El esternocleidomastoideo (cuello) y el trapecio son lo que llamamos los músculos olvidados, pues sabemos que están ahí pero
nunca los tenemos en cuenta. Debido a los movimientos naturales que desarrolla
nuestro cuerpo, el esternocleidomastoideo debe trabajar con la debida movilidad y desarrollar su función de una manera óptima al
igual que el trapecio. Es parte de la índole
de nuestra biomecánica y, por ese motivo, infelizmente mucha gente se olvida de
cuidar de esta zona del cuerpo, siendo algo muy preocupante, pues los problemas
que pude acarrear son innúmeros y en muchos de los casos se presentan de una
manera importante. Muchas personas dedican muchas horas al día sentadas delante de un ordenador, ya sea por placer o por trabajo, y las
consecuencias en ambos casos son igual
de importantes. Con el paso del tiempo, al trabajar en las mismas posiciones en
esa parte del cuerpo, y ejerciendo solo contracciones isométricas durante
varias horas al día, estos músculos se estresan y se cansan, dejando así de proteger las vértebras
cervicales. Es en este momento cuando pueden empezar a surgir los problemas: mareos,
adormecimiento en las manos, hormigueo de brazos, falta de atención, vista
cansada, etc.
Al estar muchas horas ejerciendo
una mala posición estática con el cuello y los trapecios no trabajamos los
debidos estiramientos naturales de los movimientos de cuello, ni tampoco las
contracciones musculares de esa zona de una manera que podamos estimular
positivamente el flujo de sangre por las arterias hacia al cerebro, y eso también podría ocasionarnos dolor de cabeza e incluso
un incremento del estrés.
Es importante saber que el músculo esternocleidomastoideo está situado
en el cuello. Es un músculo ancho y
delgado que se estrecha en el centro.
Tiene dos porciones en su origen, una en el esternón y la otra en la
clavícula, y sube hasta insertarse en la apófisis mastoides (en el hueso
temporal, tras la oreja). El músculo esternocleidomastoideo está inervado por el nervio accesorio (motor,
que es el término utilizado para describir las estructuras
relacionadas con los movimientos, como
de los músculos y nervios) y el plexo cervical (sensorial). Está irrigado por la arteria occipital y
la arteria tiroidea superior. Este
músculo se utiliza para inclinar la cabeza de lado a lado (flexionar el
cuello). Es importante recordar que los
nervios son una o más formas de fibras que transportan las señales nerviosas y conectan
el cerebro y la médula espinal al resto del cuerpo.
De otra parte, el trapecio es uno de los músculos más grandes del hombro
y el más superficial de la parte posterior del cuello y del tronco
superior. Es un músculo ancho y plano
con forma triangular, situado bajo la piel.
Se origina en la línea superior de la nuca, protuberancia occipital
externa, ligamento de la nuca y apófisis
espinosa de la séptima vértebra cervical y de las vértebras dorsales. Cubre
la parte superior y posterior del cuello y de los hombros y se inserta en la
clavícula, el acromion y borde superior de la espina de las escápulas. El trapecio está inervado por el nervio
espinal (motor) y el plexo cervical (sensitivo) e irrigado por la arteria
cervical. El plexo cervical es una
gran red de nervios y vasos sanguíneos. El sistema nervioso presenta varias de estas
redes, en las que se juntan las fibras nerviosas autónomas y voluntarias. Estas redes incluyen el plexo braquial
(hombro), el plexo cervical (cuello), el plexo coxígeo (coxis) y el plexo sacro
o lumbosacro (parte inferior de la espalda).
El trapecio une el cuello con la columna vertebral (en las vértebras
dorsales), las costillas y los huesos del hombro (omóplato o escápulas). Este músculo se utiliza para girar e inclinar
la cabeza, levantar y girar los brazos y para encoger o relajar los
hombros. El trapecio es un músculo
postural y motriz.
Me sorprende mucho, además de que me preocupa, la falta de atención del
medio deportivo y de la actividad física (algunos) hacia los protocolos de calentamiento previos
al ejercicio o la competición. Es muy raro observar que se incluyan trabajos de
calentamiento que contengan estiramientos para los trapecios y
esternocleidomastoideo dentro de una
preparación previa normal para la actividad física, entrenamiento o
competición. También me llama la atención que en deportes como el fútbol no
exista una preocupación por los calentamientos de esa zona, dado que los atletas a menudo utilizan la
cabeza en las jugadas aéreas. Es importante la utilización del cuello y del
esternocleidomastoideo en este deporte. Para la seguridad de los atletas que
practican el fútbol, es de vital
importancia que los profesores, los preparadores y demás profesionales
involucrados, tengan en cuenta que es fundamental dar una mayor trascendencia a
la preparación de estos músculos antes de la práctica deportiva.
Si nos enfocamos al mismo problema en la práctica de la actividad
física, los profesores y entrenadores que se dedican a los más distintos
estilos de entrenamiento también deberían dar una mayor importancia a
estas zonas. En la actividad física, normalmente los entrenamientos se
centran en la mejoría de las capacidades físicas de los practicantes, lo que es
muy lícito; pero la preocupación no debe estar limitada solamente a aspectos
externos como la imagen, sino que
también se debe centrar en la mejoría de la salud de las personas de una manera
general. Muchas de las personas que frecuentan los gimnasios padecen un tremendo estrés y gran
parte de ellas buscan estos centros para mejorar su calidad de vida. La tensión muscular es una de las maneras
físicas más comunes de manifestación del estrés y, en este contexto, los músculos
trapecios están a la orden del día. Si hablamos de esa población que padece
estrés, de entre los síntomas que padecen, además de la tensión muscular y de
las contracturas también encontramos el dolor de cabeza, uno de los motivos por
lo cuales es fundamental preparar también esa área del cuerpo por medio de los estiramientos.
Al proporcionar al trapecio y al esternocleidomastoideo esta clase de estímulos
musculares favoreceremos un mejor flujo sanguíneo hacia el cerebro, minimizando
así la posibilidad de que el dolor de cabeza se mantenga después del ejercicio.
Si estas personas pertenecen además al grupo de los que dedican varias
horas al día delante de un ordenador, el riesgo de tener problemas aumentará.
Por ese motivo y por muchos otros, es fundamental trabajar con atención en la
preparación de esta zona del cuerpo antes y después de la actividad física,
aunque el entrenamiento no esté enfocado a este grupo muscular.
Hacer estiramientos de esternocleidomastoideo y de los trapecios es una
estupenda idea que debería ser practicada incluso estando en casa o en el
trabajo pero, antes de hacerlo, es importante hablar con un especialista para tener información sobre
técnicas seguras y efectivas.
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