miércoles, 16 de enero de 2013

ESTUDIO COMPARATIVO DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA EN LOS NIÑOS A TRAVES DEL MOVIMIENTO


Hace algunos años dirigí un estudio sobre  el incremento de la inteligencia en los niños por medio de estímulos neuromusculares. Es sabido que en el desarrollo del movimiento, el cerebro debe enviar una cantidad inusual de órdenes a los demás órganos para que la sincronía neuromuscular sea la esperada. De otra parte, cuanto mayor es la cantidad de estímulos que recibamos por medio de los movimientos (la actividad física o el deporte) y de otras herramientas como la música sincronizada con el movimiento (la danza), mejores serán las capacidades de nuestro cerebro, a la vez que aumentaremos las sinapsis neuronales e incrementaremos nuestra inteligencia.
Este estudio fue desarrollado en niños de países en vías de desarrollo y en países de los considerados de  “primer  mundo”. La idea era tener parámetros de comparación en el nivel de aprendizaje a través del movimiento y el desarrollo cognitivo de los niños de estas dos clases de países. Durante 4 años fueron estudiados 1.200 niños de edades comprendidas entre los 7 y los 12 años. Fijé estas edades por el motivo de que a los 7 años es la edad en la que  está casi consolidado el carácter del niño, y los 12 años por entrar en la  adolescencia. También tenía como objetivo estudiar la influencia de la  revolución hormonal que sufre el preadolescente en el desarrollo de la inteligencia.
Ha sido estudiado el rendimiento escolar de cada uno de los niños, junto con su nivel de atención en las clases, las actividades extraescolares, el número de clases de Educación Física que tenían en la escuela a la semana y su programa de ejercicios. También se medía la práctica de actividad física fuera de la escuela, su nivel de psicomotricidad, el número de horas que destinaban para estudiar en casa, si eran hiperactivos y, en caso afirmativo, el nivel de hiperactividad que tenían, si padecían estrés o ansiedad y, principalmente, si tenían una buena dieta.
La disparidad entre la ingesta calórica  y la falta de actividad física, es uno de los hechos responsables del estrés y  la ansiedad que padecen muchos niños en el mundo. En la existencia de esta desarmonía, el ser humano nunca gozará del equilibrio en su plenitud. Estos desequilibrios pueden ocasionar enfermedades, además de otros problemas que podrían ser fácilmente solucionados corrigiendo estas desigualdades. Ante tal desequilibrio, el metabolismo debe adaptarse a la situación con el fin de propiciar el mejor funcionamiento del organismo y el cerebro debe trabajar de una manera resolutiva para garantizar el mejor desempeño de todos los órganos y del flujo sanguíneo.  
La energía que adquieren los niños diariamente por medio de la alimentación no debe acumularse, sino que debe  ser consumida por medio de actividades que permitan ese hecho y que también les proporcione un incremento en su cognición por medio del fomento de nuevos y diferentes estímulos que les permitan aumentar el número  de  neuronas y  las sinapsis entre ellas. Entre las actividades más recomendables para ello están la práctica deportiva o de actividad física.
En ausencia de actividades que fomenten dicho estímulos y si además la ingesta calórica no es condecente con el gasto, aparte de los posibles problemas de salud que se pueden derivar, también pueden surgir inconveniencias para el desarrollo de un aprendizaje más efectivo. La actividad física o el deporte favorecen el aumento de flujo sanguíneo, y eso también ocurrirá en los vasos que se conectan con el cerebro; consecuentemente el cerebro recibirá más sangre y aumentará su capacidad de cognición, impulsando así  una mayor cantidad de sinapsis. Por otro lado, para los niños el deporte es muy interesante por  la inhibición que ocasiona en la hormona del estrés, la ACTH. Otro de los puntos importantes que hay que resaltar sobre la importancia de la actividad física o del deporte en los niños, es el incremento de la coordinación motora que se adquiere con su práctica: es un hecho incontestable el aumento de la psicomotricidad que se genera. También es sabido que la falta de ejercicio físico propicia el descontrol del peso corporal y la aparición de varias clases enfermedades, tanto  en los niños como en los adultos. 
Es interesante resaltar que la investigación comprobó que una gran parte de los niños de países desarrollados tienen importantes déficits en su dieta y que su calidad de vida no es la ideal. Infelizmente muchas personas mesuran el comer bien o mal por las cantidades y  por los excesos, y no por la calidad; pero eso es un error, puesto que el desequilibrio metabólico que presentaran muchos niños investigados en estos países, en su gran mayoría, son  dignos de una gran preocupación. De otra parte, al medir la calidad de vida, no nos hemos centrado en  la ubicación geográfica, sino en la manera en la que viven estos niños  y de qué forma se fomenta su salud.
En estos países los padres llevan sus hijos al colegio en coche, cuando no van en el autobús escolar. Hemos comprobado que   la mayor parte de estos niños no desarrollan ninguna actividad deportiva al volver de la escuela  y pueden estar más de 8 horas al día delante de una consola o viendo la televisión, además de que la gran mayoría  no tiene una disciplina nutricional. Esto es tremendamente preocupante.
Hemos de dar una especial atención no solo en prevenir la obesidad, sino sobre todo en combatir el sedentarismo. En muchos casos relacionados  con  niños o con adultos, al haber obesidad siempre se recomienda hacer dieta, pero está comprobado que la cosa no debe  terminar ahí: la actividad física es algo fundamental en estos casos.
De otra parte, al promover  el ejercicio físico en los niños, se fomentará la disminución de episodios de agresividad. Cuando practicamos deportes o actividad física, es sabido que ocurre la liberación de varios neurotransmisores que se encargan de disminuir el dolor, de fomentar el placer y, de entre varios efectos se produce, como ya ha sido citado anteriormente, la inhibición de la hormona del estrés. Por este motivo, los niños que practican actividad física son más tranquilos y tendrán  mayor predisposición al uso de la creatividad.      
Por desgracia, el sedentarismo está  muy presente en muchos de los países considerados de “primero mundo”.

Si queréis saber más sobre esta interesante investigación y conocer las conclusiones sobre cómo el ejercicio físico influye en el aprendizaje de los niños de países en vías de desarrollo y en países desarrollados, no dudéis en leer mi próximo libro.  

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