático
es especialmente eficiente en momentos de crisis.
El “pastor” ejerce un liderazgo
que es ineficaz frente a las crisis. Este tipo de líderes se sienten muy
cómodos en las organizaciones mercantiles de máxima estabilidad.
El liderazgo militar lleva a cabo sus mejores
actuaciones ante la necesidad de prepararse para la guerra.
Líder natural: Una de sus
grandes habilidades es motivar a sus seguidores más cercanos. Tienen
dificultades para adaptarse a las organizaciones cuyas operaciones están
excesivamente orientadas hacia las ventas.
Líder emprendedor: No delega
la toma de decisiones finales, señala directrices específicas a sus empleados,
a la vez que adopta el estilo participativo y utiliza la consulta para
practicar el liderazgo.
Líder liberal: delega a sus
empleados la autoridad para la toma de decisiones.
Líder proactivo: Promueve el
desarrollo del potencial de las personas.
Líder audaz: persuasivo, crítico,
y con mirada positiva.
Desafortunadamente, en la
mayor parte de las carreras que se estudian en las universidades o en los
cursos de formación profesional, no se enseña a los alumnos a ser líderes ni
tampoco lo que eso conlleva. Impartir clases es la manera más directa e
incisiva de desarrollar el liderazgo, y esa experiencia puede servir para formar grandes personas y líderes, al
mismo tiempo que puede hundir a una persona de por vida. Infelizmente, una gran
parte de los profesionales que se dedican a ello en las diferentes disciplinas,
no se han dado cuenta de la gran influencia que pueden ejercer sobre sus
alumnos. Lo mismo pasa dentro de los gimnasios o centros deportivos. El
verdadero líder es aquél que, por encima
de todas las cosas, tiene como principal preocupación cuidar a su equipo, ya sea un equipo de trabajo,
alumnos de un gimnasio o estudiantes de
la universidad o la escuela. Es fundamental tener preocupación por el bienestar de las personas
que nos rodean. Y es imposible conseguir un rendimiento óptimo si uno no está a
gusto con lo que está haciendo. El
liderazgo basado en la positividad siempre ha dado mejor resultado, y
afortunadamente cada vez más personas se
están dando cuenta de ello.
En ausencia de estrés nuestro cerebro dual se
sincroniza y tanto el lado izquierdo, que se encarga del pensamiento lógico y
de la razón, como el lado derecho, que es la parte primitiva, se ponen a
trabajar en armonía obteniendo el mejor
rendimiento dentro de la actividad que se les han propuesto. Si el liderazgo es
propuesto al grupo respetando las individualidades de cada uno, respetando y
conociendo a cada una de las personas del grupo así como sus capacidades, y
sacando lo mejor de cada uno, será posible
mantener las exigencias para el cumplimiento de los objetivos fijados,
pudiendo tornar el trabajo incluso en algo divertido y estimulante. No soy un
experto en motivación, pero desde mi experiencia tanto con los alumnos en las
universidades en las que he dado clase, como con los alumnos de los gimnasios en
los que he trabajado alrededor del mundo, y en las diferentes empresas que he dirigido a lo largo de casi
30 años de trabajo dentro del área de la salud, siempre apliqué la neurociencia
para conseguir el mejor rendimiento posible en los distintos desafíos que he afrontado a lo largo
de mi vida. La conclusión de estas variadas experiencias es que el ser humano
funciona mejor cuando es estimulado positivamente, pero por encima de todo, nos
gusta ser respetados y reconocidos cuando hacemos las cosas bien.
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