jueves, 26 de septiembre de 2013

DESCANSAR EL CEREBRO


Muchas veces, al final del día nos sentimos cansados. Lo cierto es que siempre necesitaremos reponer nuestras energías para afrontar con valor la jornada siguiente. El cansancio físico lo podemos notar con más facilidad que el cansancio mental, siendo que muchas veces no conseguimos detectar dónde está el límite de energía de  nuestro cerebro dentro de las actividades diarias. Seguimos con ellas,  muchas veces sobrepasamos estos límites, y es justamente en ese momento en el que nos sentimos agotados mentalmente.
Es costumbre mundial que la mayor parte de las personas, cuando terminan de trabajar, se van a casa y, después de la tan esperada ducha y con un tremendo agotamiento de las fuerzas,  se sientan delante de la televisión para intentar desconectar de todo en una tentativa de relajación.  
Es ésta una pésima idea pues la TV., en realidad, no sirve para descansar nuestro cerebro ni para relajarlo, más bien pasa lo contrario. La televisión es capaz de proporcionar una importante disminución de las sinapsis neuronales. Al estar ante ella no pensamos, y el cerebro deja de procesar la información que está recibiendo, y esa misma información  va directamente a las redes de neuronas. En otras palabras, dejamos de razonar casi inutilizando el lado izquierdo del cerebro, al mismo tiempo que éste se volverá  perezoso, pues de esa manera no se le exigirá ningún esfuerzo. De otra parte, pasar mucho tiempo viendo la TV. proporciona un importante cansancio a la visión, pudiendo ocasionar la aparición de migrañas.
Después de un día de plena actividad, una de las mejores cosas que existen para descansar el cerebro es divertirlo, y la mejor manera de hacerlo es favoreciendo el desarrollo de la creatividad. Es importante no olvidar que nuestro cerebro no para nunca, y la manera más positiva de mantener la efectividad de este tan interesante órgano, es proporcionarle diferentes retos. Plantear desafíos al cerebro es una de las mejores cosas para que se puedan estimular las sinapsis entre neuronas y, en consecuencia, hacer que el cerebro  desconecte de las actividades cotidianas que ya ha aprendido y que ya están asimiladas o dominadas. En otras palabras, nuestras actividades diarias ya han sido configuradas por nuestro cerebro y, salvo que la persona en cuestión desarrolle un trabajo o actividades que sean extremadamente dinámicas y que le faciliten diferentes estímulos en cada momento, no representarán ningún reto para el cerebro. En contrapartida, la manera más eficaz de descansar el cerebro es desconectar el cuerpo a través del sueño profundo, así que ir a la cama pensando en los problemas, en las cosas que tienes que hacer el día siguiente, o en la película que acabas de ver,  tampoco funciona.
Nuestro cerebro es el responsable de todas las acciones de funcionamiento de nuestro cuerpo, fisiológicas, neurofisiológicas, biomecánicas, etc.; es “el gran jefe”, y mismo en los momentos en los que estamos durmiendo  sigue trabajando, y además  de una manera muy intensa.
No hay nada de malo en ver una buena película en la tele o un programa interesante, pero es importante llamar la atención  sobre el hecho de estar muchas horas delante de un aparato de TV. Para que nuestro cerebro desconecte es importante que descansemos, pues de ahí dependerá tener mucha o poca energía al día siguiente.
Hay muchos casos de personas que se encuentran en esa situación y que se levantan de la cama agotados precisamente porque  se quedan viendo la televisión hasta muy tarde de la noche. 
Es importante recordar que:
 “Durante el sueño las sinapsis cerebrales seguirán ocurriendo de una manera casi  descontrolada.”(1)
“En el caso de los atletas o de las personas que practican actividad física, el cerebro no desenvuelve solamente una función de control fisiológico respeto a la digestión, quema de calorías, separación de nutrientes, etc. Es el órgano más importante que tenemos y su capacidad va mucho más allá de lo que podemos imaginar. La Neurofisiología Deportiva se encarga de estudiar el  comportamiento del cerebro,  sus reacciones y aplicaciones  en los atletas y en los practicantes de actividad física. Como un ejemplo, en el proceso de aprendizaje de nuevos  ejercicios en un cambio de entrenamiento, en  principio el cuerpo no responde  como se espera; en esta fase casi siempre los resultados no son  del todo favorables. Con la repetición del entrenamiento y de los ejercicios, los músculos se adaptarán a estas nuevas solicitaciones, pero el tema principal de esta adaptación no está  solamente en la musculatura, sino en el trabajo de configuración de las informaciones que son recibidas por el cerebro, y que éste procesa  mientras dormimos.
Cuando el cuerpo está adaptado a las informaciones que recibe dentro de un entrenamiento, fisiológicamente hablando,  el organismo se adecua a las necesidades de ese cuerpo facilitándole  todo lo que necesita, tanto para mejorar su  rendimiento en el entrenamiento, como para auxiliar  la recuperación del  mismo en el cansancio, pero cuando nuevas informaciones son recibidas, el cerebro necesita recalcular y reprogramar todo el funcionamiento fisiológico del organismo con el fin de mantener el equilibrio. Esa reprogramación ocurre  mientras dormimos: la absorción de los nutrientes, la velocidad de la sangre   en venas y arterias, el control de la digestión, el control del nudo sinusal y los latidos del corazón, la liberación de las endorfinas y de los demás neurotrasmisores y hormonas, la refrigeración del organismo y control de la temperatura corporal, etc.”(2)
Es fundamental que  descansemos realmente durante las horas de sueño. El momento en el que estamos durmiendo de manera profunda es uno de los más importantes para nuestra salud. Éste es uno de los motivos por los que los especialistas siempre recordamos a las personas la importancia de la buena alimentación, de la actividad física y del descanso (buenas horas de sueño).
   
Estamos acostumbrados a hacer las cosas que hemos visto desde pequeños, y muchas veces no nos  paramos a pensar con detenimiento sobre la lógica de nuestras acciones; nos remitimos a mantener nuestras costumbres, de tal manera  que, en algunos casos, sí somos conscientes de nuestra falta de sentido común. 
Podemos invertir nuestro tiempo en varias actividades,  e incluso en perderlo pasando las horas delante de la TV. o de las consolas de videojuegos, pero lo cierto es que ese tiempo no se recupera, al igual que las horas de sueño perdidas. El tiempo es un gran tesoro que tenemos, y debemos invertirlo muy bien.
¿Por qué  en vez de estar mirando la televisión durante tantas horas no dedicas ese tiempo para hablar y disfrutar de los tuyos? 
1. Aprender durmiendo
2. Aprender durmiendo
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