martes, 25 de septiembre de 2012

LAS NUEVAS TÉCNICAS DE ACTIVIDAD FÍSICA


En los últimos 20 años ha surgido una abrumadora cantidad de técnicas de trabajo dentro de la actividad física. La mayor parte de estas técnicas son muy efectivas y están ayudando a mucha gente. Algunas otras no son tan efectivas o no tienen el aval científico, y lo preocupante de eso es que la aceptación de estos ejercicios por parte de las personas puede ser  muy grande, principalmente en el mundo de los gimnasios y centros deportivos. Como una comparación, hablando de una manera muy resumida,  un fármaco antes de ser puesto en circulación debe  pasar por varios e importantes filtros en su  investigación,  y después de varios años de estudios sobre sus principios activos y los posibles efectos secundarios que pueda producir, tendrá o no la aprobación de los órganos competentes del país en cuestión para su puesta en el mercado. Es un largo proceso que tendrá como resultado la posibilidad de ayudar a mucha gente. De eso se trata, de ayudar a la gente.
El cuerpo humano está compuesto por más de 600 músculos. La contracción de varios músculos produce todos los movimientos que hacemos, como sentarse, correr o levantarse.  Las sutiles expresiones faciales se consiguen gracias a los delicados ajustes de los músculos de la cara.
Los músculos funcionan por contracción y relajación.  Al contraerse reducen su longitud, acercando sus puntos de unión entre dos huesos diferentes.  Cada movimiento de los músculos  es de tensión. La acción de tirar se lleva a cabo por las fibras y fibrillas del músculo. Todos los músculos están formados por pequeñas fibras.  Las fibras tienen forma cilíndrica y varios centímetros de longitud, con bandas regulares  o estrías que las dividen en secciones.
Las fibras constan de muchas subunidades cilíndricas llamadas fibrillas.  Estas son las estructuras que se contraen en realidad.  Las fibras musculares pueden llegar a acortarse en un 30% a un 40% durante la contracción muscular.  Las fibrillas están formadas por dos proteínas: actina  y miosina.  Estas proteínas tienen forma de largos filamentos.  Los filamentos compuestos de miosina son más gruesos que los de actina.  Estos filamentos se entrelazan y pueden deslizarse uno sobre otro, reduciendo la longitud del músculo.  Cuando el músculo se contrae, los filamentos tienden a separarse.  En el acortamiento o contracción muscular, estos se reducen deslizándose uno sobre otro.  Durante la contracción se producen varios enlaces entre los filamentos de actina y miosina.  Mediante el proceso de crear y romper estos enlaces, los dos filamentos se mueven  uno hacia el otro y todo el músculo se reduce en un proceso muy rápido. El funcionamiento muscular es muy interesante y complejo, motivo por el cual es importante conocerlo detenidamente antes de plantear una nueva actividad o entrenamiento. Crear una nueva actividad puede ser fácil desde el punto de vista práctico, pero desde el punto de vista teórico, fisiológico, biomecánico, o neurofisiológico, no es tan sencillo.
Una vez que sepamos un poco más sobre el proceso de contracción muscular, es fundamental tener claro que antes de estar seguros de que una nueva  técnica es efectiva y que puede ser aplicada con seguridad dentro de un entrenamiento, tienen que haber sido  realizados varios años de estudios e investigaciones  biomecánicas, fisiológicas, neurofisiológicas,  previos a la aplicación de estos ejercicios. Se compararán los resultados de estas investigaciones y se llegará  a las conclusiones que  pueden o no ser positivas  para que se pueda emplear con seguridad  y efectividad en los entrenamientos. Es importante saber que se tarda tiempo investigando, pues hemos de estar atentos a los efectos secundarios que pueden ser ocasionados con la supuesta nueva  técnica. Estos efectos secundarios pueden manifestarse muchos años después de haber empezado la actividad.   
Es fundamental que seamos serios, pues cuando se trata de la salud, aunque estemos hablando de una manera preventiva, la cosa es seria y requiere un compromiso por parte de los especialistas en actividad física y los de la recuperación. En todas las investigaciones previas que se deben llevar a cabo en lo referente a las nuevas técnicas, es fundamental que no exista ningún eslabón negativo o efecto secundario  pues, de ser así, ya no servirá, ya que representará un riesgo para las personas, aunque estuviéramos  hablando de poblaciones específicas. Para todas las actividades existe un ejercicio específico para el entrenamiento de determinada musculatura. Es una tremenda estupidez utilizar un programa de ejercicios que conlleve riesgos, siendo que se puede trabajar con seguridad, mismo que sea con ejercicios ya existentes. No podemos olvidar que los que nos dedicamos a la salud trabajamos para ayudar a las personas a curarse, a prevenir las enfermedades o para recuperarlas, y tenemos todos el mismo objetivo.
Cuanto más conocemos, más nos damos cuenta de lo poco que sabemos y de que debemos estudiar y aprender más, y a la vez nos percatamos de que debemos tener una extremada precaución  en los cuidados con nuestros pacientes, clientes o atletas. ¡Ni todo  sirve! Un profesional serio siempre contrasta las informaciones que recibe. Es inverosímil  ver que muchas personas aceptan las informaciones de nuevas técnicas de trabajo sin plantear la posibilidad de que  puede haber fallos. Es un error enfocar el trabajo físico a la estética en vez de a la salud.
¿De qué sirve arreglar un lado y estropear el otro?
En el mundo de la actividad física, una de las cosas más importantes cuando se plantea algo nuevo es la seguridad de saber que no se va hacer daño a nadie. Acto seguido es tener claro que la técnica es efectiva en el sentido fisiológico, neurofisiológico, biomecánico, motivo por el cual estos estudios deben tardar tiempo en concretarse. La actividad física es considerada como medicina preventiva y debe ser encarada de una manera muy seria.
En muchos casos el ego individual de determinadas  personas les hace olvidarse de lo importante: que somos trabajadores de la salud  y que por encima de los logros personales, de la fama o de los premios y reconocimientos, no podemos olvidar nuestra responsabilidad, la de ayudar. La salud es cosa seria y debe ser tratada de una manera responsable.       

miércoles, 19 de septiembre de 2012

EL DOLOR DE CABEZA


El dolor de cabeza se encuentra entre las afecciones más frecuentes que provocan molestias y angustia.  Aproximadamente un 10 por ciento de las  personas lo sufren al menos una vez  a la semana.  La mayoría de los dolores de cabeza están causados por la dilatación de los vasos sanguíneos en esta zona.  Esta situación es provocada generalmente por factores de tipo emocional como la tensión, el estrés, la preocupación y la ansiedad.  El cansancio y algunas veces la presencia de una infección también provocan dolores de cabeza.  El dolor de cabeza prolongado puede ser síntoma de un problema médico de mayor gravedad como un absceso o tumor.
Existen varios tipos de dolores de cabeza: por tensión, por sinusitis y por migrañas.  Los dolores de cabeza provocados por tensión no sólo se limitan a proporcionar presión o dolor en esta zona,  también se pueden sentir en las sienes, la nuca y pueden extenderse a los músculos de la espalda.  Las causas típicas de los dolores de cabeza por tensión son la preocupación, la ansiedad, la fatiga, el estrés y la depresión.  Las mujeres son más propensas que los hombres y la herencia no parece un factor influyente.
Los dolores de cabeza provocados por sinusitis se deben a la irritación o congestión de las cavidades de los senos nasales debido a alergias, resfriados e infecciones.  El dolor tiende a concentrarse alrededor y detrás de los ojos y al inclinarse se empeora.  Los cambios de altitud, como al volar, pueden empeorar los síntomas.
Las migrañas son los dolores de cabeza más graves. Se caracterizan por un intenso dolor punzante que generalmente afecta a una única parte de la cabeza, así como a la frente y a las sienes.  Una migraña puede durar desde varias horas hasta varios días y puede ir precedida de trastornos visuales, entumecimiento y una sensación de hormigueo en las manos, cara o labios.  Otros síntomas incluyen mareos, nauseas y vómitos y los ojos pueden estar anormalmente sensibles a la luz.  Los desencadenantes de las migrañas pueden ser: estrés, cambios hormonales, ciertos alimentos, el alcohol e incluso algunos olores.  La herencia se considera un factor influyente y las mujeres, por lo general, padecen más migrañas, en una proporción de 3 a 1, que los hombres.
Los remedios más comunes incluyen la aspirina, el paracetamol y el ibuprofeno (NO se debe administrar fármacos a los niños menores de 16 años sin prescripción facultativa o sin el conocimiento del pediatra).  Los dolores de cabeza provocados por sinusitis pueden aliviarse con antihistamínicos y descongestivos que no necesitan receta médica.  Las migrañas graves se alivian generalmente con medicinas prescritas que reducen la dilatación de los vasos sanguíneos de la cabeza, eliminan el dolor y previenen o reducen el número de ataques.
No importa qué tipo de dolor de cabeza se tenga, hay varias cosas que se pueden hacer para reducir el dolor: los masajes, los baños cálidos, los programas de ejercicio, la aplicación de calor y frío en la cabeza, dormir y descansar lo suficiente, evitar situaciones de estrés, escuchar  música relajante.
Los programas de ejercicio, sobretodo los enfocados a los trabajos aeróbicos, pueden ser de gran ayuda en casos como estos, pues al acelerar el flujo sanguíneo por las arterias debido a la mayor entrada de oxígeno, provoca la dilatación de los vasos incluyendo los de la cabeza; no obstante la rehidratación que se hace a través de la ingesta de agua durante el entrenamiento posibilita una situación de alivio en dicho vasos sanguíneos. Todo ello proporcionará un flujo más favorable de la sangre por éstos aliviando así el mal estar en esta zona. En muchos de los casos de dolor de cabeza, la práctica de actividad física dispensa la utilización de fármacos debido a los efectos positivos que el ejercicio físico proporciona. De otra parte, los estiramientos de esternocleidomastoideo (cuello) y de los trapecios (parte superior de los hombros) también pueden aliviar el dolor de cabeza.
Hay casos de migrañas que llegan a imposibilitar algunas personas para desarrollar su vida con normalidad, llegando incluso a  incapacitarles en los momentos álgidos del dolor. ¡Hay que buscar soluciones! 
Lo que está claro es que las personas que saben que son proclives a padecer esta clase de molestias, deberían mejorar su estilo de vida y evitar los caminos  que podrían proporcionarles este estado tan incómodo. Muchas veces la manera en que dormimos puede favorecer el no descanso y la aparición de  dolor de cabeza. A las personas que trabajan en despachos: estar muchas horas delante de un ordenador facilita el cansancio de los ojos y de la musculatura de la espalda. Esto fuerza a la utilización de una mala postura debido al estrés muscular o a la  debilidad de esa musculatura por la falta de ejercicio. El cuello  se pronunciará  hacia delante forzando una rectificación de vertebras cervicales y eso es un tremendo desencadenante de dolor de cabeza, además de producir mareos y adormecimiento en los brazos y manos. Además de empezar con la práctica de  ejercicio físico, mejorar la dieta es algo interesante, igual que evitar el alcohol y las situaciones  de estrés. En el caso de que este último sea muy difícil debido a que la persona en cuestión tenga un trabajo estresante, lo ideal será buscar soluciones como la relajación y desconexión en algunos momentos del día. Mejorar o no nuestra calidad de vida depende de nosotros. El descanso es algo primordial para que intentemos evitar o prevenir el dolor de cabeza. El descanso es fundamental para el cuerpo, y  sobre todo para la cabeza por las innúmeras funciones que desarrolla nuestro cerebro. Durante el sueño es cuando nuestro cerebro desenvuelve su mayor actividad (Ver el artículo de mi blog “Aprender durmiendo”).     
Es importante consultar a un médico antes de utilizar cualquier producto o empezar un tratamiento sin receta.  Él aconsejará sobre la forma adecuada de utilización y administración de un fármaco, además de advertir de cualquier efecto secundario o contraindicación que se pueda presentar.  

jueves, 13 de septiembre de 2012

LA NEUROFISIOLOGÍA DE LOS SENTIDOS


En una de mis clases de Neurofisiología un alumno me planteó una interesante pregunta sobre el funcionamiento de los sentidos. Es este un tema muy sugestivo que nos permite adentrarnos en el genial funcionamiento de nuestro  cerebro. Son pocos los individuos que carecen de alguno de ellos y, de una manera general, la mayor parte de las personas poseen los cinco sentidos. Disfrutamos de ellos y los utilizamos desde que nacemos, por este motivo es interesante conocer un poco acerca de su funcionamiento. En este artículo hablaré solamente sobre dos de ellos: el gusto y el olfato.
El sentido del gusto ha sido durante mucho tiempo un misterio para muchos científicos. Fue el milagro del microscopio el que finalmente permitió examinar la lengua con mucho más detalle. Tras su estudio  se encontraron varias regiones sensoriales que son las papilas y que están dispersas por toda su superficie. Estas papilas son denominadas caliciformes, foliadas y fungiformes. Cada una tiene un bulbo gustativo sensible a uno de los cuatro gustos básicos; dulce, ácido, salado y amargo.
Las papilas caliciformes se agrupan en forma de V en la porción posterior de la lengua. Son responsables de los gustos amargo y ácido presentes en muchos alimentos.
Las papilas foliadas están en ambos lados de la lengua, sobre las papilas caliciformes. Son sensibles al carácter amargo de la comida.
Las fungiformes son las más abundantes. Cubren la punta de la lengua y sus bordes externos. Estas papilas son responsables de los sabores dulces y salados distintivos de muchos alimentos.
Las papilas mencionadas contienen lo que se conoce como bulbos gustativos primarios. Es importante saber que hay numerosos bulbos gustativos en la boca y garganta, pero estos ayudan a los bulbos principales a determinar cada sabor particular. Para poder comprender cómo funciona el sentido del gusto debemos examinar el bulbo gustativo. El bulbo lo forman varias células. Las células de cada bulbo se regeneran por uno de los tres nervios craneales cada diez a catorce días. Algunas células funcionan como receptores responsables de enviar información química de las sustancias de la boca al cerebro.
Cada célula tiene una forma única. La química específica del alimento debe coincidir con la forma del receptor para enviar una señal al cerebro. Este es el llamado “principio de cerradura y llave”. La señal de la célula receptora viajará desde el nervio hasta uno de los tres nervios craneales y atravesará el sistema nervioso central donde las regiones del encéfalo descifrarán la información química obteniendo un gusto concreto.
Es importante indicar que el sentido del olfato y de la vista cooperan para intensificar ese sentido conocido como el gusto.
En el pasado, el sentido del olfato era un misterio para muchos científicos. ¿Cómo distingue el cuerpo humano entre el aroma de unas galletas al horno y el olor posiblemente peligroso de algo que se está quemando?  Preguntas como esta han llevado a los científicos a descubrir que son las moléculas aéreas las que producen los olores.
Cuando olemos para distinguir un olor particular, las moléculas emitidas por la sustancia viajan por el aire. El tamaño de las moléculas influye en el alcance del olor. Las moléculas más ligeras llegarán más lejos: esto se llama  volatilidad. Cuando las moléculas entran en la nariz, viajan por una pequeña zona de tejido denominada membrana olfatoria.
La membrana olfatoria es muy pequeña y está en la parte superior de la cavidad nasal. Está compuesta de tejido amarillo grisáceo y cubierta de gruesa mucosa. En la membrana hay numerosas células receptoras consideradas prolongaciones del propio cerebro. Se supone que cada célula receptora es sensible a la dimensión de cada molécula en particular. Un impulso nervioso será creado siempre que ocurra la asociación entre la molécula  y la célula receptora. El impulso irá al cerebro a través de un hueso delgado de la frente llamado Lámina Cribiforme. Bajo esta lámina están los bulbos olfatorios donde el impulso nervioso tendrá su primera conexión con el cerebro. En el bulbo olfatorio hay estructuras llamadas glomérulos cuya función es distribuir los impulsos nerviosos convergentes de forma ordenada al cerebro. En el cerebro los impulsos se distribuyen a distintas áreas para su interpretación y percepción del olor.
Ha sido descubierto que el cerebro humano puede identificar miles de olores distintos. Se puede afirmar que el sentido del olfato es una de las virtudes más importantes del cuerpo humano.
De las principales partes del cerebro involucradas con el olfato y el gusto, podemos encontrar: el Hipotálamo, que es un pequeño e importante acúmulo de neuronas en la base del cerebro. Es responsable de muchas funciones corporales, de entre ellas, la sed y el hambre. También controla el sistema endocrino regulando la actividad de la glándula pituitaria y juega un importante papel en las emociones de miedo y placer. El lóbulo parietal está en la parte media-superior del cerebro. Es el área encargada de recibir las sensaciones y la información sobre la orientación espacial. El lóbulo temporal está situado cerca de la zona de la sien. Contiene los centros de la audición, el olfato y la memoria. El lóbulo frontal es la porción anterior del cerebro, situado justo bajo la frente. Es el responsable de la coordinación motora voluntaria. Contiene los centros para el control de todos los músculos y de los movimientos coordinados y rítmicos de la cabeza y garganta, como la ensalivación, masticación y deglución.
Por ese motivo muchas veces sentimos un inmenso placer cuando comemos según qué comida o cuando consumimos alguna bebida que nos gusta. Nuestro paladar está en estrecha conexión  con las zonas del placer del cerebro, pero también se conecta con otras zonas. A cuántos de nosotros nos ha pasado que sin haber probado un alimento ya decimos que no nos gusta. Hay casos de personas que sienten verdadera repulsa sólo con mirar según qué tipo de alimentos. Lo curioso es que estos mismos alimentos pueden resultar deliciosos para otras personas. Tanto en un caso  como en el otro, la visión y el olfato  están directamente involucrados, mucho más que el gusto. El cerebro asocia la visión, el olfato y la buena o mala experiencia con dicho alimento, y crea una situación con la que viviremos hasta el momento en que realmente necesitemos  ese alimento. En las circunstancias difíciles de hambruna donde la única opción será el alimento que en un principio repudiábamos, el cerebro pasará a reconocerlo como un verdadero manjar.
De otra parte, los olores de los alimentos que nos gustan estimulan  directamente al hipotálamo y nos hacen abrir el apetito y disfrutar del momento. ¿Qué hay del olor del pan recién hecho por la mañana, o del olor del  chocolate en forma líquida y caliente en el invierno, o el de la comida de la abuela? ¿Qué hay de oler un buen vino y sacar todos sus matices? Son olores que estimulan el cerebro en las zonas del placer. Siempre que vivimos esta clase de sensación, repetimos una y otra vez:”estas son las cosas de la vida que no tienen precio”.











miércoles, 5 de septiembre de 2012

LA RELEVANTE AYUDA DEL EJERCICIO FÍSICO PARA EL SISTEMA ENDOCRINO


El cuerpo humano es un sistema de órganos interrelacionados que deben funcionar integrando sus funciones. Las glándulas endocrinas controlan las funciones del cuerpo mediante sustancias químicas llamadas hormonas, que se incorporan a la circulación general. Las hormonas actúan como mensajeros químicos que viajan a través de la sangre a distintas partes del cuerpo. Los órganos del sistema endocrino están situados en partes del cuerpo muy diversas. La glándula pituitaria está localizada en el cráneo, la glándula tiroides en el cuello, el timo en la parte superior del tórax, las glándulas suprarrenales en la cavidad abdominal, y los ovarios y los testículos en la región pélvica.
Las hormonas producidas regulan todas las emociones básicas, como el impulso sexual, la violencia, la cólera, el miedo, la alegría y el dolor, y permiten el desarrollo y la identidad sexual, controlan la temperatura, ayudan a reparar los tejidos y a la generación de energía.
La pituitaria o hipófisis es una pequeña glándula situada en la base del cerebro. Está controlada por el hipotálamo, con el que está conectada. La glándula pituitaria suele denominarse "glándula principal" porque sus hormonas sirven para coordinar las funciones del sistema nervioso y del sistema endocrino. Además de producir hormonas que regulan las demás glándulas endocrinas, la glándula pituitaria produce otras que controlan la retención de agua en los riñones. Otra hormona es responsable de la contracción uterina durante el parto y estimula la producción de leche de las glándulas mamarias. Una de las hormonas hipofisarias más importantes es la del crecimiento, que junto con la insulina controla los niveles de azúcar en sangre.
La insulina es una hormona producida por el páncreas. El páncreas está situado junto a la parte inferior del estómago. Es el segundo órgano más grande del cuerpo. El páncreas produce además la hormona glucagón. La insulina y el glucagón regulan el nivel de la glucosa. Si la insulina tiene niveles muy bajos se produce un incremento de la glucosa, característica de la diabetes mellitus, la enfermedad más común del sistema endocrino.
La glándula tiroides está localizada en el cuello y segrega dos hormonas: una de ellas regula el crecimiento y el metabolismo de todas las células, controla además los reflejos y la forma en que el organismo produce energía y transforma el alimento en componentes corporales; la otra hormona reduce los niveles de calcio en la sangre. Las glándulas paratiroideas situadas en el dorso de la glándula tiroides generan unas hormonas que trabajan con las hormonas tiroides para mantener la homeostasis del calcio sanguíneo, y así prevenir un incremento perjudicial del calcio en la sangre que se denomina hipercalcemia.
Situado sobre el corazón, el timo es un órgano bilobulado cuya función es desarrollar linfocitos. La linfa que circula por el cuerpo lleva linfocitos hasta el timo, donde se multiplican y transforman en células especializadas en combatir la infección. No todas sus funciones se conocen lo suficiente pero se sabe que es muy importante en el desarrollo de mecanismos inmunitarios contra varias enfermedades.
Las glándulas adrenales están ubicadas sobre cada riñón. Secretan las hormonas que ayudan al cuerpo a reducir el estrés. Cuando el sistema nervioso simpático reacciona ante una emoción intensa, como por ejemplo la cólera, se liberan grandes cantidades de hormonas. Esto provoca una reacción de "huida o combate", aumenta la presión sanguínea, las pupilas se dilatan, y la sangre se dirige hacia los órganos más vitales y hacia los músculos. La frecuencia cardiaca también se estimula. Las glándulas suprarrenales también producen hormonas que generan energía, regulando el metabolismo de carbohidratos, lípidos y proteínas. Otras hormonas regulan el equilibrio hídrico y mineral del cuerpo, previenen la retención excesiva de agua por los riñones y mantienen el balance entre sodio y potasio en el torrente sanguíneo. Este equilibrio es muy importante para la contracción muscular.
El sistema esquelético muscular, bajo el control de la corteza cerebral, dirige la locomoción del cuerpo humano. Las contracciones coordinadas de las células esqueléticas estimulan el sistema óseo para la realización de diferentes movimientos. Esa contracción es realizada con la intervención del ATP (Adenosín Trifosfato) que es generado por una mixtura de carbohidratos, grasas y aminoácidos que proceden de varios depósitos endógenos (internos) y de fuentes exógenas (externas). El sistema cardiovascular favorece el transporte de hormonas, nutrientes y oxígeno al organismo para que pueda aguantar el entrenamiento, al mismo tiempo que elimina del organismo los deshechos. Las hormonas como la epinefrina, el  glucagón, el cortisol, las tiroideas y la hormona del crecimiento desarrollan una interesante situación metabólica para resistir el ejercicio físico en el marco de la homeostasis corporal (estabilización del cuerpo en los procesos fisiológicos).
El sudor facilita la eliminación del exceso de calor y de las toxinas. El sistema renal ayuda a regular el balance de líquidos, electrolitos y de la presión sanguínea. El incremento del gasto energético durante y después de hacer ejercicios físico  ocurre debido al aumento del metabolismo dentro de los músculos que son solicitados en el trabajo. El mayor o menor gasto energético dependerá de la intensidad y duración del entrenamiento, así como los grupos musculares y la masa involucrada. Muchos otros órganos son implicados  en el entrenamiento como por ejemplo el corazón, los pulmones, los riñones, etc. También ven  aumentado su metabolismo para soportar la actividad que se les exige. Como  consecuencia de esta subida de metabolismo por medio del ejercicio físico  ocurren varias cosas positivas, entre ellas  la eliminación del estrés y el control de la presión arterial.
La alteración fisiológica más importante en el ser humano es la ocasionada por  el ejercicio físico. El sistema endocrino debe adaptarse con gran velocidad para aguantar  las ingentes subidas metabólicas en los músculos debido al ejercicio, y también a los aspectos de la homeostasis.  Varios son los factores endocrinos que se modifican mientras se entrena físicamente, por ese motivo practicar actividad física es fundamental para nuestra salud.
Muchas personas no son conscientes de las innúmeras funciones involuntarias  que desarrolla nuestro cuerpo. Exista o no esta conciencia, enfocar la vida de una manera sana es la forma más eficaz de ayudar a nuestro organismo a  realizar sus funciones. Practicar actividad física y mantener una dieta equilibrada y ecuánime al entrenamiento físico, propiciará una buena salud.