martes, 26 de febrero de 2013

¿POR QUÉ MUY POCOS ESTIRAN LOS TRAPECIOS Y EL ESTERNOCLEIDOMASTOIDEO (CUELLO)?


El esternocleidomastoideo (cuello) y  el trapecio son lo que llamamos los músculos  olvidados, pues sabemos que están ahí pero nunca los tenemos en cuenta. Debido a los movimientos naturales que desarrolla nuestro cuerpo, el esternocleidomastoideo debe  trabajar con la debida movilidad  y desarrollar su función de una manera óptima al igual que el trapecio. Es parte de la  índole de nuestra biomecánica y, por ese motivo, infelizmente mucha gente se olvida de cuidar de esta zona del cuerpo, siendo algo muy preocupante, pues los problemas que pude acarrear son innúmeros y en muchos de los casos se presentan de una manera importante. Muchas personas dedican muchas horas al día  sentadas delante de un ordenador,  ya sea por placer o por trabajo, y las consecuencias en ambos casos  son igual de importantes. Con el paso del tiempo, al trabajar en las mismas posiciones en esa parte del cuerpo, y ejerciendo solo contracciones isométricas durante varias horas al día, estos músculos se estresan y se cansan,  dejando así de proteger las vértebras cervicales. Es en este momento cuando pueden empezar a surgir los problemas: mareos, adormecimiento en las manos, hormigueo de brazos, falta de atención, vista cansada, etc.
Al estar muchas horas ejerciendo una mala posición estática con el cuello y los trapecios no trabajamos los debidos estiramientos naturales de los movimientos de cuello, ni tampoco las contracciones musculares de esa zona de una manera que podamos estimular positivamente el flujo de sangre por las arterias hacia al  cerebro, y eso también  podría ocasionarnos dolor de cabeza e incluso un incremento  del estrés.             
Es importante saber que el músculo esternocleidomastoideo está situado en el cuello.  Es un músculo ancho y delgado que se estrecha en el centro.  Tiene dos porciones en su origen, una en el esternón y la otra en la clavícula, y sube hasta insertarse en la apófisis mastoides (en el hueso temporal, tras la oreja).  El músculo esternocleidomastoideo está  inervado por el nervio accesorio (motor, que es el  término  utilizado para describir las estructuras relacionadas con los  movimientos, como de los músculos y nervios) y el plexo cervical (sensorial).  Está irrigado por la arteria occipital y la arteria tiroidea superior.  Este músculo se utiliza para inclinar la cabeza de lado a lado (flexionar el cuello). Es importante recordar que los nervios son una o más formas de fibras que transportan las señales nerviosas y conectan el cerebro y la médula espinal al resto del cuerpo. 
De otra parte, el trapecio es uno de los músculos más grandes del hombro y el más superficial de la parte posterior del cuello y del tronco superior.  Es un músculo ancho y plano con forma triangular, situado bajo la piel.  Se origina en la línea superior de la nuca, protuberancia occipital externa, ligamento de la nuca y apófisis espinosa de la séptima vértebra cervical y de las vértebras dorsales. Cubre la parte superior y posterior del cuello y de los hombros y se inserta en la clavícula, el acromion y borde superior de la espina de las escápulas.  El trapecio está inervado por el nervio espinal (motor) y el plexo cervical (sensitivo) e irrigado por la arteria cervical. El plexo cervical es una gran red de nervios y vasos sanguíneos.  El sistema nervioso presenta varias de estas redes, en las que se juntan las fibras nerviosas autónomas y voluntarias.  Estas redes incluyen el plexo braquial (hombro), el plexo cervical (cuello), el plexo coxígeo (coxis) y el plexo sacro o lumbosacro (parte inferior de la espalda).
El trapecio une el cuello con la columna vertebral (en las vértebras dorsales), las costillas y los huesos del hombro (omóplato o escápulas).  Este músculo se utiliza para girar e inclinar la cabeza, levantar y girar los brazos y para encoger o relajar los hombros.  El trapecio es un músculo postural y motriz.
Me sorprende mucho, además de que me preocupa, la falta de atención del medio deportivo y de la actividad física (algunos)  hacia los protocolos de calentamiento previos al ejercicio o la competición. Es muy raro observar que se incluyan trabajos de calentamiento que contengan estiramientos para los trapecios y esternocleidomastoideo dentro de  una preparación previa normal para la actividad física, entrenamiento o competición. También me llama la atención que en deportes como el fútbol no exista una preocupación por los calentamientos de esa zona, dado que los atletas a menudo utilizan la cabeza en las jugadas aéreas. Es importante la utilización del cuello y del esternocleidomastoideo en este deporte. Para la seguridad de los atletas que practican el fútbol,  es de vital importancia que los profesores, los preparadores y demás profesionales involucrados, tengan en cuenta que es fundamental dar una mayor trascendencia a la preparación de estos músculos antes de la práctica deportiva.

Si nos enfocamos al mismo problema en la práctica de la actividad física, los profesores y entrenadores que se dedican a los más distintos estilos de entrenamiento  también deberían dar una mayor importancia a estas zonas. En la actividad física, normalmente los entrenamientos se centran en la mejoría de las capacidades físicas de los practicantes, lo que es muy lícito; pero la preocupación no debe estar limitada solamente a aspectos externos como  la imagen, sino que también se debe centrar en la mejoría de la salud de las personas de una manera general. Muchas de las personas que frecuentan los  gimnasios padecen un tremendo estrés y gran parte de ellas buscan estos centros para mejorar su calidad de vida. La tensión muscular es una de las maneras físicas más comunes de manifestación del estrés y, en este contexto, los músculos trapecios están a la orden del día. Si hablamos de esa población que padece estrés, de entre los síntomas que padecen, además de la tensión muscular y de las contracturas también encontramos el dolor de cabeza, uno de los motivos por lo cuales es fundamental preparar también  esa área del cuerpo por medio de los estiramientos. Al proporcionar al trapecio y al esternocleidomastoideo esta clase de estímulos musculares favoreceremos un mejor flujo sanguíneo hacia el cerebro, minimizando así la posibilidad de que el dolor de cabeza se mantenga después del ejercicio.
Si estas personas pertenecen  además al grupo de los que dedican varias horas al día delante de un ordenador, el riesgo de tener problemas aumentará. Por ese motivo y por muchos otros, es fundamental trabajar con atención en la preparación de esta zona del cuerpo antes y después de la actividad física, aunque el entrenamiento no esté enfocado a este grupo muscular.     
Hacer estiramientos de esternocleidomastoideo y de los trapecios es una estupenda idea que debería ser practicada incluso estando en casa o en el trabajo pero, antes de hacerlo, es importante hablar con un especialista para  tener información  sobre  técnicas seguras y efectivas.  

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